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Publicada porMaría Rosa Ponce Gil Modificado hace 6 años
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El propósito de esta presentación es explicar a niños, con edades comprendidas entre los 10 y 12 años, el sentido y la finalidad de los impuestos. La presentación tiene un objetivo didáctico y aun siendo su contenido técnico correcto, no se ha pretendido que sea excesivamente precisa. Por ello, se habla en general de impuestos y no se entra a distinguir entre los distintos tipos de tributos. Asimismo, cuando se tratan las pensiones, se indica genéricamente que éstas se financian mediante las aportaciones de trabajadores y empresarios y mediante los impuestos. El profesor adaptará la presentación a las peculiaridades del grupo concreto y al tiempo previsto para la misma. Curso
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Los seres humanos tenemos muchas necesidades para poder vivir.
¿Podríamos vivir sin comer, sin ropa que nos abrigue, sin una casa donde resguardarnos, etc.? La comida, el vestido y la vivienda han sido y son desde siempre las necesidades más elementales de toda persona. Para poder satisfacerlas todos debemos conseguir, por medio del dinero que se obtiene trabajando, ciertos bienes que la naturaleza nos ofrece directamente o que nosotros elaboramos o producimos.
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Las personas que vivieron en la prehistoria se enfrentaron con el problema de que los bienes son limitados y se acaban. Cuando las plantas, la caza o la pesca de un lugar se agotaban, aquellas personas se desplazaban o emigraban a otra zona o región en la que hubiera abundantes alimentos.
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Pero un buen día estas personas se dieron cuenta de que podían cultivar plantas o criar animales sin tener que emigrar a otros lugares. Así, se hicieron agricultores y ganaderos sedentarios, es decir, sin tener que desplazarse para satisfacer sus necesidades básicas. Con el paso de los años y de los siglos, las primeras necesidades y deseos de los seres humanos se fueron ampliando y complicando, hasta llegar al día de hoy, en que unas personas producen lo que otras necesitan o consumen.
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Al principio, las personas intercambiaban lo que cada una producía; así, por ejemplo, el pescador le daba pescado al agricultor y, a cambio, el agricultor le daba frutas y hortalizas al pescador. Como no siempre el bien que necesitaba una persona le era entregado a cambio de lo que él mismo producía y podía darle, se inventó el dinero con el que se puede adquirir cualquier cosa y que vale para cambiarlo por lo que sea; así comenzó el comercio.
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Pero los seres humanos no viven solos, aislados unos de otros
Pero los seres humanos no viven solos, aislados unos de otros. Los seres humanos vivimos en colectividad, en grupo. Vamos a identificar los distintos grupos a los que nosotros pertenecemos. Pensemos... La familia, los amigos, los compañeros de clase, los del colegio, el equipo en el que jugamos y otros parecidos, son algunos de esos grupos dentro de los cuales satisfacemos muchas de nuestras necesidades como individuos. Las personas adultas, sean hombres o mujeres, vuestros padres y madres, perciben a cambio de su trabajo un sueldo o un dinero; los jubilados una pensión, como seguramente recibirán vuestros abuelos. Con ese dinero compran lo que necesitan ellos y su familia y, a veces, también hasta lo que no necesitan. Ésta es la forma de satisfacer nuestras necesidades individuales.
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Además de estas necesidades particulares, existen otras que son comunes a mucha gente: educativas, sanitarias, asistencia a discapacitados, investigadoras… Por ejemplo: ¿Quién apaga el fuego que se produce en las casas, en las fábricas o en los bosques? ¿Quién limpia las calles y cuida los jardines? ¿Quién construye las carreteras, autovías o autopistas? ¿Quién construye los colegios y los hospitales? Son necesidades públicas, colectivas y cuya satisfacción exige el esfuerzo común, porque cada persona o cada familia por separado no tendría capacidad ni recursos suficientes para financiarlas.
