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La Alhambra de Granada INTRODUCCIÓN

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Presentación del tema: "La Alhambra de Granada INTRODUCCIÓN"— Transcripción de la presentación:

1 La Alhambra de Granada INTRODUCCIÓN
Alhambra de Granada, recinto emplazado en una colina sobre la ciudad de Granada, en cuyo seno se encuentra uno de los palacios más relevantes de la arquitectura islámica. El nombre de Alhambra procede del color rojo de sus muros, en árabe Al-Hamrá, construidos con la arcilla del propio terreno. En la actualidad acoge numerosos edificios, entre los que destacan el palacio y la alcazaba originales y el palacio de Carlos V, construido por encargo del emperador y para cuya obra se demolió parte de la zona oficial del palacio musulmán. En 1984 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.  Patio de los Arrayanes, Granada Ésta es una de las imágenes más emblemáticas del palacio Nazarí de la Alhambra, en Granada. En primer término se observa el patio de los Arrayanes, con los dos setos de arrayanes o mirtos que flanquean la alberca, sobre la que se reflejan los soportales de la sala de la Barca y la monumental torre de Comares.

2 Palacio de la Alhambra Muhammad I ( ), primer rey de la dinastía Nazarí, comenzó la urbanización de la colina junto al río Darro y construyó la alcazaba, una impresionante fortaleza que domina la ciudad de Granada desde un espolón. Su sucesor Muhammad II ( ) concluyó el recinto amurallado, asegurando así la paz interior del palacio-ciudadela de los monarcas granadinos. El palacio real que hoy se conserva, sin embargo, fue construido por Yusuf I ( ) y Muhammad V ( y ).   La casa real vieja es un conjunto de construcciones agrupadas de forma irregular, pero al mismo tiempo con un extraordinario sentido del rigor espacial. Las distintas estancias se articulan por medio de patios, comenzando por el de ingreso y el de Machuca —desaparecidos casi por completo— que conducían al mexuar o salón de justicia. Entre éste y el patio de los Arrayanes aparece una pequeña obra maestra, el patio del Cuarto Dorado, cuya sorprendente fachada al cuarto de Comares sirvió de modelo para numerosas obras hispanomusulmanas posteriores. Pasadas estas estancias se abre el patio de los Arrayanes, una de las piezas fundamentales de la Alhambra gracias a sus prodigiosas proporciones, tensadas por la alberca longitudinal que divide su planta. En uno de los extremos del patio se alza la torre de Comares, cuya majestuosa mole cuadrada preside el espacio público del patio y cuyo interior ocupa, precedido por la sala de la Barca, el magnífico salón de Comares, un espacio de gran altura que constituye la parte más solemne del palacio granadino. A la derecha del patio de los Arrayanes se encuentra el patio de los Leones, considerado uno de los momentos culminantes del arte islámico y construido por Muhammad V a semejanza del paraíso soñado por los fieles musulmanes. Junto con los baños, situados en el piso inferior, constituye el centro de la vida íntima de la corte, organizada alrededor del agua en una exaltación del refinamiento espacial y decorativo. Entre las estancias que rodean al patio de los Leones destacan la sala de Dos Hermanas, que repite la composición espacial del patio y se ilumina de luz natural a través de una excepcional cúpula de mocárabes; la sala de los Abencerrajes, cubierta por una cúpula similar a la anterior, y la sala de los Reyes, sorprendente por sus pinturas figurativas inusuales en el arte islámico medieval. El conjunto de palacios y estancias de la Alhambra se sucede en los restos del antiguo palacio y los jardines del Partal, y más adelante en algunas torres de sus murallas, como la de la Cautiva o la de las Infantas, guardianas de un misterioso encanto estrechamente relacionado con las leyendas que les dan nombre.   La Alhambra se convirtió en palacio de los reyes cristianos desde la toma de Granada por los Reyes Católicos, en Su nieto, Carlos I, mandó construir junto al palacio musulmán un edificio renacentista que sirviera de puerta solemne revestida de cristiandad. Pese a ello, el edificio se abandonó y fue deteriorándose con el paso del tiempo hasta que, alertado por los viajeros extranjeros, el estado español acometió su restauración en Su naturaleza oriental y paradisíaca siempre ha exaltado la imaginación popular y la de numerosos escritores, especialmente a partir del romanticismo. Uno de los mejores frutos de esta inspiración son los Cuentos de la Alhambra, escritos en 1832 por el estadounidense Washington Irving.

