Antiguo Testamento 2 Éxodo Lección #4.

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1 Antiguo Testamento 2 Éxodo Lección #4

2 La desilusión en Mara, y el árbol que endulzó las aguas (15:22-27).
Lección 4: Pruebas en el desierto (15:22-17:16) y la visita de Jetro a Moisés (Cap 18) Bosquejo La desilusión en Mara, y el árbol que endulzó las aguas (15:22-27). El hambre y el maná (Cap. 16) La sed y la peña de Horeb (17:1-7) La guerra con Amalec y la ayuda divina (17:8-16) Jetro visita a Moisés (Cap 18)

3 La desilusión en Mara (15:22-27)

4 La desilusión en Mara (15:22-27)
Después de haber celebrado su salvación, los israelitas comenzaron su largo viaje, primero al Sinaí y luego hacia la Tierra Prometida.

5 La desilusión en Mara (15:22-27)
Luego de tres días de viaje por el desierto de Shur, los israelitas llegaron finalmente a las fuentes de Mara (“amargura”). Se dieron cuenta de que no podían beber el agua porque era amarga y comenzaron a quejarse (v.24).

6 La desilusión en Mara (15:22-27)
Moisés “clamó a Jehová” rogándole en favor del pueblo. El Señor contestó su oración mostrándole un árbol para cortar y arrojar en las aguas a fin de que se hicieran dulces.

7 La desilusión en Mara (15:22-27)
Dios “los probó” en Mara, posiblemente en el sentido de que les dio “estatutos y ordenanzas” que si los obedecían serían bendecidos (vs.25,26). La experiencia de Mara, además, brindó la oportunidad de revelar otro aspecto del carácter de Dios, por medio de un nuevo título: Jehová Rafa o sea “Yo soy Jehová tu sanador” (v.26)

8 La desilusión en Mara (15:22-27)
Al llegar a Elim se encontraron con alimentos y agua abundantes (v.27)

9 Lo amargo es hecho dulce
Puede que los cristianos confronten “aguas amargas” (tiempos difíciles, tentaciones, pruebas, etc). Dios puede hacer nuestras vidas “dulces” si confiamos en Él. Él puede hacer que cambien las circunstancias o que cambie nuestra actitud para con las circunstancias. Noemí dijo que a ella no se le debía llamar ya “Noemí” (placentera) sino “Mara” (amarga) (Rut 1:20,21). Sin embargo, al final del libro, Noemí fue bendecida de nuevo por Dios (Rut 4:14-17). Si confiamos en Dios, Él hará que todas las cosas nos ayuden a bien (Romanos 8:28)

10 El Hambre y el maná (Cap. 16)

11 El Hambre y el maná (Cap. 16)
16:1-3 Un mes después de que los israelitas salieron de Egipto, llegaron al desierto de Sin donde se quejaron por la falta de alimentos. Reiteradamente se menciona que Dios oyó las murmuraciones del pueblo (vs.7, 8, 9, 12)

12 El Hambre y el maná (Cap. 16)
Dios respondió benevolentemente a sus quejas proveyendo pan del cielo y carne 16:4,8 Codornices Maná “¿Qué es?” 16:31; 35

13 El Hambre y el maná (Cap. 16)
16:4,5 Dios haría llover pan del cielo pero ellos tendrían la responsabilidad de recogerlo. Habían de recoger el pan todas las mañanas, lo suficiente como para 1 día; excepto en el día sexto en el cual debían recoger para 2 días.

14 El Hambre y el maná (Cap. 16)
El pan estaba presente todos los días a excepción del séptimo día. Se les enseñó a los israelitas que el séptimo día era “el día de reposo”. (16:23-26). Implícito en el mandamiento estaba el requisito de que el pueblo no trabajara en este día. En este pasaje, el reposo en el séptimo día sirve como sombra del mandamiento del día de reposo que se daría como parte de los Diez Mandamientos.

15 El Hambre y el maná (Cap. 16)
Los desobedientes “y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.” Éxodo 16:19,20 Éxodo 16:27-29 Algunos en el pueblo tenían problemas para seguir las instrucciones divinas.

16 El Hambre y el maná (Cap. 16)
Al proveerles el maná y darles reglas, la intención de Dios no solamente fue satisfacerle las necesidades a Israel, sino también enseñarle algunas lecciones a Su pueblo. Tenían que aprender: A depender y confiar en Dios. A obedecer al Señor por su propio bien. A no ser perezosos ni avaros.

17 El Hambre y el maná (Cap. 16)
La historia del maná, junto a otras historias en que los israelitas se quejaron, ilustra la paciencia de Dios. Dios es muy paciente. La paciencia de Dios es necesaria porque pecamos y cometemos errores. La paciencia de Dios debe motivarnos a ser pacientes con los demás.