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Para satisfacer estas necesidades colectivas, existen las administraciones públicas, como la Comunidad Europea, el Estado, las Comunidades Autónomas, las Diputaciones, los Ayuntamientos y otras, que se encargan de planificar los gastos de los servicios públicos que se prestan y que disfrutan los ciudadanos. Pero para poder pagar estos gastos, las administraciones públicas tienen que obtener unos ingresos o recursos, que proceden de los ciudadanos. Para ello, elaboran unos presupuestos. Es decir, que vistas las necesidades que hay y cuánto cuesta satisfacerlas, comprueban con qué dinero cuentan para pagarlas.
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Las administraciones públicas preparan presupuestos igual que lo hacemos cada uno de nosotros para saber cuánto podemos gastar en función del dinero que tenemos y al igual que hace nuestra familia y se hace en nuestra comunidad de vecinos.
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Volviendo a las administraciones públicas, en España, el Parlamento, cuyo nombre es el de Cortes Generales… ¿Sabéis qué es el Parlamento? ¿Habéis oído hablar de las Cortes Generales? ... aprueba unas cuentas que se llaman Presupuestos Generales del Estado, en las que se autoriza al Gobierno a conseguir o recaudar determinados ingresos y a realizar determinados gastos durante un año, y así poder satisfacer necesidades colectivas. Las otras administraciones también hacen sus cuentas de ingresos y gastos, es decir, también elaboran sus presupuestos, y con lo que recaudan se fijan unas metas u objetivos para satisfacer determinadas aspiraciones de las personas. Si vosotros pudierais hablar con las personas que elaboran el Presupuesto, ¿qué les pediríais?
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Por tanto, lo que acabamos de explicar sirve para saber que muchas de las cosas que necesitamos no podríamos conseguirlas cada uno por nuestra cuenta. Por eso, cada persona pone una pequeña parte de su dinero y con la aportación de todos se forma un fondo común, que es el que utilizan las administraciones públicas para pagar los edificios (colegios, hospitales, bomberos), carreteras, parques y otros servicios. Los ingresos públicos que hacen falta para poder satisfacer las necesidades colectivas y costear los servicios públicos de los que todos nos beneficiamos, fundamentalmente se consiguen mediante el pago de impuestos que realizamos los ciudadanos de acuerdo con las leyes de nuestro país.
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¿Alguno de vosotros ha estado alguna vez en un hospital público
¿Alguno de vosotros ha estado alguna vez en un hospital público? ¿Alguien ha tenido un nuevo hermanito y ha ido a verlo a él y a su mamá? Los hospitales, sus instalaciones, los quirófanos, los aparatos para hacer radiografías y otras pruebas a los enfermos, las camas, los sillones y sillas cuestan mucho dinero y se pagan con el dinero de todos. En los hospitales son necesarios los médicos y médicas, los enfermeros y las enfermeras y el resto de personas que trabajan dentro de estos centros sanitarios, que son muchas. Los enfermos y familiares no pagan a quienes trabajan en los hospitales, se les paga con el dinero común. De esta forma, todos (enfermos o no) damos dinero para los gastos de los hospitales y así algunas personas con poco dinero pueden ser atendidas y curadas igual que otras personas con mucho dinero. Cuando pagamos un impuesto, ayudamos a que todos podamos ir gratis a un hospital público. ¿Alguno de vosotros ha estado alguna vez en una farmacia para comprar medicinas con una receta del médico? Cuando se compran medicinas con receta por indicación del médico, se paga en las farmacias sólo una pequeña parte de lo que en realidad cuestan. La otra parte no sale del bolsillo de quien las compra, ya que las pagamos con el dinero común que aportamos todos con los impuestos. Es, por tanto, un gasto público del que nos beneficiamos todos los que tenemos que comprar medicinas para curarnos.
