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Donde dos o tres se reúnen en mi nombre...

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Presentación del tema: "Donde dos o tres se reúnen en mi nombre..."— Transcripción de la presentación:

1 Donde dos o tres se reúnen en mi nombre...
Lectio divina Domingo XXIII T. O Ciclo A. 10 Septiembre 2017 Secretariado Catequesis de Cádiz y Ceuta Música: “Despierta Jerusalem Elaboración y Montaje: Eloísa Díaz-Jara Avance Manual

2 ORACIÓN INICIAL Señor, Creo en las personas que construyen
una tierra libre, fraterna y solidaria. Creo en la fuerza del amor, en el perdón y en la paz.  Creo en las manos que levantan a los que cayeron al borde del camino. Creo en el respeto y la tolerancia que acoge a cada cual como es.  Creo en Dios, Padre/Madre de todos, amigo y compañero de camino. Creo en las personas, reflejos del amor de Dios.

3 TEXTO BÍBLICO Mt Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano. En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos. Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

4 LECTURA ¿Qué dice el Texto?

5 "Si tu hermano peca, repréndelo"
"Si tu hermano peca, repréndelo". Primero a solas, luego con algún hermano más como testigo, y finalmente si es necesario, con toda la comunidad delante. Lo que hay en el fondo de este modo cristiano de afrontar el pecado ajeno es precisamente considerar que el problema del otro es también el mío, es decir, que el Pueblo de Dios que Jesús ha puesto en marcha es coresponsable de su salvación.

6 Formamos parte de una misma comunidad de origen y destino… Somos ese nuevo Pueblo que camina junto en la peregrinación apasionante de la vida y de la fe. Por eso no es indiferente que otros vivan en la luz o en la tiniebla, en la verdad o en la mentira, en el amor o en el egoísmo.

7 … Puedo y debo reprender al otro, cuando también yo me pongo en el punto de mira, porque es la Verdad de Dios la que juzga: tanto al otro como a mí. No se avisa o se reprende al otro porque en mí no exista la limitación, sino porque existe deseo tanto para él como para mí, de vivir en la Verdad.

8 Porque vivir en cristiano no es ser impecables, sino desear dejar de ser pecadores.
No tanto por nuestro esfuerzo cuanto por la Gracia de Dios. Por eso es posible la alegría y la esperanza aun en medio de nuestras fragilidades y cansancios.

9 Otra cuestión es el modo de reprender, es decir, la actitud con que se hace. En el cristiano está excluida una reprensión que nazca de la arrogancia, de la soberbia, del puritanismo fariseo...

10 La reprensión cristiana tiene otra matriz que es precisamente la que la hace bella y justa: ser para el otro como un vigía fraterno que avisa del peligro, que señala el error, que urge a la conversión y anima a la confianza esperanzada.

11 Y por eso nace del amor más grande: desear la Verdad y la Luz que provienen de Dios, como el mayor bien que el otro puede tener. La reprensión cristiana en una compañía llena de perdón y ternura que nos acompaña hacia el encuentro con la misericordia de Dios.

12 ¿Qué me dice el Señor en el Texto?
meditación ¿Qué me dice el Señor en el Texto?

13 El Evangelio de este domingo presenta el tema de la corrección fraterna en la comunidad de los creyentes: es decir, cómo debo corregir a otro cuando hace algo que no está bien. Jesús nos enseña que si mi hermano comete una falta en contra de mí y me ofende, debo tener caridad hacia él y, ante todo, hablarle personalmente, explicándole que lo que dijo o hizo no es bueno.

14 «Repréndelo estando los dos a solas»
«Repréndelo estando los dos a solas». La actitud es de delicadeza, prudencia, humildad y atención respecto a quien ha cometido una falta, evitando que las palabras puedan herir y matar al hermano. Porque también las palabras matan. Cuando hablo mal, cuando hago una crítica injusta… esto es matar la fama del otro.

15 Esta discreción de hablarle estando solo tiene el fin de no mortificar inútilmente al pecador… ayudar a la persona a darse cuenta de lo que ha hecho, y que con su culpa ofendió no sólo a uno, sino a todos. Pero también de ayudarnos a nosotros a liberarnos de la ira o del resentimiento, que sólo hacen daño: esa amargura del corazón que lleva a la ira y al resentimiento y que nos conducen a insultar y agredir.

16 Ante Dios todos somos pecadores y necesitados de perdón
Ante Dios todos somos pecadores y necesitados de perdón. Jesús nos dijo que no juzguemos. La corrección fraterna es un aspecto del amor y de la comunión que deben reinar en la comunidad cristiana, es un servicio mutuo que podemos y debemos prestarnos los unos a los otros.

