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Los excluídos
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Los Excluídos San Marcos, en el Evangelio, va mostrando:
San Marcos, en el Evangelio, va mostrando: "Quién es Jesús". No se preocupa de dar definiciones abstractas, sino que presenta a Jesús actuando. A partir de sus gestos, podemos descubrir quién es Él: Jesús liberta al hombre poseído por un espíritu malo; - Extiende la mano a la suegra de Pedro y le ayuda a levantarse; - HOY vemos su actitud para con los marginados y EXCLUÍDOS.
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la severa discriminación de los LEPROSOS, en la ley de Moisés:
La 1 a Lectura muestra la severa discriminación de los LEPROSOS, en la ley de Moisés: “El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada, y gritando:”¡impuro, impuro!”; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento..." (Lv 13, ) El precepto se explica por la preocupación de contagio y por el concepto de los hebreos, que veían en la lepra un castigo de Dios... El Leproso era así un castigado de Dios y un excluido de la comunidad.
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En la 2ª Lectura, Pablo convida a "Hacerlo todo para gloria de Dios".
En el Evangelio, vemos la actitud de Cristo para con un LEPROSO: limpia al enfermo y lo reintegra en su comunidad. (Mc 1,40-45) - Un leproso, contrariando la ley, se aproxima a Jesús... y de rodillas implora: "Se quieres, puedes limpiarme..." - Jesús "se compadece", "extendió la mano y lo tocó...“ “QUIERO, queda limpio” y le restituyó la salud:
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Al acoger y tocar al leproso, Jesús transgredía la ley,
que prohibía tocarlos. Mas luego la cumple: le manda presentarse al Sacerdote, a quien correspondía la decisión de reconocer la curación y reintegrarlo en la comunidad. Para Cristo, la caridad está encima de la Ley... Jesús "compadecido" cura dos males: el mal de la soledad y el mal de la lepra. Y reintegra al leproso a la convivencia fraterna... - El Leproso, al experimentar el poder salvador de Jesús, se convierte en un ardoroso testigo del amor y de la bondad de Dios.
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* Dios no excluye a nadie.
Todos están llamados a integrar la familia de los hijos de Dios. El Leproso no es un marginal, un condenado, un hombre indigno, sino un hijo amado a quien Dios quiere ofrecer la Salvación y la vida. * El Camino del leproso debe ser el camino de todo discípulo: - Ir a Jesús, aceptar la propia limitación humana, - experimentar la misericordia y el poder libertador del Señor - y finalmente convertirse en testigo de las grandes obras de Dios.
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* Hay elementos del Sacramento de la Penitencia:
La Penitencia es un encuentro con Jesús, que cura la lepra del pecado y reintroduce en la comunidad eclesial. Los leprosos de hoy... Infelizmente la "lepra" también existe en nuestra sociedad y en la Iglesia. Hay excluidos, los dejados "fuera del campamento". - Son rechazados, como si fuesen leprosos, todos los "DIFERENTES": los que piensan o actúan de modo diferente que nosotros...
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- Quien se siente un "leproso",
¿a quién debe acudir? ¿Podrá contar con el apoyo de los cristianos de su comunidad, con la misma confianza del leproso que buscó a Jesús? Leprosos de hoy son los que viven en los barracones de las ciudades ricas; son los desempleados de las ciudades industriales; los jóvenes drogadictos, víctimas de una sociedad consumista; son los niños abandonadas; son los ancianos sin aceptación ni para un empleo ni en la familia, como producto descartable...
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+ Jesús no tuvo repugnancia de los leprosos... Por lo contrario,
Por lo contrario, se aproxima a ellos, porque ve en ellos un hijo de Dios. * ¿Cuál es nuestra actitud para con ellos? Nuestros prejuicios, nuestro legalismo, ¿no estarán creando marginación y exclusión para nuestros hermanos? - Jesús sintió "compasión"... * ¿Qué sentimos ante el sufrimiento, la injusticia, la miseria de un hermano? “¿Extendemos la mano" o solo nos lamentamos diciendo: “Pobrecillo"?
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El encuentro con Jesús cambió totalmente la vida del leproso.
No podía esconder la alegría, que ese encuentro le produjo en su vida y sintió la necesidad de dar testimonio. * Nuestro encuentro con Cristo en la eucaristía ¿nos hace capaces de testimoniar en medio de nuestros hermanos, con alegría y entusiasmo, la liberación que Cristo nos trajo? - ¿Quiénes son los leprosos, que nosotros excluimos de nuestra convivencia? ¿Estamos dispuestos, a ejemplo de Cristo, a aproximarnos a ellos y extender nuestra mano?
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Es para que el nombre sea el MÍO, el lugar sea AQUÍ,
El Leproso no tiene nombre, no se dice el lugar, ni el tempo en que fue curado. Es para que el nombre sea el MÍO, el lugar sea AQUÍ, y el tiempo sea AHORA. - ¿Cuál es tu lepra? Cuando el Evangelio es anunciado, si me entrego a Jesús y me convierto, se realiza en mí aquello que se ha dicho: "Quiero, queda limpio". P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS
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P. José Luis Uranga, CMF MI DOMINGO Nelso Geraldo Ferronatto
Con la Palabra de Dios Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Formato: Nelso Geraldo Ferronatto Traducción: P. José Luis Uranga, CMF Música: Balada da Caridade Missionárias de Jesús Crucificado
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