Descargar la presentación
La descarga está en progreso. Por favor, espere
Publicada porAlfonso Lara Fernández Modificado hace 6 años
1
CARÁCTER ECLESIAL Y COMUNITARIO DE LA INICIACIÓN CRISTIANA
Manuel José Jiménez R Pbro. 2018
2
Razones de fondo para pensar la comunidad
Naturaleza de la Iniciación cristiana Un nueva figura de comunidad El carácter eclesial de la fe. Su debilidad explica muchas ineficacias
3
INEFICACIAS EN LA INICIACIÓN CRISTIANA
“La catequesis corre el riesgo de esterilizarse si una comunidad de fe y de vida cristiana no acoge al catecúmeno (…). El acompañamiento que ejerce la comunidad a favor del que se inicia, se transforma en plena integración del mismo en la comunidad“ (DGC 69).
4
“es la pregunta por el sujeto de la evangelización
“es la pregunta por el sujeto de la evangelización. Es la pregunta por la calidad y la cualidad de vida y de evangelización de las comunidades. Con lo cual se deja de ver el problema solo de manera extrínseca, y pone en discusión toda la Iglesia en su ser y en su modo de vivir: La nueva evangelización empeña a todos los sujetos eclesiales (individuos, comunidades, parroquias, diócesis, Conferencias Episcopales, movimientos, grupos y otras realidades eclesiales, religiosos y personas consagradas) en vista de una verificación de la vida eclesial y de la acción pastoral, asumiendo como punto de análisis la cualidad de la propia vida de fe, y su capacidad de ser un instrumento de anuncio, según el Evangelio”. Sínodo de los Obispos. XIII Asamblea General Ordinaria. La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Documento de trabajo, 2012, 77.
5
“La experiencia habla de la ineficacia de la catequesis que presenta solamente el mensaje cristiano como “debería ser”, es decir, de modo abstracto, sin contacto alguno con la realidad de la comunidad. Por ello hay que pensar la catequesis desde el siguiente principio: sin comunidad de fe no hay comunicación de la fe; sin compartir la fe no hay maduración de la fe” (Emilio Alberich)
6
“El desafío comunitario es sin duda el más difícil de detectar en el plano catequístico, pero es el más decisivo para el futuro del cristianismo y para su credibilidad en el mundo occidental” (D. Villepelet)
7
La iniciación cristiana si quiere tener una oportunidad en nuestro tiempo necesita realmente trasparentar el elemento comunitario de manera visible y encarnada en comunidades cristianas que sean sacramento de la presencia del Espíritu del Resucitado. Por ello, las exigencias de la iniciación no sólo se dirigen hacia el candidato de la misma sino hacia el interior de la comunidad iniciante. Ella es no sólo agente de iniciación sino ámbito en el que se inicia a nuevos miembros. Por esta razón, la iniciación debe plantearle la exigencia de cambio, renovación y revitalización para acoger a los candidatos y a los que han sido iniciados en su seno y seguir, de esta manera, siendo Madre para todos. Si la iniciación debe suponer la regeneración de los candidatos, no menos exigible debe ser esa misma regeneración hacia el interior de la propia comunidad.
8
Los problemas en la liturgia son síntomas de un problema más radical: el problema que somos nosotros mismos como comunidad de fe compartida. La recuperación de procesos de iniciación que respondan a la dinámica propia del crecimiento y maduración de la fe-conversión ha de llevar a replantear necesariamente “el mismo proyecto de Iglesia que se quiere promover y construir” debido a que la iniciación está en la raíz de lo que somos en cuanto comunidad cristiana. El problema de la Iglesia, podríamos decir, no está en el mundo sino en ella misma
9
La Iglesia primer sujeto de la fe
“La experiencia reciente sobre la Iglesia puede tipificarse a grandes rasgos (…) como aquella transición que va de una Iglesia apoyada en una sociedad cristiana homogénea y casi idéntica con ella – una Iglesia de masas- a una Iglesia constituida por quienes, en contradicción con su entorno, se han abierto paso hacia una opción de fe personal, clara y consistente”. Con lo cual, “la mayor dificultad de nuestro tiempo es conseguir integrar con éxito los tres ámbitos propios de la vida cristiana: la fe personal, la proclamación eclesial y la cultura cotidiana” (salvador Pie Ninot)
10
El reto que se presenta a la teología y a la catequesis es proponer de modo nuevo a la Iglesia como sujeto primero de la fe. Una eclesiología que parta “de la convicción de que el tema de la Iglesia necesita un descentramiento, para poder concebirla no tanto como término y objeto de la fe, sino como el modo y el ámbito comunitario-sacramental desde donde se profesa, se celebra y se atestigua la fe cristiana y de esa forma poder recuperar el poder “creer en la Iglesia” como un “creer eclesialmente”.
