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LIBRO GIGANTE EL MONSTRUOSO LIBRO DE LAS TEXTURAS

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Presentación del tema: "LIBRO GIGANTE EL MONSTRUOSO LIBRO DE LAS TEXTURAS"— Transcripción de la presentación:

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2 LIBRO GIGANTE EL MONSTRUOSO LIBRO DE LAS TEXTURAS
TEXTO: GUADALUPE ALEMAN LASCURAIN ILUSTRACIÓN: RAÚL CRUZ FIGUEROA FERNANDEZ EDITORES MÉXICO D.F. 1° EDICIÓN, SEPTIEMBRE 1994

3 UN MUNDO DE TEXTURAS. ¿Quieres hacer un fabuloso viaje con tu imaginación? Entonces cierra los ojos. ¿Estas preparado? ¡Allá vamos! Estás sentado en tu cuarto y de pronto, un hechicero de larga barba blanca aparece ante ti. Con u n movimiento de su varita mágica, te transporta hasta un mundo que te parece muy extraño porque todo a tu alrededor carece de textura y color. Pasas la mano por encima de distintos objetos… pero no notas ninguna diferencia entre uno y otro. Después de un rato comienzas a desesperarte. ¡Qué lugar tan aburrido! No hay nada interesante que ver, o tocar. Es como mirar durante horas y horas una hoja de papel en blanco. Al fin, harto, le dices al hechicero: -¿En dónde estoy? La respuesta llega pronto. -¡Estas en el Mundo sin Texturas! Al ver que te aburres como ostra, el hechicero te lleva a tu cuarto otra vez. Después de todo, se trata de un hechicero bonachón. ¡Sabe que a nadie le gustaría quedarse en ese horrible sitio! Por suerte, en nuestro mundo si existen texturas. ¡Alguna vez has pensado que sin ellas, todo sería mucho menos interesante? A veces puedes quedarte durante mucho tiempo mirando la llama de una vela, listo para descubrir hermosas figuras cambiantes dentro flama. ¡Si su textura, no podrías hacerlo! También puedes cerrar los ojos, pasar tu mano por la superficie de una roca, y jugar a que cada grieta o cada bulto son la montaña gigantesca. ¡Si la roca no tuviera textura, jamás sabrías lo que es! ¿Y qué me dices del agua? Puedes reflejarte en ella, peo también hundir tu mano y ver como chorrea hasta formar un charco. La textura del agua es tan increíble como la formula mágica, porque puede verse de distinta maneras. Algo así pasa con la textura de arena: Gracias a ella puedes dejar que la arena escurra entre tus dedos… pero también construir un castillo. ¡En fin! El caso es que siempre estás rodeado de texturas. La colcha con la que te cubres cada noche tiene una textura muy especial, completamente distinta a la de tu pelo, tu cuaderno o tu ropa. Además de ser divertidas y muy interesantes, las texturas son importantísimas para toda la humanidad. Conocemos el mundo que nos rodea a partir de la vista….¡Pero también a través del TACTO! Las texturas nos permiten distinguir una piedra de una cuerda…. ! Aunque no estemos viéndolas ¡ Gracias a que hay diversas texturas, el hombre ha podido adaptar los objetos a sus necesidades. Si absolutamente TODO fuera de una textura nubosa, no podríamos construir casas; y si todo tuviera una textura metálica, no podríamos vestirnos ni comer. Ahora que conoces un poco mas del fantástico universo de las texturas, ¡estás listo para hacer el viaje imaginario? Esta vez, el guía de tu viaje imaginario es el libro que tienes en las manos: ¡El Monstruoso Libro de las Texturas! La Historia que vas a conocer comienza en un lejano reino conocido como Villaplana. El rey de Villaplana se dedicaba a coleccionar corcholatas de bebidas exóticas … pero lo que más interesaba en el mundo era conocer distintas texturas: Para su desgracia, todos los habitantes de Villaplana eran tan lisos como una bola de billar. Así, el rey decidió reunir a monstruos de texturas distintas, y los mandó llamar desde los confines más remotos del imperio. ¡Fundaré la Primera Convención Mundial de Texturas!- anunció. Las invitaciones fueron repartidas por veloces mensajeros alados. Y poco a poco, los invitados comenzaron a aparecer…