3 Partes de la Alhambra Mexuar:
Es la sala más primitiva. Era la audiencia y justicia para casos importantes. Tenía una cámara elevada cerrada por celosías donde se sentaba el sultán a escuchar sin ser visto. No existían las ventanas laterales. Tenía el techo abierto en su parte central. Al fondo, una pequeña habitación desde donde se divisa el Albaycín. Parte superior con un friso escrito. Es un oratorio. A continuación se entra en un patio con fuente en el centro y una cámara a la izquierda. Patio del Mexuar o del Cuarto Dorado: Con alero original de madera de cedro, decoración de piñas y conchas. Bajo él, ventanas cerradas con celosías. Dos portadas rectangulares bordeadas de cenefa de cerámica. Es la entrada al palacio oficial. La estancia está decorada con pinturas góticas y escudos y emblemas de los Reyes Católicos. A continuación: Patio de la Alberca o de los Arrayanes: Es el recinto central de Palacio de Comares. Los arrayanes están plantados a ambos lados de la alberca, que ocupa gran parte del patio. En este patio ya podemos observar una de las constantes de la Alhambra: la presencia del agua. Y no sólo actuando como tal, es decir, agua, sino también como espejo. Precisamente en esta alberca se refleja la imponente Torre de Comares. En un extremo hay una galería a lo ancho del patio y en sus extremos, alcobas de tertulia. Desde la galería se entra en la antecámara llamada: Sala de la Barca: Es la antesala al salón del trono o salón de Comares. Hacía las veces de sala de recepción y oratorio. (Baraka quiere decir bendición, salutación. Esta palabra figura escrita en su friso inferior). Desde aquí se accede al: Salón de Comares: La más amplia y elevada sala de todo el palacio. Se asienta en el interior de la:    Sala de los mocárabes: Se llama así por la bóveda de mocárabes que la cubría. La de hoy es del siglo XVII. Muros con labor de yesería, inscripciones religiosas y escudo de la dinastía Nazarí. Una arquería de mocárabes da paso al: Fuente de los Leones: Los últimos estudios hechos dicen que los leones proceden de la casa del visir judío Samuel Bem Nagrela, quien se la regaló al sultán. Representan las 12 tribus de Israel. Dos de ellos tienen un triángulo en la frente indicando las dos tribus elegidas: Judá y Leví. Son del siglo XI. La taza lleva escrita en su perímetro versos del ministro y poeta Ibn Zamrrak en los que bellamente se describe la propia fuente: "(...)A tan diáfano tazón, tallada perla,/ por orlas el aljófar remansado,/ y va entre margaritas el argento, /fluido y también hecho blanco y puro./Tan afín es lo duro y lo fluyente /que es difícil saber cuál de ellos fluye(...)" Sala de los Abencerrajes: Esta sala fue alcoba del sultán. Al ser cuarto privado no hay ventanas al exterior. Los muros están ricamente decorados. El estuco y los colores son originales. El zócalo de azulejos es del siglo XVI, de la fábrica sevillana de azulejos. La cúpula está decorada con mocárabes, en el suelo, en el centro, una pequeña fuente servía para reflejar la cúpula de mocárabes, que al estar ricamente decorada, conseguía una luz encantadora y mágica, pues al entrar la luz por la parte superior iba cambiando según las distintas horas del día. Sala de los Reyes: Ocupa todo el lado oriental del patio. Llamado así por la pintura que ocupa la bóveda del cuarto central. Es la sala más larga del Harén, dividida en 3 cuartos iguales y dos pequeños que pudieran ser armarios, por su emplazamiento y falta de iluminación. Probablemente destinada a fiestas familiares. En