11
La Iglesia no forma parte del centro de la fe, ni es su término, sino que es el lugar y el contexto propio de la fe, al ser comunidad sacramental. Así manifiesta su ser comunitario característico y necesario de la profesión de fe cristiana, como expresión del creer en Dios eclesialmente. También manifiesta su ser de ser comunidad convocada o llamada y comunidad que convoca y llama. O comunidad que escucha y que proclama.
12
La Iglesia: madre de nuestra fe
Ser cristiano es, insertarse de modo libre y personal en la fe del pueblo de Dios que se transmite de generación en generación. Al ser la fe cristiana una fe eclesial, se afirma también que la fe nos es dada. De hecho nadie se ha dado la fe a sí mismo. El creyente recibe la fe de otro. Recibimos la fe de la Iglesia. Al ser la Iglesia la primera que cree, la fe de la Iglesia es previa a la fe de cada uno de los creyentes. “La fe nace en la Iglesia, conduce a ella y vive en ella” (CIC ). La fe de la Iglesia Madre precede, engendra, conduce y alimenta nuestra fe. La fe nace y crece de la memoria de la Iglesia. La “fe no es una carrera en solitario”. En palabras de Pie-Ninot, la Iglesia “exime a los creyentes de la necesidad de tenerse que procurar de forma ermanentemente individual lo que la Iglesia aporta (palabra, creencias, sacramentos, ministerios). De esta forma se supera el inmediatismo de la propia experiencia mediante la articulación de largo recorrido que representa la conexión con la tradición religiosa eclesial general institucionalizada. En este sentido, se inserta así históricamente en una larga cadena de testigos – la historia de la Iglesia – que facilita no atribuir un valor absoluto a la propia experiencia individual
13
Eclesial y comunitaria
Dimensiones de la fe Personal Social Dinámica Eclesial y comunitaria Don de Dios
14
Lo comunitario en la iniciación humana
La iniciación es un fenómeno general humano, que obedece al proceso de adaptación que todo ser humano vive en relación con el ambiente físico, social, cultural y religioso. Toma diferentes modalidades según los pueblos y las épocas. Iniciación es un concepto para designar un conjunto de ritos e instrucciones orales cuya finalidad consiste en llevar a cabo una transformación radical del “estado” religioso y social de determinada persona. Hace referencia a la introducción progresiva de una persona en una nueva experiencia, en una realidad hasta ahora desconocida para ella, a través de la transmisión de unos conocimientos y del paso por unos ritos establecidos, después de los cuales la persona comienza considerarse y es reconocida por los otros como miembro del nuevo grupo. Tiene una doble dimensión: personal y grupal (comunitaria). La iniciación afecta tanto al individuo como a la comunidad que inicia y que acoge. La estructura existencial del iniciado pasa por una verdadera “transformación” ontológica. Tras haber superado las pruebas previstas, se vuelve totalmente otro, totalmente diferente a lo que era antes de la iniciación. El iniciado es llamado a vivir una nueva existencia. Implica un cambio profundo en el ser, abarca la totalidad de la persona, es un proceso de deconstrucción para la reconstrucción. Paso de la “muerte” a la “vida” (Muerte simbólica).
