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¿Cómo se espera que venga a nosotros
Su Reino?
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Evangelio del próximo Domingo
Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 12 de Noviembre de 2017 Domingo de la Trigésimo Segunda Semana Durante el Año
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EVANGELIO: Mateo , 1-13
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Jesús dijo a sus discípulos
esta parábola:
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será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas
«El Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo.
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Cinco de ellas eran necias
y cinco, prudentes.
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Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse
de aceite,
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mientras que las prudentes tomaron sus lámparas
y también llenaron de aceite sus frascos.
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Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas.
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Pero a medianoche se oyó un grito: “Ya viene el esposo, salgan a su encuentro”.
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se despertaron y prepararon sus lámparas.
Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.
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Las necias dijeron a las prudentes:
“¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?”
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Pero éstas les respondieron: “No va a alcanzar para todas.
Es mejor que vayan a comprarlo al mercado”.
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Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta.
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Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: “Señor, señor, ábrenos”.
Pero él respondió: “Les aseguro que no las conozco”.
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Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.» Palabra del Señor
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MEDITACIÓN
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Una fiesta de la que somos parte
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Recordemos que en otra parábola Jesús ya había comparado al Reino con un banquete de bodas
(cf. Mt 22,2ss)
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y entonces habíamos identificado al novio de esa celebración con el mismo Señor
(cf. 2 Cor 11,2)
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Es decir, que el sueño del Nazareno, al cual él llamaba Reino de Dios o de los Cielos, de una sociedad más plena, más solidaria, más fraterna…
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más humana, porque desarrollaría lo mejor de nuestra humanidad,
o, en otras palabras, más humana, porque desarrollaría lo mejor de nuestra humanidad, sería una sociedad obviamente más alegre
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donde él sería el novio fiel
Tan alegre como… una fiesta de bodas, donde él sería el novio fiel y lleno de amor.
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Las bodas significaban la más grande celebración, por todo el tiempo que requerían de preparación y luego la fiesta misma que podía durar una semana
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Entonces, las jóvenes que eran consideradas para formar parte del cortejo que acompañaría al novio en su entrada al banquete, se tomaban su tarea en serio
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y, tanto como el vestuario y el maquillaje, se aprovisionaban para tener sus lámparas dispuestas para recorrer los senderos desde el camino principal hasta la casa donde se realizaría la recepción
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Jesús utiliza esta imagen para señalar cómo “se espera”
la llegada del Reino
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Vemos acá que las prudentes son diferentes de las necias solamente en una cosa: tienen la precaución de llevar más combustible del normal para poder rellenar sus lámparas.
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Las primeras durmieron igual que las otras, pero antes se prepararon completamente para la llegada del esposo, sin importar cuánto tardara
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Teniendo presente que estos son símbolos,
¿qué representaría ese “aceite” necesario en la espera de la fiesta del amor eterno, la que, como sabemos, aún no llega?
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Primero, saber que la espera no se realiza esperando… o, al menos, no en actitud pasiva
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¿Qué actitud activa debiésemos tener los cristianos para que,
por fin, venga a nosotros su Reino, como le oramos al Padre Dios?
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Porque, si quienes somos sus hijos y, a la vez discípulos de su Hijo, quien hizo de su vida concreción del mensaje de amor de Dios, nos cruzásemos de brazos…
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no podemos creer que Él nos va a imponer un mundo mejor;
ya que cuenta con nosotros para que así sea
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Entonces, siguiendo las enseñanzas de Jesús en este mismo evangelio, digamos que el aceite-actitud que debiese tener nuestras lámparas-vidas…
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sería trabajar fielmente para que se haga la voluntad del Señor
(cf. Mt 24,45-51)
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¿Cómo? Usando los talentos que nos fueron dados (cf. Mt 25,14-30)
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de manera preferente brindando atención generosa a los más necesitados
(cf. Mt 25,31-46)
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él puede reconocernos como sus discípulos
De esa forma, él puede reconocernos como sus discípulos
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Concluye el novio, quien hizo esto mismo cuando le correspondió: «Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto» (Jn 15,11)
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Que encontremos el camino a la alegría siguiendo tus pasos servidores, Señor,
de tal manera que nunca nos falte el aceite del amor para iluminar el camino de tantos que te necesitan. Así sea.
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