Domingo de la Sagrada Familia Ciclo B 31 de Diciembre de 2017.

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1 Domingo de la Sagrada Familia Ciclo B 31 de Diciembre de 2017

2 Todos los años, el último domingo del año, a no ser que coincida el mismo día de Navidad, celebramos la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.

3 Estamos en el ambiente de Navidad, en que revivimos la venida de Dios hecho hombre para salvarnos.
Pero este Dios hecho hombre, que es Jesús, no fue un hombre venido de otro planeta, sino que nació en una familia y vivió como miembro de una familia.

4 Hoy la Iglesia quiere proponer a todas las familias este ejemplo de la familia de Nazaret, tan cercana y a veces tan extraña. Modelo sobre todo de fe robusta en la presencia de Dios, pase lo que pase en la vida.

5 Sobre todo, modelo de un profundo amor y unidad en medio de las dificultades. Porque en las familias se dan divergencias en los caracteres y gustos; pero pueden limarse si hay amor. Por eso pedimos hoy por las familias: para que se quieran como se quería la familia de Nazaret:

6 Una familia que se quiere como se quería en Nazaret,
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7 un compartir con los hermanos

8 dándonos con gozo y sencillez.

9 Espíritu de Iglesia primitiva amando en la esperanza y en la fe.
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10 Dios en sí es una familia de amor entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Un día, así lo esperamos, contemplaremos la maravilla de esa Familia de Dios y seremos felices al vivir la gran realidad del amor infinito.

11 Nosotros hemos sido creados “a imagen y semejanza de Dios”
Nosotros hemos sido creados “a imagen y semejanza de Dios”. Y esta imagen se hace patente en una digna vida familiar.

12 La imitación de Dios como familia se nos hace un poco lejana.
Por eso hoy la Iglesia nos invita a contemplar esta otra familia terrena, donde está realmente presente Dios en la persona de Jesús; pero que como hombre va creciendo en los valores humanos.

13 pero donde hay amor se superan muchas dificultades y obstáculos.
Según dicen los entendidos, la familia moderna es muy frágil. Por eso se necesita más el amor, como elemento de cohesión. Donde no existe el amor, la convivencia familiar se resquebraja; pero donde hay amor se superan muchas dificultades y obstáculos.

14 El amor no debe quedar en lo sentimental, sino que es una capacidad de salir de sí para darse a los demás. Ese amor es el que da sentido a la vida. Y para un cristiano es el descubrir en el otro a un hijo de Dios. De aquí el aceptar, respetar y amar al otro, especialmente en la familia.

15 Todos los años se lee en el evangelio algún pasaje en que el centro sea la familia de Nazaret, aunque el más centro sea Jesús. En este año, que es el ciclo B, se habla de la Presentación del niño Jesús en el templo.

16 Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones." Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel." Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma."

17 Y continúa el evangelio:
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

18 Vemos que la Sagrada Familia va al templo a cumplir con una ley
Vemos que la Sagrada Familia va al templo a cumplir con una ley. Es bueno cuando los niños en su familia aprenden a cumplir las leyes, también las civiles. Lo de los 40 días para los israelitas era una ley civil y religiosa. María no necesitaba purificarse, pero fue a cumplir la ley.

19 Tampoco el Niño Jesús tenía porqué presentarse a Dios ni hacer rescates; pero iban a cumplir la ley. Y llevaban la ofrenda de sacrificio. Como eran pobres llevaron dos tórtolas o dos pichones.

20 Jesús, José y María van al templo como una familia pobre normal
Jesús, José y María van al templo como una familia pobre normal. Hubieran pasado desapercibidos. Pero Dios le revela a aquel hombre, Simeón, sobre la grandeza de aquel niño. Y Simeón, el hombre de la esperanza, sintió lleno su corazón y exclamó:

21 Ahora puedes dejar, oh Señor, a tu siervo marchar en la paz.
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22 Según tu palabra.

23 Según tu palabra.

24 Porque tu salvación contemplaron mis ojos,

25 la que Tu preparaste a la vista de todos los pueblos.

26 Es la luz que ilumina las gentes:

27 De tu pueblo esplendor. Hacer CLIC

28 Y las penas con amor, son menos penas y más de paso.
Pero no todo fue alegría. En ese momento Simeón también predijo a María que una espada iba a atravesar su corazón. En esta vida que es de paso habrá alegrías y penas; pero todo nos debe llevar hacia Dios. Y las penas con amor, son menos penas y más de paso.

29 Y no sólo estaba Simeón, fuera de la Sagrada Familia, para alabar a Dios. También una anciana, Ana, alababa a Dios, porque llegaba la salvación de Dios. Y además lo proclamaba a otros. Era un verdadero apostolado.

30 Y se volvieron a Nazaret
Y se volvieron a Nazaret. Aquí no habla sobre si fueron a Egipto o tardaron más o menos. Era una manera esquemática de pasar adelante, porque al evangelista le interesaba decir lo que Jesús nos iba a enseñar.

31 Y lo primero que Jesús nos iba a enseñar es que, para redimirnos, era muy importante el vivir bastantes años en una familia. Por eso, como era niño, debía crecer. Pero no sólo en estatura, sino en sabiduría y en gracia. Esta es la lección: Ya que estamos en este mundo, debemos vivir creciendo, sobre todo en lo más importante.