15
Naturaleza eclesial y comunitaria de la iniciación cristiana
La iniciación cristiana es el proceso de inserción y participación de una persona en el misterio pascual de Cristo y en la Iglesia. La inserción en el Misterio de Cristo y en la Iglesia y la transformación radical de la persona humana se realiza mediante la Iglesia y en la Iglesia es decir, se lleva a cabo al interior del ámbito de la comunidad de fe: en ella se es engendrado a la vida divina y en ella y desde ella debe darse la acogida y la respuesta libre al don de Dios. Solo en la Iglesia la persona puede captar el significado de la radicalidad de la existencia cristiana y en ella puede madurar y desarrollar su fe. El catecumenado es el vientre materno donde la madre Iglesia cumple su función maternal de engendrar hijos a la fe. Por eso el catecumenado es eminentemente comunitario, es responsabilidad de toda la comunidad. La iniciación cristiana requiere de la comunidad como el vientre materno donde se nace y se crece en esa misma fe.
16
La comunidad es el sujeto de la catequesis
La comunidad cristiana es el origen, camino y meta de la iniciación cristiana y de la catequesis. De la comunidad cristiana nace siempre el anuncio del Evangelio, invitando a los hombres y mujeres a convertirse y a seguir a Jesucristo. (ETAPA DE ACCION MISIONERA) Y es esa misma comunidad la que acoge a los que desean conocer al Señor y adentrarse en una vida nueva. Ella acompaña a los catecúmenos y catequizandos en su itinerario catequético y, con solicitud maternal, les hace partícipes de su propia experiencia de fe (ETAPA DE ACCION DE INICIACIÓN) y les incorpora a su seno (ETAPA DE ACCIÓN PASTORAL)
17
La iniciación cristiana tiene su origen en una comunidad que confiesa, anuncia, vive y celebra su fe en el Dios Trino. La iniciación cristiana requiere de la comunidad como el vientre materno donde se nace y se crece en esa misma fe. Y la finalidad de todo el proceso de iniciación cristiana es la común profesión de fe de la Iglesia en el único Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es en esta común profesión de fe donde el creyente y la comunidad encuentran su vocación y misión.
18
La catequesis es esencialmente un acto de tradición, ya que la Iglesia inicia al catecúmeno en «su doctrina, vida y culto» (DV 8), y le transmite todo lo que ella cree, todo lo que es”. Corresponde muy especialmente a la catequesis el cometido de fundamentar el sentido eclesial de la fe del catecúmeno. Y ello, porque al ser “la fe cristiana una fe eclesial”, “la Iglesia, proporciona a la catequesis su objeto, es decir, el misterio de Cristo tal como es creído y profesado por el pueblo de Dios, su medio vital, es decir, las comunidades cristianas que, vinculadas en la comunión, la constituyen, y su meta, que consiste en hacer del catecúmeno un miembro activo de la vida y misión de la Iglesia”. Función principal de la catequesis es ese servicio a la unidad de confesión de fe” (CC 71).
19
LA COMUNIDAD Y LO COMUNITARIO: implicaciones para la Iniciación cristiana
Una comunidad que asume la iniciación cristiana renueva su vida comunitaria y despierta su carácter misionero. Esto requiere nuevas actitudes pastorales de parte de obispos, presbíteros, diáconos, personas consagradas y agentes de pastoral. (DA 291) Relaciones y reciprocidades entre comunidad e iniciación cristiana De nada andar discutiendo sobre la renovación de la catequesis si no se da a la vez una reflexión sobre la vida parroquial
20
LA COMUNIDAD Y LO COMUNITARIO: implicaciones para la Iniciación cristiana
La iniciación cristiana es un asunto de toda la Iglesia y de todos en la Iglesia Hay que realizar la iniciación cristiana en el respeto de su especificidad. La iniciación cristiana se articula con todas las etapas y acciones evangelizadoras La iniciación cristiana no lo es todo en la Iglesia, pero es fundamental y prioritaria en la Iglesia
21
Iniciación a la vida cristiana
Dimensiones de la fe Ministerios en la comunidad Iniciación La fe pide ser conocida Profética o de la Palabra Iniciación por, a la y en la Palabra La fe pide ser celebrada y hecha oración Litúrgica, sacramental y orante Iniciación por, a la y en la liturgia, los sacramentos, la oración y la celebración cristiana. La fe pide ser testimoniada, anunciada y vivida Caridad, testimonio y servicio Iniciación por, a la y en opción por el Reino, al testimonio y a la dimensión social del Evangelio y de la evangelización. La fe es eclesial y comunitaria Comunión y comunidad Iniciación por, a la y en la comunidad y a la plena integración e incorporación en ella. Iniciación vocacional
22
LA COMUNIDAD Y LO COMUNITARIO: implicaciones para la Iniciación cristiana
Pedagogía de la familiarización, inmersión y de contagio progresivo en la vivencia cristiana integral. Reclama a la comunidad como el contexto vital, como la atmosfera, el espacio existencial , el ámbito donde se aprende a vivir la fe en Cristo en la Iglesia para el mundo. “La comunidad es en sí misma catequesis viviente. Siendo lo que ella es, anuncia, celebra, vive y permanece siempre como el espacio vital, indispensable y primario de la catequesis” (DGC 141).
