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En el principio Dios Reforma Pro Salud. Creado a imagen de Dios Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;

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Presentación del tema: "En el principio Dios Reforma Pro Salud. Creado a imagen de Dios Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;"— Transcripción de la presentación:

1 En el principio Dios Reforma Pro Salud

2 Creado a imagen de Dios Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Gen 1:26-27 R60)

3 "El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter" (PP 25).

4 1:1 En el principio Dios. (Gen 1:1 R60)

5 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. (Gen 1:31-1 R60)

6 Dieta de bestias Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. (Gen 1:30 R60) Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. (Gen 1:31-1 R60)

7 El pecado nos quitó la posibilidad del árbol de la vida

8 Creado un poco menor que los ángeles Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. (Psa 8:5 R60)

9 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. (Gen 3:22-24 R60)

10 Las tres maldiciones

11 La primera maldición se pronunció sobre la posteridad de Adán y sobre la tierra, a causa de la desobediencia. La segunda maldición vino sobre la tierra después que Caín mató a su hermano Abel. La tercera y más terrible maldición de Dios vino sobre la tierra con el diluvio. { CRA 445.2; CD.373.2 }

12 Sobre la tierra y la posteridad de Adán Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. (Gen 3:17-19 R60)

13 Sobre la tierra Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. (Gen 4:10-12 R60)

14 Sobre el hombre Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. (Gen 6:5-7 R60)

15 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. 4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. (Gen 6:3-4 R60)

16 Tres dietas

17 Un poco menos que la dieta de los ángeles Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. (Gen 1:28-29 R60)

18 Dieta de animales Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. (Gen 3:17-18 R60) Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. (Gen 1:30-31 R60)

19 Dieta para cortar la vida Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. (Gen 6:3 R60)

20 3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. 4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. (Gen 9:1-4 R60)

21 Para limitar la capacidad de maldad Dios vio que las costumbres del hombre se habían corrompido, y que él estaba dispuesto a exaltarse a sí mismo en forma orgullosa contra su Creador y a seguir los dictámenes de su propio corazón. Y permitió que la raza longeva comiera alimentos de origen animal para abreviar su existencia pecaminosa. Pronto después del diluvio la raza humana comenzó a decrecer en tamaño y en longevidad.—Spiritual Gifts 4:120, 121 (1864). { CRA 446.1; CD.373.3 }

22 Retornando al principio

23 Al señalar el alimento para el hombre en el Edén, el Señor demostró cuál era el mejor régimen alimenticio; en la elección que hizo para Israel enseñó la misma lección. Sacó a los israelitas de Egipto, y emprendió la tarea de educarlos para que fueran su pueblo. Por medio de ellos deseaba bendecir y enseñar al mundo. Les suministró el alimento más adecuado para este propósito, no la carne, sino el maná, “el pan del cielo”. { CRA 446.4; CD.374.2 }

24 Pan del cielo Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. (Exo 16:4 R60)

25 ¿Qué planeaba Dios?

26 Cuando Dios sacó a los hijos de Israel de Egipto, era su propósito establecerlos en la tierra de Canaán, para que constituyeran un pueblo puro, feliz y lleno de salud. Christian Temperance and Bible Hygiene, 118, 119 (1890). { CRA 451.1; CD.377.4 }

27 A fin de modificar la disposición, y con el propósito de poner en activo ejercicio las facultades más elevadas de la mente, quitó de ellos la carne de los animales muertos. Les dio, en cambio, alimento de ángeles, maná del cielo.—Manuscrito 38, 1898. { CRA 448.1; CD.375.2 }

28 Y hablaron contra Dios, Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto? 20 He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas, Y torrentes inundaron la tierra; ¿Podrá dar también pan? ¿Dispondrá carne para su pueblo? 21 Por tanto, oyó Jehová, y se indignó; Se encendió el fuego contra Jacob, Y el furor subió también contra Israel, 22 Por cuanto no habían creído a Dios, Ni habían confiado en su salvación. 23 Sin embargo, mandó a las nubes de arriba, Y abrió las puertas de los cielos, 24 E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen, Y les dio trigo de los cielos. 25 Pan de nobles comió el hombre; Les envió comida hasta saciarles. (Psa 78:19-25 R60)

29 La carne no era plan de Dios, fue deseo de Israel Movió el solano en el cielo, Y trajo con su poder el viento sur, 27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo, Como arena del mar, aves que vuelan. 28 Las hizo caer en medio del campamento, Alrededor de sus tiendas. 29 Comieron, y se saciaron; Les cumplió, pues, su deseo. (Psa 78:26-29 R60)