la bóveda del centro, las pinturas representan a los 10 primeros reyes de Granada desde la fundación del reino, uno de ellos con barba roja que puede ser Mohamed ben Nazar llamado Al-Hamar el Rojo o El Bermejo, fundador de la dinastía Nazarí. En las bóvedas laterales hay pinturas que representan caballeros y damas, realizadas a fines del siglo XIV. Hubo un intercambio artístico en tiempos de Pedro I de Castilla quien solicitó ayuda al rey de Granada para restaurar los Reales Alcázares de Sevilla. Las pinturas llevan una técnica muy laboriosa: Planchas de madera de peralejo bien cepillada y formando una elipse. Sobre la superficie cóncava se extiende el cuero mojado, pegándolo con un baño de cola y claveteado con pequeños clavos de cabeza cuadrada cubiertos de estaño para evitar la oxidación. Sobre el cuero, una capa de yeso, caña y cola de 2 cm de espesor ya tostada y pintada en rojo. Sobre esta capa y con un punzón se dibujan los temas. Sala de las Dos Hermanas: Se sale del Patio de los Leones por el lado opuesto a la Sala de los Abencerrajes. Se traspasa una puerta original de taracea, una de las más bellas del palacio. Dos Hermanas son las 2 losas de mármol blanco que hay en el suelo a ambos lados de la fuente central, exactamente iguales en tamaño, color y peso. Son las más grandes de La Alhambra. Tiene un mirador sobre la ciudad y comunicación directa con los baños. Esta sala, al igual que toda la Alhambra, tiene poemas escritos en las paredes. En esta sala podemos leer uno que dice: "Sin par, radiante cúpula hay en ella / con encantos patentes y escondidos" (...) "Nunca vimos jardín tan verdeante, / de más dulce cosecha y más aroma". En cada cuarto del harén hay 2 puertecillas: una da al harén alto, otra es retrete. No hay cocinas. Empleaban el anafre o cocinaban fuera. Al fondo de la sala está el Balcón de Lin-dar-Aixa. Daba al valle del río Darro y se veía a lo lejos la ciudad. El Pabellón de Carlos I interrumpe ahora la vista, por eso se construyó el Jardín de Lindaraja, italiano, con fuente renacentista y taza de mármol árabe. En el mirador de Lindaraja, podemos leer el siguiente poema: "Yo soy de este jardín el ojo fresco" (...) "En mi, a Granada ve, desde su trono" Cuarto del Emperador: Construido para que viviese aquí mientras estaba en Granada, en su viaje de bodas. En el cuarto siguiente a éste hay una placa de mármol en memoria del escritor Washington Irving que aquí vivió y escribió sus Cuentos de la Alhambra, en 1829. El Peinador de la Reina: Torre árabe llamada de Abul-Hachach, usada por el sultán para fiestas. Aquí residió Emperatriz Isabel. Patio de la reja o de los Cipreses: De tiempos de Carlos V. Baños: La joya de la casa árabe. El baño para el musulmán es una obligación religiosa. La construcción es copia de las termas romanas. Tienen 3 salas: Cambio de ropa y descanso. Sala de las camas y reposo. Aquí se desnudaban, pasaban luego al baño y volvían a descansar. A veces les traían aquí la comida. En la galería alta había músicos y cantores. Masaje. Sala de refresco o masaje. Son dos galerías con arcos. Vapor. Sala de vapor. Más pequeña. Las bóvedas están abiertas con tragaluces en forma de estrella que en su día estaban cubiertos con cristales de colores, pero no herméticos, de manera que pudiese salir el vapor y entrar el aire fresco. Alcazaba Se trata de la antigua fortaleza del siglo XIII cuyas murallas rodean la Alhambra y esta formada por gruesos muros con más de 20 torres salientes (machuca, Comares, Peinador de la Reina...)

