Descargar la presentación
La descarga está en progreso. Por favor, espere
1
LITERATURA EXISTENCIALISTA
Por L. Cecilia Hernández Bellón
2
La novela existencialista es un género literario forjado para plasmar inquietudes relacionadas con la filosofía existencial o existencialismo, corriente de pensamiento surgida en la Europa de entreguerras cuya influencia se prolonga en los años cincuenta y sesenta.
3
EL EXISTENCIALISMO Hacia la tercera década del siglo XX, surge en Alemania el existencialismo y de allí se difunde por el resto de Europa, especialmente en Francia. Esta escuela, podría interpretarse como una reacción ante un período de crisis de conciencia a nivel social y cultural. Los existencialistas afirman que el hombre es un ser "arrojado al mundo", esta frase parece expresar el sentir europeo de aquellos años y puede ser interpretada de modo literal: los europeos se sienten arrojados en mundo inhóspito, arrojados de sus hogares destruidos y de la seguridad de sus creencias, valores e ideales.
4
¿Por qué existimos? ¿Qué sentido tiene?
5
¿Somos libres?
6
1. No existe justificación trascendente que dé sentido a la existencia
1. No existe justificación trascendente que dé sentido a la existencia. El ser humano ha sido arrojado a una vida sin objeto, marcada por la incomunicación y el tedio. 2. Sin embargo, en un mundo sin Dios, el ser humano es radicalmente libre. Haciendo uso de esta libertad, los individuos pueden, por medio de sus actos y decisiones, construir o afirmar su propia individualidad en una sociedad masificada, que parece condenarlos a vivir como seres anónimos y sin identidad.
7
El pensamiento hace que la persona sea libre: sin libertad, no hay existencia. Esta misma libertad convierte al individuo en un ser responsable de sus actos. Hay, por lo tanto, una ética de la responsabilidad individual. La persona debe hacerse cargo de los actos que realiza en el ejercicio de su libertad.
8
“Lo que llamamos 'libertad' no puede, por tanto, ser distinguido del ser de la 'realidad humana”, Sartre, El ser y la nada.
9
El existencialismo destaca al ser humano individual como creador del significado de su vida. La temporalidad del sujeto, su existencia concreta en el mundo, es aquello que constituye al ser y no una supuesta esencia más abstracta. Los existencialistas no creen que el individuo sea una parte de un todo, sino que cada ser humano es una integridad libre por sí misma
10
ALBERT CAMUS Nacido en Argelia en 1913, donde creció y comenzó sus estudios, trabajó como periodista y actor, ligado a movimientos políticos de izquierda. Viajó por Europa y publicó una primera colección de artículos, “Bodas”, en Debido a presiones estatales, Camus viaja a París, donde se instala en Sigue trabajando como periodista hasta la llegada de la II Guerra Mundial en la que participa como miembro de la Resistencia Francesa. Su obra literaria comienza ligada al existencialismo, como se aprecia en “El extranjero” (1942) cuyo trasfondo, al igual que muchas de sus obras, está situado en su Argelia natal. Poco a poco, Camus va alejándose tanto del marxismo como del existencialismo y va adoptando posiciones en lo que se denominaría Filosofía del Absurdo, lo que le llevó a mantener una agria polémica con Jean Paul Sartre. Mientras Sartre lo acusaba de independencia de criterio y de ineficaz, Camus tachaba de inmoral la vinculación política de aquel con el comunismo. En 1951 publicaría “La peste” -obra que sería posteriormente adaptada al cine- en la que el autor refleja el auge del fascismo por toda la Europa de preguerra. Otras obras importantes de Camus a partir de entonces son “La Caída”(1956), “El verano” (1954) o “El exilio y el reino” (1957). La mayoría de su trabajo periodístico también fue recopilado en diversos volúmenes. Albert Camus recibió el máximo galardón de las letras, el Premio Nobel de Literatura, en 1957, apenas tres años antes de que muriera en un accidente de carretera, en Contaba con 46 años de edad.
11
El extranjero, sinopsis
Meursault, un chico joven recibe un telegrama anunciando la muerte de su madre, a quien había decidido enviar a un asilo de ancianos puesto que, como admitirá ulteriormente, ya no tenían más nada que decirse. El joven Meursault toma un par de días de descanso de su trabajo, el autor no da una idea concreta de cuál es su trabajo (solo que se encuentra en una oficina en el puerto), y asiste al funeral de su madre durante el cual no siente ni manifiesta congoja alguna y solo le incomoda el calor implacable del verano argelino y el no poder fumar delante del féretro. De vuelta en la ciudad se encuentra con una antigua compañera de trabajo con quien inicia una relación y a la que manifiesta estar dispuesto a casarse con ella a pesar de estar convencido de no amarla (da la impresión que solo sea una relación de placer propio.) En esos días traba amistad con Raymond, un sujeto que aparenta ser un proxeneta y que se halla en problemas con un grupo de árabes. En un paseo a la playa el nuevo amigo de Meursault es amenazado por un grupo de árabes, pasado el incidente Meursault regresa a confrontar a sus adversarios, revolver en mano y deslumbrado por el sol dispara varias veces sobre uno de ellos hasta matarlo…
12
Mersault, el protagonista
Es el héroe absurdo prototípico, más que un solitario, un náufrago desolado a la merced de las olas de un absurdo mayor que el propio: la sociedad. Carece de la hipocresía básica necesaria para sobrevivir en la sociedad burguesa, pero no apela con esto a anhelo alguno de virtud, su sinceridad y honestidad, extrema hasta la ingenuidad, es producto de la relación absurda entre dos entes absurdos: el hombre y el mundo, y nace de la respuesta natural del sujeto humano ante tal estado de cosas, la indiferencia. Meursault no es un intelectual amargado, por el contrario es un joven lleno de vitalidad, con el hedonismo egocéntrico propio de los veinte y tantos años, abraza la vida en cuanto se le ofrece con la espontaneidad, tan natural que parece que tenga una pasividad exultante ante todo.