30 El deseo de carne es desorden Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; Y tentaron a Dios en la soledad. 15 Y él les dio lo que pidieron; Mas envió mortandad sobre ellos. (Psa 106:14-15 R60)

31 Dios respeta el libre albedrio Levíticos 11

32 Al establecerse en Canaán, se permitió a los israelitas que consumieran alimento de origen animal, pero bajo prudentes restricciones encaminadas a mitigar los malos resultados. El uso de la carne de cerdo quedaba prohibido, como también el de la de otros animales, de ciertas aves y de ciertos peces, declarados inmundos. De los animales declarados comestibles, la grasa y la sangre quedaban absolutamente proscritas. { CRA 447.1; CD.374.3 }

33 Sólo podían consumirse las reses sanas. Ningún animal desgarrado, mortecino, o que no hubiera sido cuidadosamente desangrado, podía servir de alimento. { CRA 447.2; CD.374.4 }

34 Complacidos pero perdedores Por haberse apartado del plan señalado por Dios en el plan de alimentación, los israelitas sufrieron graves perjuicios. Desearon comer carne y cosecharon los resultados. No alcanzaron el ideal de carácter que Dios les señalara ni cumplieron los designios divinos. El Señor “les dio lo que pidieron; mas envió flaqueza en sus almas” Salmos 106:15, VM. Preferían lo terrenal a lo espiritual, y no alcanzaron la sagrada preeminencia a la cual Dios se había propuesto que llegasen.—El Ministerio de Curación, 240, 241. { CRA 447.3; CD.375.1 }

35 Dieta final

36 Una y otra vez se me mostró que Dios está tratando de guiarnos de vuelta, paso a paso, a su plan original: que el hombre subsista a base de productos naturales de la tierra.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 119; Counsels on Health, 450 (1890). { CRA 453.3; CD.380.1 }

37 Las hortalizas, las legumbres, las frutas y los cereales deben constituir nuestro régimen alimenticio. Ni un gramo de carne debiera entrar en nuestro estómago. El consumo de carne es antinatural. Hemos de regresar al propósito original que Dios tenía en la creación del hombre.—Manuscrito 115, 1903. { CRA 454.1; CD.380.2 }

38 ¿No es tiempo ya de que todos prescindan de consumir carne? ¿Cómo pueden seguir haciendo uso de un alimento cuyo efecto es tan pernicioso para el alma y el cuerpo los que se esfuerzan por llevar una vida pura, refinada y santa, para gozar de la compañía de los ángeles celestiales? ¿Cómo pueden quitar la vida a seres creados por Dios y consumir su carne con deleite? Vuelvan más bien al alimento sano y delicioso que fue dado al hombre en el principio, y tengan ellos mismos y enseñen a sus hijos a tener misericordia de los seres irracionales que Dios creó y puso bajo nuestro dominio.—El Ministerio de Curación, 244 (1905). { CRA 454.2; CD.380.3 }

39 Los que esperan la venida del Señor, con el tiempo eliminarán el consumo de carne; la carne dejará de formar parte de su régimen. Siempre debiéramos tener este fin en cuenta, y esforzarnos para avanzar firmemente hacia él. No puedo pensar que en la práctica del consumo de carne nos hallemos en armonía con la luz que a Dios le ha agradado darnos. Christian Temperance and Bible Hygiene, 119 (1890). { CRA 454.3; CD.380.4 }

40 Dios pide que los apetitos sean purificados y que se renuncie a las cosas que no son buenas. Esta obra debe ser hecha antes que su pueblo pueda estar delante de él como un pueblo perfecto.— Joyas de los Testimonios 3:354 (1909). { CRA 455.2; CD.381.2 }

41 Es para el propio bien de la iglesia remanente por lo que el Señor le aconseja a ella que descarte el uso de la carne, el té y el café, así como otros alimentos perjudiciales. Hay abundancia de otras cosas que podemos usar, para sostener nuestra vida, que son sanas y buenas.—Manuscrito 71, 1908. { CRA 455.3; CD.381.3 }

42 Muchos que están hoy solamente medio convertidos con respecto al consumo de carne abandonarán el pueblo de Dios para no andar más con él. { CRA 456.1; CD.382.1 }

43 Los ministros deben ser estrictamente temperantes en su comer y beber, no sea que hagan sendas torcidas para sus pies, desviando al cojo—los que son débiles en la fe—del camino. Si mientras proclaman el más solemne e importante mensaje que Dios jamás haya dado, los hombres combaten la verdad complaciendo hábitos incorrectos de comer y beber, quitan toda la fuerza del mensaje que llevan. { CRA 456.2; CD.382.2 }