4 El Generalife El Generalife fue construido por Mohamed VII fuera del recinto de la Alhambra como finca agropecuaria emplazada en una de las laderas del cercano Cerro del Sol. Las dependencias del Generalife se establecían alrededor del famoso patio o jardín de la Acequia. Al norte de este patio se conserva el núcleo palatino más importante del Generalife. Se abre mediante pórtico de cinco arcos, más ancho el central y contiene dos alcobas laterales y torre interior.

5 Torres de Comares En sus laterales hay 9 alcobas y ventanas cerradas antiguamente por celosías de madera y vidrieras de colores llamadas cumarias, (de ahí el nombre de comares). Todas las paredes están estucadas con motivos de conchas, flores, estrellas, escrituras. Sala policromada: oro en el relieve, colores claros en lo profundo. Zócalo decorado con azulejos. El suelo original era de cerámica vidriada en blanco y azul con escudos de armas como motivos ornamentales. El techo es una representación el Universo, quizás una de las mejores representaciones de la Edad Media. Realizado en madera de cedro con incrustaciones de maderas de diferentes colores, va formando estrellas superpuestas que forman diferentes niveles. En el centro y lo más elevado está el Escabel (عرش) sobre el que se establece Dios-Alláh según los relatos coránicos. Desde éste se van repitiendo las figuras geométricas que dividen el techo en siete espacios, que representan los 7 cielos que descienden consecutivamente hasta este mundo: el 7 es uno de los números simbólicos por excelencia. Entre todos ellos configuran el Trono (كرس), que es el símbolo de la creación entera. Este uso simbólico de cosmologiá coránica -con tantas alusiones al Escabel, el Trono, al Rey que se asienta sobre él- tiene una clara intención de legitimizar al soberano como representante (jalifa de donde viene califa) de Dios en la tierra. El hecho de que el salón fuese el salón del trono, que estaba situado en su centro, justo debajo del escabel divino, es una clara referencia a esto. Pero la simbología de la sala no acaba ahí: las 4 diagonales del Techo de Comares representan los cuatro ríos del Paraíso y el Árbol del Mundo (o Axis Mundi), que teniendo sus raíces desde el Escabel se expande por todo el Universo. Pero no acaba ahí su simbología: las alcobas, 9 presentes (tres en cada muro), más 3 omitidas para dejar el paso a la sala de la baraka, son una referencia a las 12 casas zodiacales, en correspondencia con el papel de séptimo cielo que ocupa esa altura. Las paredes están, además, decoradas con versículos coránicos y poemas realizados en yesería, lo que le debían conceder a esta sala en sus orígenes, con la decoración que no nos ha llegado, con sus juegos de luz y su ambiente cortesano, una de las salas palaciegas más impresionantes del mundo islámico. La alcoba central era para el sultán, en este caso, Yusuf I, que fue quien construyó el Palacio de Comares. La calefacción era de braseros. La iluminación con lámparas de aceite. Salimos otra vez al Patio de los Arrayanes. En un extremo del lado izquierdo del patio, un pequeño arco sirve de ingreso a un pasadizo por el que se llega a la zona privada del monarca, el Harén (Haram significa lugar privado).