13
«Por la tarde, Marie vino a buscarme y me preguntó si quería casarme con ella. Le dije que me daba igual y que podíamos hacerlo si era su deseo. Me preguntó entonces si la quería. Contesté, como ya había hecho una vez, que nada significaba eso, pero que ciertamente no la quería. «¿Por qué te casarías entonces conmigo?», dijo ella. Le expliqué que la cosa no tenía importancia alguna, pero que si ella lo deseaba podíamos casarnos. Además, era ella la que lo preguntaba y yo me limitaba a responder que sí. Comentó ella que el matrimonio era una cosa seria. Respondí: «No». Se calló un momento y me miró en silencio. Después habló. Quería simplemente saber si yo habría aceptado la misma proposición de otra mujer, a la que hubiese estado unido de igual modo. Dije: «Naturalmente». Se preguntó entonces si ella me amaba a mí, pero yo nada podía decir sobre ese punto. Después de otro momento de silencio, musitó que yo era raro, que sin duda ella me quería por eso, pero que tal vez un día yo le repugnaría por las mismas razones. Como me callaba, porque nada tenía que añadir, me tomó del brazo sonriendo y declaró que quería casarse conmigo. Le dije que lo haríamos cuando quisiera».
14
Jean Paul Sartre Nacido en París en 1905, Sartre estudió en la École Normale Supérieure donde, en 1929, se encontró con la que sería su pareja Simone de Beauvoir, que también se convertiría en una destacada filósofa. En 1944 Sartre publicó su obra más conocida, El ser y la nada, pieza clave del existencialismo y que sería fundamental para entender su enfrentamiento a la política burguesa, reflejando su querencia a las ideas de izquierdas. Sartre analizó las posturas de Marx creando la idea del marxismo humanista, pese a que sus estudios fueran luego rebatidos por Louis Althusser. Antibelicista convencido, Sartre se opuso de manera firme al colonialismo francés, a la Guerra de Vietnam y criticó duramente el régimen de Stalin y al conflicto de la Guerra de los Seis Días. Su obra resultó muy influyente en la contracultura americana y europea, siendo prohibido por la Iglesia Católica. Además de sus ensayos filosóficos, Sartre utilizó el teatro y la novela para transmitir sus ideas: “La náusea” o “Los caminos de la libertad” son novelas claves, así como “A puerta cerrada”, “Muertos sin sepultura” o “El diablo y Dios” son piezas teatrales de gran fuerza. La filosofía personal de Sarte sobre la relación entre el autor y sus lectores le llevó a no aceptar el Premio Nobel de 1964, ya que no creía que las instituciones tuvieran que ejercer un papel de mediador. Jean-Paul Sartre murió en París, el 15 de abril de 1980.
15
La naúsea Después de haber pasado unos años viajando, Antoine Roquentin, hombre de treinta años que disfruta de una modesta renta, se halla instalado en la ciudad portuaria de Bouville dedicado a escribir un libro sobre un turbio aristócrata del siglo XVIII. Sin embargo, un día se ve asaltado por una sensación desconocida, la Náusea, cuya revelación como el sentimiento radical de la contingencia y la soledad del ser humano cambiará por completo su vida de sentido.