4 ARENOSO El primero en presentarse a la Convención Mundial de Texturas fue Arenoso, porque tenía un medio d transporte muy veloz. Se dispersaba hasta quedar convertido en un montón de arena; luego se montaba en una ráfaga de viento y el ventarrón lo llevaba hasta donde el quería. En cuanto llegó a Villaplana, Arenoso recuperó su forma origina…que, por cierto, no era precisamente delicada. Arenoso era un monstruo en forma de reptil. Tenía cara de pocos amigos y una mirada que parecía decir: ¡fuera de mi camino! Había nacido en un sitio llamado Dunópolis, donde todos los habitantes eran como él. A pesar de su aspecto hostil, Arenoso no era malo. Lo que pasa es que a veces amanecía de mal humor, y entonces se comentaba que tenia una personalidad áspera. Nada extraño en un personaje formado de arena. Cuando le tocó presentarse ante el rey, Arenoso hizo una profunda reverencia y partes de su brazo comenzaron a desprenderse. Aunque ya estaba acostumbrado a que le sucedieran cosas así, comenzó a ponerse nervioso. Al final comenzó a hablar. -Tiene sus ventajas estar formado de arena- dijo. Su voz era seca y rasposa-. A veces me disperso para viajar… pero cuando estoy inmóvil, puedo compactarme y parecer sólido. Hay quien comenta que en el fondo soy un debilucho,, que me desmorono a la menor dificultad… ¡pero eso no es cierto! -Aunque me deshaga miles de veces- continuó- siempre puedo recuperar la forma que yo quiera. ¡Miren esto! De pronto, ante la sorpresa de los presentes, Arenoso se transformó en un pez de arena. Todos aplaudieron mientras él se convertía en reptil otra vez. Cuando Arenoso concluyó, les había caído bien a todos… aunque siguieron pensando que el pobre era un poco frágil.

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6 PLUMOSO Después de Arenoso, se presento ante el rey un monstruo de aspecto aún más extraño. Estaba cubierto de plumas multicolores, y su cuerpo se enroscaba sobre sí mismo igual que el de una serpiente. Llevaba un penacho de hermosas plumas rojas y anaranjadas, por lo que todos notaron que se trataba de un monstruo muy importante. A diferencia de Arenoso, parecía un tipo sumamente elegante y delicado. Plumoso –que así se llamaba este monstruo- serpenteó hasta encontrarse justo frente al trono. Mientras se movía, sus plumas se escuchaban como un susurro. -Yo soy el honorable y nunca bien ponderado Plumoso- dijo el monstruo, con una voz melodiosa parecida al trino de un pájaro. -Que no exagere tanto- murmuro Arenoso desde el fondo del salón. -En Plumario, el reino donde yo vivo, todos somos tan ligeros que a veces nos lleva el viento – continuo Plumoso- pero no nos lastimamos, porque caemos al suelo lenta y suavemente. Todo lo hacemos con plumas: desde nuestras casas hasta nuestra vestimenta. Una vez al año cambiamos de plumaje, y vendemos nuestras plumas viejas a los demás reinos cercanos al nuestro. Mientras Plumoso hablaba, todos comenzaron a pensar que la mejor textura de todo el universo era la de plumas. Por lo visto, las plumas eran ligeras y cómodas, bonitas y suaves, resistentes y flexibles… Pero de pronto, el rey hizo una pregunta. -¿Qué hacen cuando llueve? Entonces Plumoso bajó los ojos, avergonzado. Le dio pena admitir que, cuando se mojaba, comenzaba a parecer hilacho escurrido. Un monstruo comenzó a reír con tanto gusto, que todos voltearon. Se llama Acuoso, y pronto sería su turno de hablar.