18 Vino de Dios, así como el maná fue dado por Dios.
Jesús y el pan del cielo Jesús dijo que él era “el verdadero pan del cielo” (Jn 6:32); el pan de vida (Jn 6:35) Vino de Dios, así como el maná fue dado por Dios. Satisface las necesidades de la humanidad, así como el maná satisfizo las necesidades de los israelitas. Pero, a diferencia del maná, los que participen del verdadero pan del cielo… no volverán a tener hambre (Jn 6:35) Vivirán para siempre (Jn 6:47-51)

19 La sed y la peña de Horeb (17:1-7)
Salmos 78:15,16, 20; 105:41; 114:8; Isaías 48:21

20 La sed y la peña de Horeb (17:1-7)
Los israelitas continuaron su viaje hasta llegar a Refidim. Allí no encontraron agua. En vez de confiar cada vez mas en Dios, los israelitas murmuraban más. Moisés pensó que el pueblo estaba tan molesto que corría el riesgo que lo apedrearan (v.7) No estaban simplemente altercando con Moisés sino que también estaban “tentando a Jehová”.

21 La sed y la peña de Horeb (17:1-7)
Desconfiaban del cuidado de Jehová y hablaron con sarcasmo de la presencia del Señor en medio de ellos, la cual se les había manifestado en forma tan patente en la columna de nube y fuego y en sus liberaciones en el pasado. Por esto se llamó al lugar Masah (Prueba) y Meriba (Rencilla).

22 La sed y la peña de Horeb (17:1-7)
De nuevo Dios respondió pacientemente. Moisés siguió las órdenes de Dios, y el agua fluyó de la roca.

23 La sed y la peña de Horeb (17:1-7)
El apóstol Pablo se refirió a este incidente en I Corintios 10:4. La roca de la cual salió agua para satisfacer la sed de los israelitas era figura de Cristo, la fuente del agua de vida.

24 Las quejas de los hijos de Israel
Cuando quedaron atrapados entre el ejército de Faraón y el mar (14:11,12) Por las aguas amargas en Mara (15:23) Porque no tenían comida en el desierto de Sin (16:2,3) Porque no tenían agua en Refidim (17:1-3) En Egipto se habían quejado ante Moisés cuando los egipcios se negaron a permitir que se fueran y en lugar de ello les aumentaron sus cargas (5:21)

25 La guerra con Amalec (17:8-16)

26 La guerra con Amalec (17:8-16)
“Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim” (v.8) Amalecitas, descendientes de Esaú (Génesis 36:12) Habitaban en el diserto de Sinaí y en la parte sur de Canaán. Su ataque pudo tener el propósito de saquear a Israel antes que una acción de defensa de su territorio. Dios declaró que “raería del todo la memoria de Amalec” (17:14). Ver Deuteronomio 25:17-19.

27 La guerra con Amalec (17:8-16)
Esta vez Dios permitió que Israel tomara parte activa en su propia salvación. Josué fue designado como general en la primera batalla contra hombres impíos. Moisés acompañado de Aarón y de Hur se posicionaron en la cumbre de un collado cercano. Las acciones de Moisés con los esfuerzos de los israelitas se combinaron para la victoria (vs.11-13).

28 La guerra con Amalec (17:8-16)
La mano levantada de Moisés (lo más probable sosteniendo “la vara de Dios”) principalmente tenía el propósito de mostrar que la victoria fue ganada por el poder del Señor, no por la fuerza del ejército de Israel. La vara podría haber llegado a ser el “pendón” o “estandarte” que cuando era visto por los israelitas los hacía repuntar y luchar con una determinación y confianza aún mayores.

29 La guerra con Amalec (17:8-16)
Para conmemorar la victoria sobre los amalecitas, Moisés edificó un altar y llamó su nombre “Jehová –nisi”, esto es “Jehová es mi estandarte”. Esto es una manera en que Moisés reconocía que el Señor era su libertador y capitán.

30 Jetro visita a Moisés (Cap.18)

31 Jetro visita a Moisés (Cap.18)
Después que los israelitas llegaron al monte de Dios, Jetro, el suegro de Moisés, vino a verlo con su esposa Séfora y sus dos hijos, Gersón y Eliezer. Moisés le contó a su suegro que Dios había liberado a Israel de Egipto y de los peligros del viaje. Jetro alabó al Señor y presentó sacrificios a Dios (vs.8-12). Al día siguiente Jetro observó a Moisés sentado todo día juzgando al pueblo, procedimiento que agotaba tanto a Moisés como al pueblo (v.13). Decidió aconsejarlo.

32 Jetro visita a Moisés (Cap.18)
El consejo de Jetro Instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios al pueblo, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las obligaciones que deben cumplir. Organizar a Israel en compañías y poner jefes sobre los grupos para arreglar las dificultades. Estos hombres debían estar calificados para el trabajo. Moisés se encargaría de los casos más graves.

33 Jetro visita a Moisés (Cap.18)
Jetro agregó que Moisés acatara su consejo sólo si Dios le ordenaba hacerlo (v.23). Por tanto, la institución de esta nueva organización judicial debió haber tenido la aprobación de Dios. Moisés demostró gran sabiduría y humildad al recibir la sugerencia de otros. Números 12:3

34 El cruce del Mar Rojo (13:17-15:21)
Una posible ruta del éxodo desde Egipto y el viaje de Israel hacia el Monte Sinaí.