17 Corregir al hermano es un servicio, y es posible y eficaz sólo si cada uno se reconoce pecador y necesitado del perdón del Señor. La conciencia misma que me hace reconocer el error del otro, antes aún me recuerda que yo mismo me equivoqué y me equivoco muchas veces.

18 Al inicio de cada misa, somos invitados a reconocer ante el Señor que somos pecadores, expresando con las palabras y con los gestos el sincero arrepentimiento del corazón. Y decimos: «Ten piedad de mí, Señor. Soy pecador. Confieso…». Y no decimos: «Señor, ten piedad de éste que está a mi lado, o de ésta, que son pecadores». ¡No! «¡Ten piedad de mí!».

19 ¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?
oración ¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?

20 Sé presencia viva de la misericordia de Dios, muéstrale su amor,
Si tu hermano peca… Sé presencia viva de la misericordia de Dios, muéstrale su amor, sé, el amigo y compañero que escucha y sabe esperar, el que lo consueles y le fortalezcas, el que le ayudes a experimentar la bondad del Señor…

21 Sé el que lo sostengas, el que le ayudes a cambiar de vida,
el instrumento de Dios para ayudarle a volver. La palabra amiga que alienta y estimula… Sé el que lo acompañes en su vuelta al Señor, el que le hagas sentir su misericordia y el perdón de Dios.

22 Sé tú, el que vayas a su encuentro,
el que le hagas sentir la alegría por su regreso. Sé, el que le ayudes a recomenzar, un hermano y un amigo para él… Míralo con los ojos y el corazón de Dios.

23 ¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?
contemplación ¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?

24 Contempla como la presencia Jesús en la comunidad es fortaleza y seguridad para sus seguidores. Él es quien capacita a la comunidad y a sus integrantes para hacer lo que Él hizo y sigue haciendo: amar, perdonar, reconciliar, servir…

25 A la luz de esto, si miras tu vida, ¿a cuánta gente ayudas a volver al Señor?, ¿cuántos han experimentado la misericordia y el perdón de Dios gracias a tus palabras y tu cercanía? “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.

26 Hoy, donde estás y en lo que haces, ¿a cuánta gente deberías ir a buscar y así ayudarles a volver al Señor?, ¿a quiénes deberías ayudarles a experimentar la bondad y la misericordia del Señor?, ¿qué podrías hacer por los que están alejados y son indiferentes al tema de Dios?

27 ¿qué haces por la comunidad para que en ella se viva la experiencia de la bondad y la misericordia del Señor? ¿Te sientes una persona de paz, de amor, que busca la reconciliación en la comunidad y que fomenta la unión y la comunión?,

28 ¿Estás implicado y comprometido con el hermano que tienes a tu lado y buscas integrarlo a la comunidad, siendo para él como un Cireneo para ayudarlo a volver al Señor?

29 En la segunda parte del evangelio nos encontramos promesas muy importantes que Jesús realiza a sus discípulos: el poder de atar y desatar, la importancia de la oración y la promesa de su presencia para siempre. No hay comunidad cristiana si Cristo no está presente en medio de ella.  Esa comunidad de hombres y mujeres que creen en Jesús vive de la oración, de la plegaria constante a Dios.

30 acción ¿A qué me comprometo?

31 Este Evangelio nos hace revisar nuestras actuaciones con los hermanos.
A la luz de Dios, toma conciencia de cómo recibes y qué actitudes tienes cuando te aconsejan, te corrigen…

32 ¿Qué puedes hacer por ellos?
A la luz de Dios, examina cómo te acercas a las personas que necesitan a alguien que los ayude. Es desde la Misericordia de Dios o desde otros planteamientos no cristianos. ¿Qué puedes hacer por ellos?

33 Ofrece el perdón a aquellos que te hayan ofendido e intenta acercarte a quienes tienes alguna dificultad para relacionarte con ellos.

34 “Si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos”. Busca a otra persona para orar por las necesidades tuyas o de los demás.

35 La comunidad es como un estanque, que cuando cae una piedra por pequeña que sea provoca hondas. Con tu conducta, pon amor ante las “hondas” que repercuten en la comunidad. Pon paz y serenidad.

36 El modelo de comunidad que nos presenta Mateo es el de una comunidad de hermanos y hermanas en la que las murallas de clases sociales, prejuicios, privilegios, autoritarismos se han de derribar para que nazca la comunidad de iguales y participativa. Colabora a que esto se haga realidad.

37 Qué puede hacer para que en tu comunidad, en tu familia… se viva la experiencia de la bondad de la misericordia de Dios?

38 Sé persona de paz, de amor, que busca la reconciliación en la comunidad, que fomenta la unión y la comunión, que evita las críticas, que guarda las “espaldas”… FIN


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