6 Palacio de los Leones Data de 1377 con Mohamed V, hijo de Yusuf I. De planta rectangular, rodeado por una esbelta galería con 124 columnas de mármol blanco de Almería. Alrededor, las alcobas, salas privadas del sultán y esposas con piso alto abierto, falta de ventanas que miren al exterior, pero con jardín interior como corresponde a la idea musulmana del paraíso. Lo que hoy es tierra en el patio, fue jardín. De cada sala fluyen 4 arroyos que van al centro: los 4 ríos del paraíso. Las columnas se unen con paños calados que dejan pasar la luz. Fustes cilíndricos muy delgados, anillos en la parte superior, capiteles cúbicos sobre los que corren inscripciones. Las planchas grises de plomo son amortiguadores para los terremotos. Los dos templetes que avanzan a los dos lados opuestos del patio son como un recuerdo de la tienda de campaña de los beduinos. Son de planta cuadrada, decorados con cúpulas de madera que se apoyan en pechinas de mocárabes. El alero es obra del siglo XIX. Toda la galería está techada con artesonado de lacería.

7 ARTE Y ARQUITECTURA HISPANOMUSULMANA
INTRODUCCIÓN Arte y arquitectura hispanomusulmanas, la arquitectura islámica española ofrece edificios que son esenciales para la comprensión del arte musulmán, tanto por ser creadora de formas originales, como por el papel que desempeña en la difusión de formas y técnicas orientales.

8 Periodo cordobés y de taifa
El arte hispanomusulmán se inicia con el periodo cordobés, que comienza a fines del siglo VIII hasta comienzos del siglo XI debido al establecimiento de la capitalidad en Córdoba. En el arte cordobés hay una clara influencia de los edificios visigodos e hispano-romanos, ya que se aprovecharon muchos elementos arquitectónicos de edificios ya construidos. Por tanto es muy característico el uso del arco de herradura semicircular, heredado de la arquitectura visigoda. Para las cubiertas se utilizan diferentes tipologías de bóvedas, entre las que sobresalen la de gallones y la de crucería. Su edificio más importante es la mezquita de Córdoba. Mandada construir por Abd al-Rahman I en el 786 sobre el solar de una antigua iglesia visigoda. La sala de oración está precedida por el alminar y el patio de abluciones o sahn, y en su centro se halla la catedral del siglo XVI y la cubierta de la capilla real de la primitiva catedral de Santa María. A la izquierda del muro del fondo o quibla, se encontraba el palacio del califa. Una vez en el interior nos encontramos con once naves perpendiculares a la quibla (al contrario de la mezquita de Damasco) y una arquería doble de arcos de medio punto en la parte superior y de herradura en la inferior con alternancia de dovelas, en rojo y blanco, y cuyo antecedente remoto se halla en el acueducto romano de los Milagros en Mérida. Dicha arquería reposa en un amplio cimacio que descansa en capiteles de penca que coronan columnas de fuste liso y que no tienen basa. Destaca su esplendoroso mihrab cuyo arco posee una fastuosa decoración vegetal y epigráfica. En el año 833 Abd al-Rahman II amplió la cabecera y reformó la puerta de San Esteban. Abd al-Rahman III construyó el actual alminar y, finalmente, Al-Hakam II inició en el año 961 la gran reforma de la mezquita. Se amplió hasta la cabecera y se dispusieron arcos polilobulados entrecruzados, con lo que se enriqueció la obra.

9 Palacio de Medinat al-Zahara
La ciudad y palacio de Medinat al-Zahara fue una de las construcciones más emblemáticas del califato Omeya. Abd-al-Rahman III ordenó el inicio de las obras en el 936 a Maslama ibn Abd Allah. Posteriormente fue ampliado por Al-Hakam II. Ubicado en las afueras de la ciudad y entonces capital del califato de Córdoba, es considerado precedente artístico del palacio granadino de la Alhambra y una de las obras cumbres de al-Andalus.