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¿Sabéis que los museos, los parques, las piscinas y los polideportivos públicos los pagan y mantienen las administraciones públicas con el dinero que damos todos con los impuestos? A las piscinas y polideportivos públicos, como son más baratos que los centros privados, pueden ir muchos más niños y niñas. Si sólo hubiera centros o clubes privados, muchos niños y niñas no podrían nadar ni hacer deporte porque sus familias no tendrían dinero suficiente para pagar la cuota de socios. ¿Tenéis abuelos? ¿Trabajan vuestros abuelos?¿Alguien sabe quién les paga la pensión que cobran, con la que viven? Tus abuelos no trabajan porque ya son mayores; trabajaron antes. Ahora reciben una cantidad de dinero para vivir que se llama pensión. Esta pensión es un derecho que se han ganado después de haber contribuido a lo largo de toda una vida de trabajo. Las pensiones son un gasto público, que se puede pagar con el dinero que se recoge de los impuestos y de las aportaciones de trabajadores y empresarios. ¿Sabéis con qué dinero se pagan las escuelas y colegios públicos, los pupitres, pizarras, mesas, sillas, el patio o el jardín de recreo? ¿Sabéis quién paga a los profesores y profesoras de los colegios públicos? Al igual que sucede con los hospitales, las escuelas y colegios públicos se construyen con el dinero que los ciudadanos aportamos mediante los impuestos. ¿Alguien sabe decir algún otro gasto público en la ciudad?[A continuación, el profesor dirá otros gastos, servicio de recogida de basuras, abastecimiento de agua potable, subvenciones al transporte público…]. Así pues, recordemos ahora los gastos públicos de los que hemos hablado hasta este momento: - Gastos sanitarios (Construcción y mantenimiento de hospitales. Sueldos de las personas que trabajan. Medicinas) - Gastos educativos (Construcción de colegios. Compra de mesas, sillas y armarios. Sueldos de las personas que trabajan). - Gastos culturales y de entretenimiento (Museos, bibliotecas, parques, piscinas, polideportivos). - Pago de pensiones. - Construcción y mantenimiento de carreteras y autovías.
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¿Alguno de vosotros ha oído hablar en casa de los impuestos?
¿Sabe alguien qué son los impuestos? Un impuesto es una cantidad de dinero que deben pagar obligatoriamente los ciudadanos para que las administraciones públicas puedan atender los gastos públicos de todos. Hay dos clases de impuestos: Los indirectos son aquellos que obligan a pagar a todo el mundo por igual cuando se hace una compra, se gane o se tenga más o menos dinero. El más conocido es el IVA, que se paga cada vez que compramos algo, por ejemplo, un lapicero, un pantalón, un CD, una tarjeta de móvil o el pan.
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b) Los directos son aquellos que permiten que quienes tienen más o ganan más dinero paguen cantidades mayores que quienes tienen menos y reciben unos ingresos inferiores.
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Uno de los impuestos directos es el Impuesto sobre la Renta (IRPF), que pagan las personas según el dinero que ganan, es decir, del sueldo que cobran o según los beneficios que tienen (por ejemplo, un arquitecto o una abogada o un fontanero o una taxista). ¿Habéis oído hablar del Impuesto sobre la Renta (IRPF)? El Impuesto sobre la Renta es el más conocido. Durante mayo y junio hay que presentar una declaración por este impuesto, que lleva a vuestros padres a buscar los papeles necesarios. Lo primero que debemos saber es que el Impuesto sobre la Renta se paga por las personas según el dinero que ganan. Así, el que gana más paga más y el que gana menos paga menos, e incluso las personas que tienen sólo lo justo para poder vivir no pagan nada. Pero, hay otras cosas que también queremos contaros sobre este impuesto. En el Impuesto sobre la Renta se considera que hay una cantidad mínima de dinero que todos necesitamos gastar para poder vivir y cubrir las necesidades básicas. Por esa cantidad no hay que pagar el impuesto. Además, esa cantidad mínima es mayor para las personas que tienen hijos, ya que deben alimentarlos, comprarles ropa, libros y juguetes. Otra cosa importante es que el Impuesto sobre la Renta tiene unos descuentos, que son cantidades que pueden restar las personas