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8 PAPELOSO Cuando Plumoso se retiró –bastante menos contento de lo que había llegado- ocupó su lugar un monstruo tímido y apacible llamado Papeloso. Su cuerpo estaba formado por tiras de distinto papel, enrolladas unas sobre otras. -Parece que lo sacaron de un basurero- comentó Plumoso en voz baja. En realidad, se moría de envidia porque a Papeloso le habían aplaudido más. Papeloso caminó torpemente hasta encontrarse frente al rey. Era un monstruo muy culto, quizá porque había nacido en Letradia, el reino de los libros. Lo primero que dijo fue: -Generoso monarca, es motivo de sumo regocijo y espléndido placer el hallarme ante sus pies, representando a mi recatada, dúctil y ligerísima textura. El rey pidió disimuladamente que le llevaran un diccionario. Cuando al fin entendió lo que Papeloso había dicho, hizo un gesto de agradecimiento y lo invitó a seguir hablando. -Como soy de papel, mucha gente cree que no sirvo para nada –afirmó Papeloso-. Pero si no fuera por el papel, ninguno de nosotros estaría aquí. ¡No hubieran podido hacer las invitaciones! -Eso es cierto- pensó el rey, imaginando el trabajo que le hbiera costado escribir sobre plumas, arena, agua cristal, fuego o cualquier otra textura. No voy anegar que me arrugo fácilmente –continuó Papeloso-. Pero soy ligero y útil. En Letradia no necesitamos hablar más de la cuenta, y nadie dice mentiras por una sencilla razón: ¡todo lo que se afirma queda escrito! Cuando Papeloso terminó su discurso su discurso, otro monstruo se levanto a aplaudir, conmovido. ¡Era Maderoso, uno de sus primos lejanos!

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10 MARMOLOSO El rey de Villaplana estaba convencido de que ya había visto a los monstruos más interesantes del imperio… hasta que Marmoloso hizo su aparición. El cuerpo de este monstruo estaba formada por distintos tipos de mármol: mármol rosa, azul, verde y color ámbar. En realidad, Marmoloso era un monstruo muy atractivo. Parecía una escultura o una pieza de museo. A pesar de estar hecho de un material pesado, Marmoloso caminó con paso ligero hasta el trono, una vez ahí dijo: -Yo soy Marmoloso, del reino de Losafría. En el sitio donde yo vivo, las calles estan hechas de un mármol tan resbaloso, que todos patinamos de un sitio a otro. ¡Es mucho más divertido que caminar! Los demás monstruos asintieron. Uno de ellos –Pedroso- tenía la boca abierta de admiración. Era un pariente lejano de Marmoloso, porque a fin de cuentas, los dos estaban hechos de piedra…¡pero Pedroso parecía rufían al lado de Marmoloso! -Algún día yo seré como él- pensó Pedroso. Unos cuantos monstruos se acercaron a darle la mano a Marmoloso. Nunca habían visto una textura tan bella: fuerte y a la vez un poco transparente, con vetas y tonalidades tan distintas. -Yo quiero hacerme un palacio con esta textura- dijo el rey. Y esto alegró mucho a Marmoloso, porque todos los habitantes de Losafría se dedicaban a construir palacios. Caminaban diligentemente de un lado a otro de la ciudad buscando trocitos de mármol para crear fantásticos edificios de colores. Los invitados ala Convención Mundial de Texturas le pidieron a Marmoloso que les construyera una fuente para conmemorar tan importante evento. Marmoloso accedió, feliz. ¡Nada le gustaba tanto como trabajar!