23
Superar la concepción individualista de la catequesis.
LA COMUNIDAD Y LO COMUNITARIO: implicaciones para la Iniciación cristiana Superar la concepción individualista de la catequesis. Se trata de superar esa forma de “ser Iglesia institución funcionaria, depositaria de lo sagrado, que distribuye los sacramentos a una franja de la población, todavía impregnada de religiosidad y que, de manera individualista, sin lazos fraternales ni lectura participada de las Escrituras, pide ritos. La evangelización hoy en día pasa por la existencia de comunidades cristianas que se hacen cargo solidariamente de la vitalidad de su fe y se sienten comprometidas al servicio de la humanidad”. André Fossion, Annonce et proposition de foid’aujourdhui, Lumen Vitae 67 (2012)
24
Nos ponemos en camino de superar algunas “contradicciones que son destructivas para la fe y para las comunidades: los sacramentos de iniciación son vividos como ritos de paso humano que se celebran humanamente en un vago clima de religiosidad, en lugar de ser deseados dentro de un camino específico de maduración de la fe, ligado a un libre compromiso de pertenencia a la comunidad de los cristianos”..
25
Nos permite caminar hacia otras transiciones de renovación de la catequesis:
Pasar de la responsabilidad sólo de los catequistas, a una catequesis responsabilidad de toda la comunidad de modo diferenciado, pues la iniciación cristiana “no deben procurarla solamente los catequistas y sacerdotes, sino toda la comunidad de fieles”. Hemos de caminar hacia una catequesis en la que la comunidad cristiana en su conjunto es a la vez evangelizadora (catequizante) y evangelizada (catequizada). DGC 220.
26
Dada esta participación diferenciada y múltiple de los animadores de evangelización, los adultos, las familias y los niños, adolescentes y jóvenes ya no solo entran en contacto con “su catequista” o con “el grupo de catequistas”, sino con diversos miembros de la comunidad, lo que enriquece tanto su iniciación como su vínculo con la comunidad cristiana. El enfoque catecumenal saca a la catequesis de su autoreferencilidad, pues supera el triángulo adulto- niño-catequista, y lo amplía al horizonte de la comunidad y de la vida. La propuesta catecumenal pide corregir la visión individualizada y privatizada, característica de la catequesis tradicional de cursos y lecciones.
27
Pedagogía comunitaria de la iniciación
LA COMUNIDAD Y LO COMUNITARIO: implicaciones para la Iniciación cristiana Pedagogía comunitaria de la iniciación La pedagogía de la iniciación cristiana debe ser reflejo y expresión de la función maternal de la Iglesia. Por lo que no puede haber iniciación cristiana sin comunidad. Hoy día es fundamental e indispensable el contacto con personas y grupos con experiencia creyente que sean testigos y así contagiar su propia experiencia de fe. la pedagogía de la iniciación, ha de ser entendida como “un camino comunitario de escucha y de respuesta”. Todo proceso educativo en comunidad se caracteriza porque “los discípulos misioneros acompañan a los discípulos misioneros.