que tienen unos determinados gastos. Entre estos descuentos está el de las madres que tienen niños pequeñitos y además trabajan fuera de casa, para ayudarlas a poder pagar una guardería o a otra persona que cuide de sus hijos mientras están trabajando. También, las personas que compran una casa para vivir también pueden pagar menos Impuesto de la Renta mientras estén pagando su casa. Por último, el Impuesto sobre la Renta se paga todos los años, pero no de golpe. Se va pagando poco a poco, a plazos, ya que se pone cada mes una pequeña parte del sueldo que la gente gana. Cada año, en mayo o en junio, se hacen las cuentas: se suma todo lo que hemos ganado, se restan los descuentos o gastos que hemos tenido y lo que hemos pagado mes a mes, y si el resultado nos dice que nos falta algo por pagar, lo pagamos; pero si hemos pagado de más, nos lo devuelven. Así pues, el Impuesto sobre la Renta es un impuesto que intenta ser muy justo, al tener en cuenta las diferencias que hay entre las personas, pues unas ganan más y otras menos; unas tienen hijos y otras no. Unas tienen unos gastos y otras no. De este modo, el impuesto contribuye también a que las desigualdades entre las personas sean menores, pues aunque unos paguen más porque tienen más y otros paguen menos porque tienen menos, todos tenemos el mismo derecho a disfrutar de las carreteras, los parques, los hospitales, los colegios y los demás servicios comunes.
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Teniendo en cuenta lo mucho que cuestan los servicios públicos, todos deberíamos pagar los impuestos porque quien no lo hace deja de ingresar un dinero al fondo público común, al fondo de todos y perjudica a los demás. Es como si para hacer una fiesta, todos los niños dieran un dinero para poder comprar las bebidas y los aperitivos, pero hubiera uno o dos que quisieran estar en la fiesta, pero sin pagar ni ayudar en el trabajo. ¿Os parecería bien que alguien hiciera esto? ¿Por qué? Si todas las personas pagáramos lo que nos corresponde, habría mucho dinero para vivir todos mejor. Por ello, para ser buenos ciudadanos, todos debemos pagar los impuestos que nos corresponden. Además, sólo el que paga puede protestar cuando considere que el dinero colectivo se debería utilizar más para algunos gastos que para otros.
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Pero, ¿qué pasa cuando hay personas que no pagan lo que deben?
Cuando se sabe que una persona no paga lo que debe, se le obliga a hacerlo y se les penaliza con sanciones y multas. Además, si no paga los impuestos que debe y la multas, se le pueden embargar sus bienes (su casa, su coche, su moto, su tele, etc.) y el dinero que se obtiene de la venta de sus bienes se emplea para cancelar sus deudas de impuestos.
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El organismo responsable en el Estado de recaudar los impuestos es la AGENCIA ESTATAL DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA (AEAT), más conocida como la Agencia Tributaria.
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Dos son las misiones fundamentales que tiene encomendadas:
- Por una parte, ayudar al contribuyente a cumplir sus obligaciones tributarias. - Por otra, intentar evitar que la falta de solidaridad de algunos suponga una carga mayor para el resto, es decir, luchar contra el fraude fiscal.
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La Agencia Estatal de Administración Tributaria en Internet
En la página web de la Agencia Tributaria se puede encontrar mucha información y también se pueden hacer muchos trámites relacionados con los impuestos (se puede presentar la declaración de la renta, pagar los impuestos, etc.).
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Esperamos que ahora tengáis más claro para qué sirve pagar impuestos y RECUERDA:
“Todos tenemos necesidades individuales, que satisfacemos cada uno con nuestro dinero, pero además tenemos otras colectivas, que uno a uno no podríamos pagar. Para ello, se realizan aportaciones a un fondo común. Estas aportaciones se hacen fundamentalmente mediante el pago de impuestos. Con ellos se cubren los gastos precisos para establecer y mantener los servicios públicos que necesitamos y queremos tener para disfrutar de una mejor calidad de vida.”
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