Descargar la presentación
La descarga está en progreso. Por favor, espere
Publicada porMaría Josefa Arroyo Santos Modificado hace 6 años
1
Luz que alumbra a las naciones Lectio Fiesta Sagrada Familia. Ciclo B.
31 Diciembre Secretariado Catequesis de Cádiz y Ceuta Música: Christmas Canon Elaboración: Manuel López/Eloísa Díaz-Jara Montaje: Eloísa Díaz-Jara
2
ORACIÓN INICIAL Niño Dios bendice a todas las familias,
protege a todos los niños, a los jóvenes y ancianos. Haz que en todos los hogares te abran el corazón, y seas Tú para ellos ayuda, consuelo, fortaleza, gracia y bendición. Que la familia cristiana, sea luz y descanso para los débiles, los acianos… y para cuantos se acerquen a ella.
3
TEXTO BÍBLICO Lc. 2, 22-40 Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.» Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
4
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.» Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
5
LECTURA ¿Qué dice el Texto?
6
Dios vino a enseñarnos lo mejor, y lo hizo desde el asombro humilde de María y José, llamados a acoger y acompañar lo extraordinario de Dios desde lo ordinario de su condición. Sin omitir ninguna de las obligaciones que como creyentes y como miembros del pueblo de Israel debían también ellos seguir: “cuando llegó el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén, para presentarlo al Señor".
7
Y sin embargo, esa aparente cotidianeidad, esa sencilla vida ordinaria, escondía algo sublime, ocultaba sin pretenderlo a Alguien a quien tantos habían esperado en Israel. Dos ancianos, Simeón y Ana, habían esperado ese momento de ver al Mesías.
8
Ellos dos eran como los representantes de una larga fila, inmensa, de todos los que antes de ellos vinieron y los que después de ellos hemos venido.
9
Nos los podemos imaginar temblones y llorosos por ver cumplido lo que toda una vida habían estado esperando. Simeón se puso a cantar un himno de alabanza porque estaba arrullando entre sus manos arrugadas y tiernas a quien era presentado como luz para todos los Pueblos. Y comprendió que la vida ya le había dado todo, y tan hermosamente, y tan puntualmente, y tan inmerecidamente… pero se lo había dado de verdad.
10
Todos nosotros tenemos la misma promesa del anciano Simeón, sea cual sea nuestra edad y circunstancia. Hemos nacido para ese encuentro con Alguien que se nos da como la luz que corresponde a tantas negruras y apagones, como la misericordia que corresponde con todas nuestras durezas, como la gracia que es capaz de abrazar nuestras soledades, la alegría que recoge en su odre festivo todas nuestras lágrimas laborables.
11
Este encuentro es lo que en estos días y siempre llamamos Navidad.
Dios nos ha invitado a su fiesta al hacernos nacer a su Hijo para nuestro bien, y al mostrarlo dentro de aquella bendita familia.
12
¿Qué me dice el Señor en el Texto?
meditación ¿Qué me dice el Señor en el Texto?
13
En la familia es en donde mejor se ve y se construye la "cultura del encuentro", ya que es lugar de convivencia entre generaciones (padres, hijos, abuelos, bisabuelos, nietos), donde nadie queda excluido, donde todos son necesarios y cada uno recibe el amor y la ayuda que necesitan.
14
En la familia se aprenden y desarrollan las virtudes esenciales para la vida. Una familia viva, en cuyo centro, como sustentador de cada uno, en todo su desarrollo personal y social, y a lo largo de todo el camino que dure la existencia, esté Dios.
15
La Sagrada Familia de Nazaret es el prototipo de toda familia cristiana. ¿Quién es esa familia?
La que reunida en el sacramento del matrimonio, y alimentada con la Palabra y la Eucaristía, está llamada a realizar esa vocación y misión de ser célula viva, no solamente de la sociedad, sino también de la Iglesia.
16
En la Familia de Nazaret contemplamos cómo el amor no es concéntrico, ni busca interés personal ni toma en cuenta el mal recibido, sino que se alegra con la verdad. En Nazaret, se hacen verdad aquellas palabras del apóstol San Pablo: "el amor todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta“.
17
Quienes desean construirse como familia desde Dios, acuden a Él para hacer la ofrenda y presentar a quien acaba de incorporarse a la familia. Por eso, todas las familias llevaban al templo de Jerusalén a sus hijos. El icono de toda familia es, pues, Jesús, María y José yendo al templo de acuerdo con la Ley. Van los tres. Y lo hacen para consagrar a Jesús a Dios, y entregar la oblación prescrita.
18
"Ahora puedo marchar en paz, porque mis ojos han visto la salvación"
"Ahora puedo marchar en paz, porque mis ojos han visto la salvación". Ese "ahora" determina que un tiempo acaba y otro nuevo comienza. Y que empieza el tiempo donde la Belleza se hizo presente en este mundo realmente.
19
En ese "ahora", ¿acaso no hemos de introducir la experiencia del amor y de la vida que Dios nos ofrece en Jesús? Él es la luz de los pueblos, de todos los hombres. Ninguno está excluido de su amor.