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12 NUBOSO El siguiente monstruo en comparecer ante el rey fue Nuboso. Su cuerpo, compuesto por nubes, cambiaba constantemente. Arenoso – que había presumido de su facilidad de cambiar de forma- apenas podía creer lo que veía. Nuboso provenía de un territorio ambulante que no estaba en ningún mapa, porque el viento lo barría de un lado a otro. ¡Era el único monstruo que había acudido a la Convención acompañado de todo un país! La textura de Nuboso provocó grandes controversias, porque algunos monstruos decidieron que eso no era textura. -¡Si intento estrechar la mano de Nuboso, mi mano se hunde en el vacío!- protestó Maderoso. Pero Papeloso, siempre tan culto, afirmo que Nuboso sí era una textura. Dio una explicación tan completa, que todos quedaron satisfechos y dejaron que Nuboso hablara. Ahí fue donde empezó el segundo problema… porque Giboso, además de carecer de forma fija, era demasiado ambiguo e impreciso al hablar. No le gustaban nada las frases concretas. De hecho, odiaba cualquier cosa que fuera concreta o exacta. Ante tales circunstancias su discurso fue algo así: -Buenas…ah…este…digo, buenas tardes… ¿o son noches ya? Yo soy ¿era? ¿seré? Nuboso…o al menos, así me llaman todos… si es que se puede decir “todos”… en fin… como decía… Una hora más tarde –cuando la concurrencia ya se estaba durmiendo- Nuboso apenas había logrado completar una o dos ideas. Explicó que en su país no existían los nombres, ni las leyes, porque todos eran demasiado volubles. Los monstruos aplaudieron con todas sus fuerzas… sobre todo para que Nuboso se callará.

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14 CORDOSO Durante el discurso de Nuboso, uno de los presentes había estado asistiendo en la cabeza… como si algo hubiera comprendido. Se trataba de un monstruo formado por cuerdas enrolladas. Se llamaba Cordoso. Cordoso provenía de un reino llamando Nudosia. Cuando estaba triste o cansado, su textura comenzada a desenredarse….pero en este día, se encontraba mas anudado que nunca. ¡Se sentía como nuevo¡ Los invitados admiraron mucho la textura de Cordoso. Algunos hasta se acercaron a tocarla para ver si se sentía tan áspera como se veía… cosa que comprobaron inmediatamente. Cordoso se arrastró hasta el centro del salón - Me parece que este tipo no va a dejar cabos sueltos- comentó Papeloso, feliz de hacer un juego de palabras. Esta vez, Papeloso se equivocaba. Cordoso era un monstruo muy simpático… ¡pero muy confundido¡ En pocas palabras, su personalidad también estaba hecha nudo. Cuando empezó a hablar, hasta el impreciso Nuvoso sintió ganas de matarlo. -Es un placer estar e este lugar, en el fantástico reino de Estambrón –dijo Cordoso. -Estas en Villaplana – le corrigió el rey. -¿De veras? ¡No es esta la Tercera Junta Mundial de Textiles? -¡No!-gritaron todos al unísono-. ¡Es la Primera Convención Mundial de Texturas! -Que barbaridad- se preocupó Cordoso-.Hubiera jurado que… bueno, es que perdí m agenda… y como estamos en el de agosto… -¡Es febrero¡-gritaron todos otra vez Ante semejantes respuestas el pobre Cosrdoso comenzó a desenredarse, y salió del salón convertido en un hilito