28
“La pedagogía catequística es eficaz en la medida en que la comunidad cristiana se convierte en la referencia concreta y ejemplar para el proceso de la fe de cada uno”. “pedagogía de la iniciación es todo itinerario que trabaja por hacer efectivo en una persona la acogida de Dios hacia sí ”. Es una pedagogía comunitaria porque “es el acto de creyentes que aportan a las personas todo lo que podrá permitirles mantenerse en la vida como creyentes”. Pide a las comunidades cristianas que reúnan las condiciones favorables que permitan a las personas hacer realidad la “opción de creer”. La pedagogía de la iniciación pide a una comunidad cristiana que haga posible, en quien quiere hacer la opción de creer, la acogida de los que nos construye como creyentes en la Iglesia
29
Entender la iniciación cristiana como el punto de encuentro y de avance común de personas que entran en el espacio del Evangelio y de la Iglesia y, de personas que, ya cristianas, acogen y acompañan a los recién llegados para ayudarles a identificarse como discípulos y testigos de Jesús. El punto de encuentro es una relación en doble vía.“La comunidad cristiana no sólo da mucho a los catecúmenos y catequizandos, sino que también recibe mucho de ellos. La comunidad aporta el ámbito vital y existencial donde se aprende y se desarrolla la vida cristiana. Los nuevos convertidos, sobre todo los jóvenes y adultos, al aceptar a Jesucristo, aportan a la comunidad que los acoge una nueva riqueza humana y religiosa. Así, la comunidad crece y se desarrolla, ya que la catequesis no sólo conduce a la madurez de la fe a los catequizandos, sino a la madurez de la misma comunidad como tal”. Esto exige que los acompañantes estén dispuestos a recibir algo de los participantes y se consideren al mismo tiempo como condiscípulos. Además toda la comunidad, como tal, debería permitir a los catecúmenos y a quienes recorren conscientemente el camino de la fe, que le recuerden que su fe y su acción siempre se encuentran en camino y que siempre ha de buscar la profundización y la renovación”. Los catecúmenos o quienes están en procesos de iniciación, necesitan además encontrar creyentes y comunidades donde se viva en verdad dicha realidad de conversión. Lo cual no significa una presentación a los nuevos creyentes de una Iglesia ideal. “Exige aceptar que una comunidad cristiana sea lo que ella es, con sus dinamismos, pero también con sus fallos pastorales, su lentitud institucional, el cansancio o la apatía de sus miembros”. Lo fundamental es que puedan encontrar una comunidad en proceso de conversión misionera y pastoral permanente.
30
Exigir superar “los itinerarios lineales de preparación sacramental”, cambiándolos por caminos e itinerarios más personalizados y diversificados. También privilegiar el acompañamiento personal, sobre los subsidios y materiales, de modo que la catequesis que hacemos deje de estar desvinculada de la vida y de la experiencia humana. Pide que pasemos a una acción centrada en los que se inician y en sus itinerarios personales. Y de unos itinerarios temáticos y rituales, previamente prefijados, a la articulación de unos dinamismos que hagan posible el seguimiento y acompañamiento de los procesos espirituales de los que se inician. También va a pedir estar más atentos a los procesos que a los programas. Los itinerarios son mediaciones eclesiales al servicio de dicha respuesta, al servicio del encuentro con Cristo.
31
Itinerarios diversificados, abiertos y flexibles.
El itinerario es la descripción de un camino que hay que recorrer, marca la dirección que hay que llevar y lo necesario para realizar el camino. Es el camino que nos proponemos recorrer con las indicaciones de lo que es necesario para llegar a la meta. El itinerario es algo externo a la persona. El proceso no apunta tanto a la descripción del camino físico (o intelectual o formativo) que se recorre, sino a las fases sucesivas que experimenta el que recorre el camino. El proceso personal alude a la realidad operada en la persona que recorre un camino o itinerario interiorizándolo o tomando conciencia de lo que va pasando por dentro mientras se recorre el camino o el itinerario. El proceso es la descripción de lo que pasa en el sujeto que recorre el camino
32
Elaborar itinerarios catequéticos hace referencia al conjunto de objetivos, etapas, momentos, para que una persona pueda llegar de un punto de partida o de comienzo a uno de llegada, en relación con sus procesos de maduración y transformación personal. De ahí que todo itinerario catequético tiene que ser tomado como algo indicativo o sugerente de acuerdo con la realidad de cada persona que comienza a recorrer el camino.
Presentaciones similares
© 2025 SlidePlayer.es Inc.
All rights reserved.