20
La profetisa Ana, daba gracias a Dios y hablaba de Jesús a todos los que aguardaban la liberación. Hay que hablar de Jesús, con palabras y con obras. Hay que liberar y eliminar esclavitudes. El desconocimiento del Señor engendra esclavitudes.
21
La familia de Nazaret se abrió a la vida verdadera, poniendo de relieve su fuerza de humanización y la alegría del Evangelio de la familia. Toda familia, en cuanto comunión íntima de vida y amor, es lugar de humanización, cuna de la vida y del amor.
22
Hoy es día de entregar Belleza al matrimonio y a la familia, hoy es día de decir un Sí incondicional al amor. Dios es amor, y por ello la vocación fundamental de todo ser humano está en amar.
23
¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?
oración ¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?
24
«Creemos en la familia, pequeña comunidad de fe, esperanza y fraternidad; por eso la soñamos abierta y la queremos capaz de dar cabida y acoger otras personas; y construirla sobre el compartir.
25
Creemos en el espíritu de Dios que nos hace ser de su familia.
Creemos en el amor, el beso y la caricia, creemos en los ojos que miran limpiamente, creemos en el diálogo que sugiere y escucha y en la fidelidad que construye el nosotros de cada día. Creemos en el espíritu de Dios que nos hace ser de su familia.
26
Señor acoge hoy la vida de los padres, las madres, los esposos los hijos los hermanos… los separados, y también la vida de las “otras familias”. Amén».
27
¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?
contemplación ¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?
28
Contempla a esta pequeña familia, en medio de tanta gente, en los grandes atrios del templo. No sobresale a la vista, no se distingue... Sin embargo, no pasa desapercibida. Dos ancianos, Simeón y Ana, movidos por el Espíritu Santo, se acercan y comienzan a alabar a Dios por ese Niño, en quien reconocen al Mesías, luz de las gentes y salvación de Israel.
29
¿Quién hace que se encuentren
¿Quién hace que se encuentren? Jesús hace que se encuentren: los jóvenes y los ancianos. Jesús es quien acerca a las generaciones. Es la fuente de ese amor que une a las familias y a las personas, venciendo toda desconfianza, todo aislamiento, toda distancia. ¿Es Jesús quien facilita y une en tu vida de familia, el que facilita las relaciones entre padres, e hijos, abuelos…?
30
¿Pones los medios y te preocupas para que tu familia esté centrada en Jesús? ¿Oráis juntos? ¿Sois misericordiosos unos con otros, os perdonáis, comprendéis, dialogáis… El mensaje que proviene de la Sagrada Familia es ante todo un mensaje de fe. En la vida familiar de María y José Dios está verdaderamente en el centro, y lo está en la Persona de Jesús. Por eso la Familia de Nazaret es santa. ¿Por qué? Porque está centrada en Jesús.
31
La luz que irradia (la Sagrada Familia) es luz de misericordia y de salvación para todo el mundo, luz de verdad para todo hombre, para la familia humana y para cada familia. Esta luz que viene de la Sagrada Familia nos alienta a ofrecer calor humano en esas situaciones familiares en las que, por diversos motivos, falta la paz, falta la armonía y falta el perdón.
32
¿Los más débiles, los ancianos… cómo son considerados y tratados?
En las situaciones de dificultad ¿os animáis unos a otros, os sostenéis, buscáis soluciones juntos…? ¿Veis a Dios en esos momentos de dificultad? ¿Sois luz y descanso unos para otros? ¿Los más débiles, los ancianos… cómo son considerados y tratados?
33
Que no disminuya nuestra solidaridad concreta especialmente en relación con las familias que están viviendo situaciones más difíciles por las enfermedades, la falta de trabajo, las discriminaciones, la necesidad de emigrar...
34
¿Cómo vives la situación de esas familias que viven en dificultad de enfermedad, falta de trabajo, discriminación, necesidad de emigrar, dificultades para comprenderse e incluso de desunión? ¿Qué haces o qué te propones hacer?
35
Acción ¿A qué me comprometo?
36
Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios.
Busca la ocasión de reunir a la familia y en clima de oración da gracias por cada uno de sus miembros, como Simeón. Bendice al Señor por la familia que te ha dado.
37
Da gracias a Jesús por tu familia, por la Iglesia, por tu comunidad parroquial, amigos… y pídele que Él te enseñe a amarle a Él y a los hermanos.
38
A ejemplo de la Sagrada familia, ¿qué pasos concretos te propones dar en tu vida?
39
Procura orar en familia por tu familia
Procura orar en familia por tu familia. Dedícale tu tiempo, sé comprensivo, misericordioso y muéstrales que los amas.
40
Acércate a alguna familia que esté viviendo dificultad de enfermedad, falta de trabajo, discriminación, necesidad de emigrar, dificultades para comprenderse e incluso de desunión.
41
Revisa tu testimonio de vivencia familiar y vive con hondura tu experiencia de familia, en tu propia familia en tu grupo o comunidad de fe, con las personas que trabajan contigo…
42
Transmite entusiasmo y ternura, que ayude y a sostener a los pequeños, a los frágiles, a los débiles. FIN
Presentaciones similares
© 2025 SlidePlayer.es Inc.
All rights reserved.