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16 COLCHOSO Todos se sintieron más tranquilos cuando entró al salón el tono un monstruo gordo y risueño, dispuesto a hacerse amigo de cada invitado. Este monstruo jamás estaba triste ni preocupado, porque no había problema en el universo capaz de hacerle mella. Claro que tenia el cerebro lleno de algodón... lo cual, en un momento dado, puede considerarse como una ventaja. A Colchoso –que así se llamaba el monstruo- le encantaba decir siempre: ¡ el cerebro solo sirve para dar preocupaciones¡ Colchoso había viajado a Villaplana desde el reno de Pachón, sitio frecuentado por miles de turistas al año. Y es que el suelo de este lugar era un gigantesca y mullida colcha de parches, sembrada de cómodas almohadas. La gente que visitaba Pachon caía profundamente dormida al llegar ahí… y no despertaba hasta que terminaban sus vacaciones. Había amables edecanes dispuestos a acomodarles las almohadas a los turistas dormidos, y algunos hasta se las arreglaban para garantizar sueños divertidos. Cuando Colchoso comenzó a hablar, todos se pusieron de buen humor, porque su voz era agradable y arrulladora. Dos o tres monstruos se durmieron... pero los que lograron mantener los ojos abiertos, aplaudieron muchísimo. -Mi textura es una de las más buscadas- dijo-. No es tan delicada como el cristal, ni tan fina como el mármol. Pero seamos sinceros. A la hora en que nuestros parpados comienzan a cerrarse, ¿ a quien le importa el mármol o el cristal? Ni Marmoloso ni Cristaloso pudieron discutir este punto, así que el discurso de Colchoso fue todo un éxito. Cuando terminó de hablar el rey de Villaplana lanzó un enorme bostezo y sugirió que era hora de la siesta. Todos se acurrucaron en su silla

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18 PEDROSO El siguiente monstruo entró al salón dando grandes pisadas. El suelo se estremeció y dos o tres retratos se cayeron de la pared. Sosteniéndose la corona para no perderla, el rey de Villaplana le pidió al monstruo que dejara de moverse. Se llamaba Pedroso, y había viajado desde el reino de Canteria para representar una de las texturas más importantes del mundo: ¡la piedra! Pedroso estaba dispuesto a impresionar a todos –incluso al culto Papeloso- con la belleza y la solidez de la piedra. Quería lanzar un conmovedor discurso capaz de arrancar las lágrimas de los presentes, y exponer datos tan interesantes que obligaran a todos a pedirle un autógrafo. Desgraciadamente, Pedroso no contaba con un pequeño detalle. Él era un monstruo demasiado tonto. Así que cuando llegó el momento de que el rey le concediera la palabra , apenas pudo balbucear: -Hola… Todos soltaron una estruendosa carcajada. ¡Hasta Marmoloso, que era muy educado! Aunque Pedroso no pudo decir gran cosa, todos tuvieron que admitir que su textura era de las más agradables. Cada grieta recordaba enormes y profundos abismos, y todo el conjunto tenía una fuerza imponente. El rey estuvo a punto de pedirle también a Pedroso que le construyera un palacio nuevo. Al ver que Pedroso no podía hablar, Papeloso se ofreció a decir algunas cosas acerca de la piedra. Habló de los diversos tonos de la superficie, de las formaciones rocosas de Canteria y de sus acantilados. Cuando terminó, el que más aplaudió fue Pedrosos. De hecho, se puso a dar brincos de emoción… lo cual causó grandes apuros, porque estuvo a punto de destruir el salón del trono.

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20 ACUOSO En cuanto Pedroso se fue, un monstruo increíble entró en el salón… o más bien fluyó hacia el salón, porque estaba hecho de agua. Todos callaron al verlo, porque era uno de los monstruos más sorprendentes del mundo. Su cuerpo líquido se movía todo el tiempo, formando burbujas. Sus brazos eran chorros que de pronto salían disparados de su cuerpo, y sus dedos eran gotas. A veces, partes de su cuerpo parecían disolverse en charquitos, pero en seguida volvían a incorporarse a una gota grande y central. El rey de Villaplana se preocupó un poco al ver que Acuosos –así se llamaba el monstruo- estaba empapando la costosa alfombra del salón, pero no quiso decirle nada a su invitado. Acuoso les hizo una reverencia a los demás invitados (cosa que es muy difícil de hacer cuando estás hecho líquido), y comenzó a hablar. Costaba un poco de trabajo entender sus palabras , que salían entre borbotones como si estuviera hablando bajo el agua. Acuosos explicó que era el último sobreviviente de un antiguo reino llamado Oceanía. -Un buendía, mis compañeros se evaporaron –gimió. Parecía que estaba llorando… pero como sus lágrimas se fundían con el resto de su cuerpo, era muy difícil darse cuenta. Sin embargo, recuperó el buen humor cuando comenzó a explicar las múltiples maravillas de su textura. -¡El agua es un elemento único! –exclamó-. Solamente el agua puede hacerse sólida cuando se convierte enhielo, o transformarse en un gas. ¡Puede ser tan lisa y transparente como un estanque apacible, pero también tan agitada y turbulenta como un océano en tempestad! Al final de su discurso, había salpicado a todos los invitados… pero el único que se enojó fue un monstruo llamado Fogoso.