16
“Sartre dibujó con precisión esa angustia que define al ser humano en su relación con un universo cada vez más enorme, oscuro y amenazador. En palabras de Roquentin: «cuando uno vive, no sucede nada. […] Nunca hay comienzos»; el protagonista se siente perdido en un lugar que no aprehende y sobre el que necesita elaborar una visión certera. Mientras se relaciona con otras personas y piensa en lo que ha vivido y espera vivir, el protagonista trata de ordenar circunstancias caóticas y ominosas. El libro se estructura en forma de diario, ya que Roquentin utiliza la escritura de sus vivencias como un mecanismo de comprensión de la realidad. «No necesito hacer frases. Escribo para poner en claro ciertas circunstancias. […] de pronto uno siente que el tiempo transcurre, que cada instante conduce a otro, éste a otro y así sucesivamente». Como vemos, el protagonista necesita desesperadamente entender lo que le pasa; por qué su vida transcurre de una manera y no de otra; por qué las gentes con las que se topa actúan de una forma y no de otra, etc. Después de sentir la náusea solo es capaz de percibir la futilidad de la vida, la aleatoriedad de nuestros actos y el despropósito de nuestros sueños.” -
17
Lunes 29 de enero de 1932 Algo me ha sucedido, no puedo seguir dudándolo. Vino como una enfermedad, no como una certeza ordinaria, o una evidencia. Se instaló solapadamente poco a poco; yo me sentí algo raro, algo molesto, nada más. Una vez en su sitio, aquello no se movió, permaneció tranquilo, y pude persuadirme de que no tenía nada, de que era una falsa alarma. Y ahora crece. No creo que el oficio de historiador predisponga al análisis psicológico. En nuestro trabajo sólo tenemos que habérnoslas con sentimientos a los cuales se aplican nombres genéricos, como Ambición, Interés. Sin embargo, si tuviera una sombra de conocimiento de mí mismo, ahora debería utilizarlo. Por ejemplo, en mis manos hay algo nuevo, cierta manera de tomar la pipa o el tenedor. O es el tenedor el que ahora tiene cierta manera de hacerse tomar; no sé. Hace un instante, cuando iba a entrar en mi cuarto, me detuve en seco al sentir en la mano un objeto frío que retenía mi atención con una especie de personalidad. Abrí la mano, miré: era simplemente el picaporte. Esta mañana en la biblioteca, cuando el Autodidacto5 vino a darme los buenos días, tardé diez segundos en reconocerlo. Veía un rostro desconocido, apenas un rostro. Y además su mano era como un grueso gusano blanco en la mía. La solté en seguida y el brazo cayó blandamente. También en la calle hay una cantidad de ruidos turbios que se arrastran. Por lo tanto se ha producido un cambio durante estas últimas semanas. ¿Pero dónde? Es un cambio abstracto que no se apoya en nada. ¿Soy yo quien ha cambiado? Si no soy yo, entonces es este cuarto, esta ciudad, esta naturaleza; hay que elegir. Creo que soy yo quien ha cambiado; es la solución más simple. También la más desagradable.
18
SIMONE DE BEAUVOIR (París, ) Pensadora y novelista francesa, representante del movimiento existencialista ateo y figura importante en la reivindicación de los derechos de la mujer. Originaria de una familia burguesa, destacó desde temprana edad como una alumna brillante. Estudió en la Sorbona y en 1929 conoció a Jean-Paul Sartre, que se convirtió en su compañero durante el resto de su vida. Se graduó en filosofía y hasta 1943 se dedicó a la docencia en los liceos de Marsella, Ruan y París. Su primera obra fue la novela La invitada (1943), a la que siguió La sangre de los otros (1944) y el ensayo Pyrrhus y Cineas (1944). Participó intensamente en los debates ideológicos de la época, atacó con dureza a la derecha francesa, y asumió el papel de intelectual comprometida. En sus textos literarios revisó los conceptos de historia y personaje e incorporó, desde la óptica existencialista, los temas de "libertad", "situación" y "compromiso". Fue fundadora junto a Sartre, Albert Camus y Maurice Merleau-Ponty, entre otros, de la revista “Tiempos Modernos”, cuyo primer número salió a la calle el 15 de octubre de 1945 y se transformó en un referente político y cultural del pensamiento francés de mitad del siglo XX. Continuó publicando más libros.
19
Su libro “El segundo sexo “ (1949) significó un punto de partida teórico para distintos grupos feministas, y se convirtió en una obra clásica del pensamiento contemporáneo. En él elaboró una historia sobre la condición social de la mujer y analizó las distintas características de la opresión masculina. Afirmó que al ser excluida de los procesos de producción y confinada al hogar y a las funciones reproductivas, la mujer perdía todos los vínculos sociales y con ellos la posibilidad de ser libre. Analizó la situación de género desde la visión de la biología, el psicoanálisis y el marxismo; destruyó los mitos femeninos, e incitó a buscar una auténtica liberación. Sostuvo que la lucha para la emancipación de la mujer era distinta y paralela a la lucha de clases, y que el principal problema que debía afrontar el "sexo débil" no era ideológico sino económico. Fundó con algunas feministas la Liga de los Derechos de la Mujer, que se propuso reaccionar con firmeza ante cualquier discriminación sexista, y preparó un número especial de Tiempos Modernos destinado a la discusión del tema. Ganó el Premio Goncourt con “Los mandarines” (1954). En 1966 participó en el Tribunal Russell, en mayo de 1968 se solidarizó con los estudiantes liderados por Daniel Cohn-Bendit, en 1972 presidió la asociación Choisir, encargada de defender la libre contracepción, y hasta sus últimos días fue una incansable luchadora por los derechos humanos.
Presentaciones similares
© 2025 SlidePlayer.es Inc.
All rights reserved.