10 PERIODO ALMORÁVIDE, ALMOHADE Y NAZARÍ
A partir del siglo XI, se inaugura la segunda etapa en el arte islámico con la presencia de pueblos bereberes (almohades y almorávides) en al-Andalus. El arte almorávide se caracteriza por un predominio de lo decorativo sobre lo constructivo, que recurre al uso del ladrillo en columnas o pilares, así como arcos más complejos (polilobulados y mixtilíneos) y bóvedas más variadas como las esquifadas o de mocárabes, y la decoración de red de rombos o sebka. Corresponden a este periodo el mihrab de la mezquita de Almería. La siguiente invasión da origen al arte almohade, año 1153, que establece su capital en Sevilla hasta su derrota frente a los cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). En esta fase prima lo constructivo tanto en las bóvedas como en los arcos y se origina la tipología de mezquitas en forma de T. Así mismo se edifican construcciones de tipo defensivo como las torres albarranas, (como la célebre torre del Oro) las alcazabas o La Kutubiyya, mezquita de Marrakech. Finalmente, el arte hispanomusulmán culmina en su etapa Nazarí, reino de origen independiente creado a raíz de la conquista de Granada en Arte en cierto modo ecléctico, se caracteriza por la profusa decoración a pesar de la pobreza de los materiales que emplean. Sus características principales son la columna de fuste cilíndrico con un capitel de dos cuerpos, el inferior decorado con cintas y el superior con ataurique. La elegante inscripción epigráfica que a veces decora sus cimacios sirve de base a los arcos angrelados y peraltados. Se enriquecen las cúpulas de mocárabes y se utilizan techumbres que complementan la rica ornamentación en uno de los máximos momentos de declive del arte hispanomusulmán. Su edificio más emblemático es la Alhambra de Granada, que comprende todo un conjunto residencial amurallado. Sus orígenes se remontan a la alcazaba que mandó construir Muhammad I, el fundador de la dinastía de los Nazaríes, quien abasteció de agua la colina y levantó la torre de la Vela y la del Homenaje. El palacio que se conserva hoy día fue construido por Yusuf I ( ) —el salón del trono y el patio de los Arrayanes en el espacio público— y por Muhammad V ( ), que completó la zona privada. Destacan los baños, quizá de los más ricos hallados en la península, y el patio de los Leones, donde sobresalen la sala de los Abencerrajes, la de Dos Hermanas y la de los Reyes. Los patios y los jardines, tanto el del Partal, que es el más próximo al palacio, como el del Generalife (la huerta excelsa) situado frente al palacio real llamado, resumen la esencia del concepto del jardín islámico ofreciendo una imagen de belleza sensorial incomparable. En las artes aplicadas, son singulares las obras de seda granadina, la cerámica de reflejo metálico, los trabajos en taracea, así como los realizados en cuero como cordobanes y guadamecíes, y que reflejan la marcada huella oriental.

11 Planta de la Alhambra El palacio de la Alhambra de Granada, residencia de varios reyes Nazaríes, se compone de un conjunto de construcciones agrupadas de forma irregular en torno a un serie de patios. Entre las estancias más representativas sobresalen las siguientes: 1) entrada; 2) mexuar; 3) oratorio; 4) cuarto Dorado; 5) patio de los Arrayanes; 6) sala de la Barca; 7) salón de Comares; 8) patio de los Leones; 9) sala de los Abencerrajes; 10) sala de los Reyes; 11) sala de Dos Hermanas; 12) sala de los Ajimeces; 13) baños.

12 Patio de los leones En torno al Patio de los Leones (en la fotografía) se agrupan los aposentos privados del palacio de la Alhambra en Granada (España). Es una de las zonas donde mejor se aprecia el carácter paradisiaco de la vida cortesana Nazarí. Su planta rectangular está surcada por pequeñas acequias que parten de la fuente marmórea que ocupa el centro del patio.

13 Palacio de la Alhambra La Alhambra, que en árabe significa ‘el castillo rojo’, es el único ejemplo de arquitectura musulmana medieval que ha llegado intacto hasta nuestros días. Está situado en lo alto de una colina desde la que se divisa la ciudad de Granada. En su interior se encuentra el bellísimo palacio real que pertenece a la etapa Nazarí del arte hispanomusulmán.


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