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22 MALVAVISCOSO Aunque estaba un poco cansado después de haber visto cómo Pedroso y Acuoso dejaban el salón hecho un desastre, el rey recibió al siguiente monstruo. Y sintió un gran alivio, porque era un monstruo de personalidad dulce y blanda. No en vano se llamaba Malvaviscoso. Provenía de la famosa Bombónida, donde vivían extrañas criaturas hechas de dulce. Malvaviscoso era algo tímido a pesar de sus grandes colmillos, y se asustó todavía más cuando vio que algunos monstruos lo miraban con cara de hambre. A Plumoso, sobre todo, le encantaban las golosinas. Tal vez so saltó sobre Malvaviscoso por el simple hecho de que semejante acto atentaba contra la etiqueta. Malvaviscoso comenzó a hablar con voz suave y acariciadora. -Mi textura no es, quizá, la más útil de todas –comentó de forma humilde-. Sin embargo, es la alegría de muchos niños, la sonrisa de algunos jóvenes y la delicia de los viejos… Acuoso lanzó un gran suspiro, per Arenoso lo calló diciendo: -¡Por favor no seas cursi! Ajeno a las burlas de Arenoso, Malvaviscoso continuó: -Además mi textura se transforma cuando se acerca al fuego. Se vuelve negra y arrugada, pero entonces comienza a escurrir una mile deliciosa. ¿Quién no ha asado malvaviscos en una fogata nocturna? -¿Podemos hacer una demostración? –preguntó Fogoso, siempre tan impulsivo. -¡Claro que no! – exclamó Malvaviscoso horrorizado. Pero como era de corazón blando, ni siquiera se atrevió a quejarse ante el rey. Fogoso ya había decidido fastidiar la pobre monstruo… y aquello hubiera acabado en pleito de no ser por Papeloso, quien oportunamente decidió distraerlos.

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24 HOJARASCOSO En medio de un rumor parecido al de un árbol mecido por el viento, hizo su aparición el monstruo Hojarascoso. Su cuerpo. Formado por hojas de árboles, llamó mucho la atención. Hojarascoso no tenía brazos ni cara, pero s´dos grandes ojos que se asomaban en medio de la espesura. Ahora bien, Hojarascoso era un monstruo muy solemne. Le gustaban las ceremonias, los discursos y las formalidades de todo tipo. Desde luego, Nuboso le cayó mal en cuanto lo vio. -Tonterías, eso de las nubes –pronunció. Y su voz era grave y profunda-.Lo que este reino necesita son texturas de verdad, como la mía. -¿Podrías explicarte un poco más? –dijo el rey. -¡Claro! Yo soy Hojarascoso, primo en segundo grado de Maderoso, aquí presente. Vengo de Villa Otoñal, el reino de al lado. ¡Y vengo a abogar por texturas complicadas, por texturas que cambian de color cuando se acerca el invierno! Si mi textura no fuera tan bella, los niños no saltarían dentro de la hojarasca, ni se alegrarían al escuchar el ruido que hacen sus pies sobre las hojas secas. -Qué bonito, eso de los niños –dijo Malvaviscoso. -¡Otra vez de cursi…! –lo regaño Arenoso. -Nadie duda que tu textura sea hermosa –intervino el rey-. No venimos a pelearnos. Hojarascoso se agitó, y una o dos hojas cayeron de su cuerpo. Estaba algo incómodo, porque se encontraba en pleno otoño y no quería perder la compostura. Aunque Hojarascoso no era muy simpático, todos admiraron la variedad de tonos de verde y los complicados diseños de sus hojas. -Es casi tan hermoso como yo –dijo Marmoloso… pero lo dijo en voz muy baja, no fuera a ser escuchado.