44 Fin

45

46 Un asunto de discernimiento

47 Discernimiento Los que se complacen en comer carne, en tomar té y en la glotonería, están sembrando semillas cuya cosecha será dolor y muerte. Los alimentos no saludables colocados en el estómago fortalecen los apetitos que combaten contra el alma, y así se desarrollan las propensiones inferiores. Un régimen a base de carne tiende a desarrollar la animalidad. El progreso de la animalidad disminuye la espiritualidad, y hace que la mente resulte incapaz de comprender la verdad. { CRA 456.3; CD.382.3 }

48 Los que usan carne en abundancia, no siempre tienen un cerebro despejado y una inteligencia activa, debido a que el uso de carne tiende a causar una tosquedad o pesadez en el cuerpo, y a entorpecer las facultades más delicadas de la mente.— Christian Temperance and Bible Hygiene, 47; Counsels on Health, 115 (1890). { CRA 464.3; CD.389.1 }

49 Ojalá que todos pudieran discernir estos asuntos como me fueron presentados, todos aquellos que ahora son tan descuidados, tan indiferentes con respecto a la edificación de su carácter; los que defienden el régimen a base de carne, nunca abrirían sus labios para justificar un apetito que requiere la muerte de los animales. Tal régimen contamina la sangre en sus venas, y estimula las propensiones animales inferiores. Debilita la percepción aguda y el vigor de pensamiento para entender a Dios y la verdad, y para lograr un conocimiento de sí mismo.—Manuscrito 3, 1897. { CRA 458.3; CD.384.1 }

50 Santos, puros, refinados, vivir con los ángeles ¿Continuarán quitándole la vida a las criaturas de Dios, para saborear su carne como un manjar delicioso, esas mismas personas que tratan de ser santas, puras y refinadas para disfrutar de la compañía de los ángeles celestiales? Según lo que el Señor me ha mostrado, este orden de cosas debe ser cambiado, y entonces el pueblo peculiar de Dios ejercerá temperancia en todas las cosas.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 48; Counsels on Health, 116 (1890). { CRA 455.1; CD.381.1 }

51 No necesitamos la carne en absoluto. Dios puede darnos otra cosa.—(Australasian) Union Conference Record, 28 de julio de 1899. { CRA 459.3; CD.384.5 }

52 Numeros 11:1-35

53 Si hubieran aceptado que el Señor les eligiera los alimentos y si hubieran estado agradecidos y satisfechos por los alimentos que podían comer en abundancia y sin perjuicio, no habrían perdido el favor de Dios, ni habrían sido castigados por su murmuración rebelde cuando gran número de ellos pereció.— Spiritual Gifts 4:15-18 (1864). { CRA 450.3; CD.377.3 }

54 Consecuencias del apetito desordenado El deseo de carne

55 Depravación, idolatría, violencia, ferocidad, corrupción, insoportables Los habitantes del mundo antiguo comían y bebían con intemperancia. Consumían carne aunque Dios no les había dado permiso para comerla. Comían y bebían con exceso, y sus apetitos depravados eran ilimitados. Se entregaron a una idolatría abominable. Se tornaron violentos y feroces, y tan corrompidos, que Dios no pudo soportarlos durante más tiempo. Su copa estaba rebosante de iniquidad, de modo que Dios limpió la tierra de su contaminación moral mediante un diluvio. [How to Live, 52.]—Mensajes Selectos 2:476 (1865). { CRA 446.2; CD.373.4 }

56 Quita la capacidad de discernir Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. 15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. (Exo 16:14-15 R60)

57 Daña el cuerpo y el carácter Por lo general, el Señor no proveyó para su pueblo alimentos a base de carne en el desierto, porque sabía que el uso de ese régimen crearía enfermedad e insubordinación.—Manuscrito 38, 1898. { CRA 448.1; CD.375.2 }

58 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. 8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9 No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar. (Isa 11:6-9 R60)

59 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová. (Isa 65:25 R60)

60 Amonestación para el tiempo del fin

61 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. (1Co 10:6-13 R60)

62 Los que tienen la luz y no la siguen, sino que desatienden los requerimientos de Dios, hallarán que las bendiciones que les pertenecían se transformarán en maldiciones, y las misericordias reservadas para ellos se convertirán en juicios. Dios quiere que aprendamos humildad y obediencia mientras leemos la historia del antiguo Israel, que era su pueblo peculiar y escogido, pero que provocó su propia destrucción al seguir sus propios caminos.—Testimonies for the Church 3:171, 172 (1873). { CRA 452.3; CD.379.1 }


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