10.0.0. Espero la vida eterna. La resurrección desde la experiencias fundamentales. La resurrección en el antiguo testamento. La resurrección en el nuevo.

Presentación del tema: "10.0.0. Espero la vida eterna. La resurrección desde la experiencias fundamentales. La resurrección en el antiguo testamento. La resurrección en el nuevo."— Transcripción de la presentación:

1 Espero la vida eterna. La resurrección desde la experiencias fundamentales. La resurrección en el antiguo testamento. La resurrección en el nuevo testamento. La resurrección de los muertos. La vida eterna.

2 10.1.0. La resurrección desde la experiencias fundamentales.
El anhelo por una plenitud de vida. El hombre vive insatisfecho permanentemente y la mayor negación del sentido de la vida es la muerte. Por un lado anhelamos la vida colmada y por otro no podemos satisfacerla. De ahí deseamos una plenitud de vida más alla de la muerte, tenemos el testimonio de que Dios resucita a los muertos y resucito a Jesús.

3 10.1.0. La resurrección desde la experiencias fundamentales.
El interrogante del amor. El amor es la afirmación plena de la persona amada y esto se ve frustrado por la muerte. La experiencia del amor autentico es la afirmación de la no muerte, amar a una persona es decirle Tú, tú no morirás nunca. El amor del amante cuenta con la vida del amado como con la suya en su plenitud de vida.

4 10.1.0. La resurrección desde la experiencias fundamentales.
El sufrimiento del inocente Muchos inocentes han sufrido muertes de despojo de dignidad de bienes, etc y no se les reconoció su inocencia. ¿Porqué sufren y fracasan los buenos y los malvados prosperan y triunfan? ¿Si la justicia no tiene la última palabra?, no hay Dios en el mundo. El hombre se constituye sobre la convicción de que el ser prevalece sobre la nada, la verdad sobre la mentira y la justicia sobre la injusticia. Por ello la salvación de los muertos en una plenitud de vida no es ningún sin sentido, no es un absurdo.

5 10.2.0.La resurrección en el antiguo testamento
El AT. No tiene la esperanza de la resurrección, la muerte es el fin definitivo. El seol es habitar el silencio y el olvido. Dios premia y castiga temporalmente en esta vida Lev 26y Dt 28 Frente al triunfo del mal, aparente, el autor del libro de JOB plantea que la retribución es una falacia. Si Dios es dueño de la vida tb. Lo es de la muerte y así se comprende que Dios no abandonará al justo, el amor y la fidelidad de Dios son más fuertes que la muerte. Lentamente llega el convencimiento del poder de Dios como vencedor de la muerte Dan 12,2 y 2Mac 7.

6 10.3.0. La resurrección en el nuevo testamento.
La muerte ha sido vencida mediante la muerte y resurrección de Jesucristo. Jesús murió por nosotros Rom 5,6 1tes 5,10 y resucitó tb por nosotros 2Cor 5,14. 1 Cor 15 nos dice: El carácter escatológico de la resurrección v 23,26,32 La índole corporal de la existencia resucitada v 44, 51 a 52. La dimensión cristológica de la resurrección v12, 13,15,16, 20 a 23.

7 10.4.0.La resurrección de los muertos
La lógica del Dios de la vida, que crea para compartir la vida, termina haciendo necesaria la idea de resurrección. Quien ha conocido a Dios quiere verle. El orante anhela ver a Dios. Dios que ahora parece no ver, lo desvelará todo y el hombre verá su justicia y el mismo vera a su Dios. Job a 27. El deseo universal de justicia pide que Dios se manifieste. Y todos verán la salvación de Dios Lc3,6. Para ver a Dios debemos vivir, y verlo como hoy vemos con nuestra carne por ello la visión de Dios hace posible la resurrección de mi cuerpo.

8 10.4.0.La resurrección de los muertos
El Dios vivo crea los seres para la vida. La creación como inicio de una convivencia de amor entre Dios y los hombres una vez iniciada no acaba nunca. Crear por la palabra significa que lo hizo con razón, sentido y finalidad, no por azar. Crear en el Espíritu dice que Dios creo por amor, con gratuidad por ello confiere, al hombre la autonomía, capacidad creadora y destino propio en el mundo. Llamándola a participar de su vida en el horizonte de toda la eternidad. El infierno y la condenación son posibilidades de la libertad humana que decide ser sin Dios, ser sobre Dios. El destino del hombre es la vida misma de Dios, la vida eterna y trinitaria y Dios la otorgará. Dios se hace solidario con el destino de los muertos para asumirlos a todos a sí mediante la comunión de vida con su hijo resucitado. Dios y resurrección de los muertos es lo mismo. Mc a 27.

9 10.4.0.La resurrección de los muertos
La amistad entre Dios y el hombre exige reciprocidad. Dios el hombre se han encontrado siendo amigos. El libro de los Macabeos da expresión a la esperanza de Israel y afirma la fidelidad de Dios. 2Mac. 7,22 a 23. El profeta Daniel afirma por primera vez la resurrección futura Dan 12,2. La Resurrección de Jesús va en la misma línea Dios no podía dejar al justo experimentar la resurrección. El cristianismo es el mensaje de la resurrección y Jesús fue comprendido como Mesías a partir de la resurrección de los muertos en la medida en que su resurrección implica la de todos. 2Cor 15,16

10 La vida eterna. Las entrañas del hombre son de carne y tiempo y ellas hechas cuerpo espiritual verán a Dios. El Espíritu conforma nuestros cuerpos para que vivan la vida del resucitado y así heredarán su condición gloriosa. Rom8,11. 1Cor 6,14. Rom 8,23. Rom 8,13. Gal 6,8. A la luz de estos textos la Iglesia ha comprendido la vida nueva del cristiano, la ya presente y la que rompiendo los límites del tiempo se manifiesta superior a la muerte; por ello es eterna y presupone la resurrección de los muertos, como resultado de la acción del Espíritu Santo en el Hombre. Sobre el contenido de la vida eterna el credo no dice nada. La vida de Dios será la vida del hombre. La fe nos invita a prepararnos de forma que podamos superar el juicio previo a ella. El purgatorio sería la posibilidad de purificación, pero es eso una posibilidad en la esperanza del amor salvador de Dios. El cristianismo se preocupa de la vida ante Dios ahora más que lo que ocurrirá despues de la muerte. Nos son necesarias la vigilancia, la paciencia, la petición del perdón de los pecados y confiar en la misericordia de Dios.