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26 CRISTALOSO Apenas había acabado de hablar Hojarascoso, cuando todos escucharon un leve tintineo. Los invitados voltearon y descubrieron a un monstruo de cristal. Su superficie, lisa y pulida, lanzaba destellos que deslumbraron a los monstruos más cercanos. ¡Era el monstruo Cristaloso! Cristalosos provenía de un reino llamado Vidriol, donde había árboles de cristal cortado y pavimento transparente. Era un monstruo feliz… pero a veces (sólo a veces) soñaba con tener otra textura. En el fondo, admiraba la fluidez de Acuoso y la movilidad de Nuboso. Le hubiera gustado dispersar su cuerpo, como hacía Arenoso, o tener una superficie tan suave como la de Plumoso. El aspecto de Cristaloso le llamó la atención al rey. Aunque tenía la forma de un tosco dinosaurio, daba la impresión de que podía romperse en mil pedazos. <el rey de Villa plana le hizo un gesto para invitarlo a hablar. Entonces Cristalosos caminó con cuidado –con muchísimo cuidado- hasta el centro del salón, y comenzó a hablar. En cuanto dijo la primera palabra todos soltaron una sonora carcajada. En lugar de gruñir o de hablar con voz ronca (como correspondía a un ser de su talla), Cristaloso dio su discurso con una voz dulce y melodiosa. Parecía que hablaba con campanitas de cristal. -Soy Cristaloso, y mi textura es apreciada en el mundo entero. Pero tengo un gran problema. ¡Como soy completamente transparente, nunca puedo ocultar lo que siento! Además, no soporto los golpes, ni siquiera los más leves. Todos consolaron al frágil monstruo… especialmente Arenoso, que también solía deshacerse fácilmente. El sensible Malvaviscoso le ofreció un caramelo, y pronto se sintió mejor.

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28 MADEROSO Después de Cristaloso, se presentó ante el rey de Villaplana un monstruo gordo con una enorme boca, ojos saltones y un par de antenas. Se veía demasiado asustado… y pronto todos descubrieron por qué. Este monstruo llamado Maderoso, le tenía verdadero terror a un elemento: ¡el fuego! Y en el salón del trono, a poca distancia de él. Se encontraba el monstruo Fogoso. Al ver que Maderoso tenía tanto miedo, Fogoso –que disfrutaba mucho las travesuras –comenzó a lanzar chispas disimuladamente, con la secreta esperanza de que alguna tocara a Maderoso. Por suerte, el rey lo descubrió todo, y tuvo que regañar a Fogoso. -Guardemos la compostura, por favor –suplicó. Al fin, se restableció el orden en el salón del trono y Maderoso pudo hablar. Su voz era profunda y cavernosa. -Vengo del hermoso reino de Caobalandia, donde todo es de madera –expresó-. Pero no crean que por eso nos aburrimos. La madera es una textura tan variada y elegante como la del mármol. -En Caobalandia, todos estamos hechos de la madera de los héroes –afirmó Maderoso-. Y nunca sufrimos a causa de la mala suerte. ¡Siempre podemos “tocar madera”! -Lástima que “del árbol caído, todos hacen leña” –intervino Fogoso, muerto de la risa. Todos soltaron una carcajada… excepto Papeloso y Hojarascoso. NO leshabía hecho la menor gracia. El pobre Maderoso comenzó a temblar de nuevo, y seguiría temblando hasta la fecha si Acuoso no hubiera prometido protegerlo del temible Fogoso. A fin de cuentas, Maderoso demostró “tener tablas”.