32 Y cada uno debe crecer donde Dios le ha puesto.
Jesús iba creciendo en aquella familia y en aquel taller de Nazaret, que no sería gran cosa, sino un sencillo y pequeño taller.

33 En el taller de Nazareth, pequeño y pobre taller,
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34 en su labor está José y el Niño quiere aprender.

35 En el taller de Nazareth, pequeño y pobre taller,

36 silencio y paz, amor y fe: Jesús, María y José.

37 Labora y canta la esposa del carpintero,

38 y el mundo entero sonríe y canta también.
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39 Lo normal es, o debería ser, crecer dentro de la propia familia
Lo normal es, o debería ser, crecer dentro de la propia familia. En esta vida la familia es una realidad hermosa, como es la amistad, el trabajo fecundo y creativo, la fiesta y la alegría, la esperanza ilusionada y el sentir que vale la pena el vivir.

40 Pero la familia también tiene muchas dificultades
Pero la familia también tiene muchas dificultades. Este mundo no es aún el paraíso ni la utopía que algunos se figuran. Suele haber crisis y tensiones. Y a veces demasiadas. Esta fiesta de la Sagrada Familia es para quitar un poco de esas tensiones, acrecentando el amor.

41 En muchas familias hay inestabilidad
En muchas familias hay inestabilidad. Hay parejas que se juntan y se separan con una asombrosa facilidad, como si la familia fuese algo secundario en la vida. El amor, cuando es verdadero, debe ser íntimo y estable.

42 Las inseguridades en la familia son promovidas a veces por el consumismo, o por la falta de comunicación entre los padres y los hijos. Quizá por los excesos de trabajos, o por falta de ellos. Otras veces es por diversas actividades demasiado absorbentes.

43 Pero sobre todo es por la falta de religiosidad
Pero sobre todo es por la falta de religiosidad. Hoy en la 1ª lectura, que es la misma para los tres ciclos, se nos exponen algunas virtudes para la familia que quiera ser cristiana, principalmente el amor. Dice así:

44 Dios hace al padre más responsable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados. Eclesiástico 3,

45 Es como una explicación del mandamiento sobre honrar al padre y a la madre. Debemos tener en cuenta que cuando Moisés proclamó este mandamiento no se trataba en primer lugar sobre el respeto de los niños a sus padres, aunque también. Se trataba sobre todo de cómo una persona adulta debe tratar a sus padres ya mayores.

46 Siempre debemos recordar que el amor es lo que une, especialmente en las familias. Sin embargo suele haber mucho egoísmo. Se quiere llamar amor a intereses materiales o a una simple ilusión o pasión. Y muchos matrimonios se parecen como aquel necio que edificó su casa sobre arena, no en la roca del amor.

47 Si Jesús dijo que donde dos o tres se reúnen para orar allí está Dios en medio, de una manera especial se debe aplicar a una familia. A Dios se le tiene que derretir el corazón cuando ve toda una familia que acude a El en la plegaria.

48 La palabra “amor” está muy distorsionada
La palabra “amor” está muy distorsionada. El amor es dar de sí, de sus penas y alegrías, de sus ideales y su vida. Es fuerza creativa y comunicativa. Y en la familia hay mucho que crear. Jesús, creciendo en la familia, nos da ejemplo.

49 La vida de familia requiere mucha responsabilidad
La vida de familia requiere mucha responsabilidad. Y el amor en la familia hace responsables el uno al otro. Ser responsables es ponerse en la actitud de ver qué es lo que Dios quiere de mi dentro de la familia. Como María y José nos manifiestan su actitud de ponerse en las manos de Dios.

50 El amor comienza cuando se prefiere al otro y no a sí mismo
El amor comienza cuando se prefiere al otro y no a sí mismo. Y cuando se reconocen las diferencias y las diversas libertades dentro del mutuo amor. El amor es compartir las personalidades de cada uno, con desprendimiento del propio egoísmo. Cuando crece así se va realizando la verdadera familia.

51 Crecer en el amor es conocerse más, estimarse más y respetarse más
Crecer en el amor es conocerse más, estimarse más y respetarse más. Hoy pedimos para que los padres sean dignos del amor de sus hijos. Y lo serán si saben enseñarles las buenas costumbres, la buena educación.

52 Terminamos recordando a San Pablo que nos habla de toda la familia: Cómo los hijos deben respetar a los padres, y cómo los padres deben saber educar a los hijos. Estos son el fruto del mutuo amor. Cuando hay amor, el amor de los padres a los hijos es un auténtico amor.

53 El amor de los padres hacia sus hijos
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54 es entrega y desvelo, es auténtico amor.

55 El amor de los padres hacia sus hijos

56 siempre da, nunca pide, es sacrificio;

57 siempre da, nunca pide, es puro amor.

58 Oye, Señor,

59 nuestra plegaria

60 que por nuestros padres queremos rezar.

61 Coge en tus manos amorosas de Padre,

62 coge sus vidas y con tu vida

63 hazlas siempre brillar.

64 Que las familias escuchen y sigan las palabras del Señor.

65 Que haya mucha unión y comprensión en el trabajo

66 Y que la paz, que queremos para el mundo, comience en el hogar.
AMÉN