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30 FOGOSO Ya todos los monstruos habían hablado, excepto el más audaz e interesante: ¡Fogoso!. Fogoso había nacido en Flamardiente, en un reino situado en los confines del mundo. Desde su llegada a Villaplana, había causado una gran envidia… porque su textura era, sin duda, la más atractiva y misteriosa. Ni siquiera Acuoso podía competir con ella. -¡Cómo me gustaría hacerme un manto de fuego! –suspiró el rey de Villaplana-. Las llamas son más coloridas y brillantes que las plumas de Plumoso; más cambiantes que Nuboso, más hermosas que Marmoloso… ¡y tan móviles como el cuerpo de Acuoso! Todos estaban impacientes por escuchar el discurso de Fogoso. Querían saber más acerca de tan complicada textura, y los más ignorantes hasta estaban pensando en comprar dos kilos de fuego para llevar a sus reinos como un recuerdo. Sin embrago, Fogoso era un monstruo muy difícil de dominar. Siempre hacía lo que se le daba la gana exactamente cuando se le daba la gana… y además, lo hacía en la forma más intempestiva posible. A él no le interesaban los discursos. Prefería irse a las famosas fiestas de Flamardiente a tomarse algunas botellas de combustible líquido. Cuando le llegó la invitación a la Primera Convención Mundial de Texturas, dijo que prefería morirse a aguantar un montón de discursos aburridos. Pero entonces, alguien le comentó que iba a haber comida y bebida gratis… y Fogoso se dirigió rápidamente hasta Villaplana. El caso es que, cuando le tocó hablar, Fogoso sólo dijo: -Si no me dan combustible, no voy a decir nada. Como nadie le hizo caso, ahí terminó su conferencia… y la Primera Convención Mundial de Texturas. Los monstruos regresaron a sus reinos, y el rey de Villaplana sonrió, satisfecho. ¡Fue todo un éxito

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32 GLOSARIO Alado: que tiene alas Ámbar: resina de color amarillo oscuro
Ambiguo: algo que no tiene una sola definición, sino que puede entenderse de distintos modos Áspero: poco suave al tacto, que tiene una superficie desigual. Atentar: hacer una cosa ilegal o prohibida. Borbotón: erupción que hace el agua de abajo hacia arriba, elevándose sobre la superficie. Comparecer: presentarse en algún lugar, llamado por otra persona o de acuerdo con ella. Controversia: discusión larga entre dos o más personas. Disolver: separar las partículas de un cuerpo sólido o espeso por medio de un líquido al cual se incorporan. Dispersar: separar lo que estaba reunido. Desmoronar: deshacer. Diligente: activo, cuidadoso, exacto en su trabajo. Dúctil: se dice de los cuerpos que pueden cambiar de forma sin romperse. Etiqueta: ceremonial que debe seguirse en las casa reales y en actos públicos importantes. Exótico: algo extraño o ajeno a un lugar. Fluir: correr un líquido o gas. Incorporar: unir dos o más cosas para que formen una sola. Imponente: que produce miedo, respeto o asombro. Impulsivo: se dice del que habla o actúa sin cuidado. Ponderado: persona que actúa con prudencia. Recatado: modesto. Serpentear: moverse como una serpiente. Sonoro: que suena bien, o que suena mucho y agradablemente. Tintineo: sonido que suena como un tin-tin. Turbulento: confuso, alborotado.

33 Cansado de vivir en un reino liso, el rey de Villaplana decidió reunir a catorce monstruos de distintas texturas, y los mandó llamar a los confines más lejanos del imperio. Uno por uno, los monstruos desfilaron frente al rey, mostrándole que el mundo no tiene porque ser aburrido. En El Monstruoso Libro de las Texturas tú también descubrirás la magia que se encuentra en la superficie de todas las cosas: desde el misterio de una nube hasta la suavidad de las plumas; desde la fuerza de la roca hasta la belleza del fuego. ¡Acompaña a Pedroso, Arenoso, Plumoso, Cristaloso, Papeloso, Maderoso, y muchos monstruosos personajes más en un increíble viaje por el universo de las texturas!

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