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Libro de las Fundaciones de Santa Teresa de Jesús

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Presentación del tema: "Libro de las Fundaciones de Santa Teresa de Jesús"— Transcripción de la presentación:

1 Libro de las Fundaciones de Santa Teresa de Jesús
Capítulos 4-5 PALABRAS SUSTANCIALES PARA LA ORACIÓN Esquemas del Libro de las Fundaciones. Edición preparada por Tomás Álvarez, Editorial: Monte Carmelo, Burgos 2011

2 Consejos y consignas - c. 4, el status de vida en los siete Carmelos existentes - c. 5, avisos sobre el binomio “oración-actividad”

3 Historió la fundación de San José (Vida, cc
Historió la fundación de San José (Vida, cc ) entre 1562 y 1565; de este último año es la redacción que actualmente poseemos. El c. 4, de Fundaciones lo escribe en los últimos meses de 1573. Para esa fecha había fundado los conventos de Ávila (1562), Medina (1567), Malagón (1568), Valladolid (1568), Toledo (1569), Pastrana (1569), Salamanca (1570) y Alba de Tormes (1571). La causa de no se haber fundado más, fue el haber sido nombrada la Santa Priora del monasterio de la Encarnación de Ávila (octubre de 1571), de donde salió para Salamanca en julio de 1573.

4 Capítulo 4° Trata de la acción de Dios en la vida de oración de esas siete comunidades Pasa de la historia y los acontecimientos externos de las fundaciones a la vida que se vive dentro de esos carmelos. Dialoga con sus descalzas de los los siete Carmelos "Lo que sucede de cosas espirituales en estos años en estos monasterios" (n. 2).

5 "Pues comenzando a poblarse
estos palomarcitos de la Virgen nuestra Señora, comenzó la divina Majestad a mostrar su grandezas en estas mujercitas flacas, aunque fuertes en los deseos..." (n. 5).

6 "son tantas las mercedes que el Señor
hace en estas casas, que si hay una o dos en cada una que la lleve Dios ahora por meditación, todas las demás llegan a contemplación perfecta..." (n. 8).

7 Las constataciones se intercalan con digresiones o advertencias sobre los peligros reales o los temores infundados que provienen de los objetores de fuera (nn. 3-4), o los pretextos evasivos que surgen desde dentro (nn. 6-7).

8 Están, por nuestros pecados, tan caídas en el mundo las cosas de oración y perfección, que es menester declararme de esta suerte; porque, aun sin ver peligro, temen de andar este camino, ¿qué sería si dijésemos alguno? (n. 3)

9 Como, Señor mío, vemos que nos libráis muchas veces de los peligros en que nos ponemos, aun para ser contra Vos, ¿cómo es de creer que no nos libraréis, cuando no se pretende cosa más que contentaros y regalarnos con Vos? (n. 4)

10 procurar caminar mejor el camino, para contentar mejor a nuestro Esposo y hallarle más presto, mas no de dejarle de andar; y para animarnos a andar con fortaleza camino de puertos tan ásperos, como es el de esta vida, mas no para acobardarnos en andarle… (n. 4)

11 Pues, en fin, fin, yendo con humildad, mediante la misericordia de Dios, hemos de llegar a aquella ciudad de Jerusalén… (n. 4)

12 Oigo algunas veces de los principios de las órdenes decir que, como eran los cimientos, hacía el Señor mayores mercedes a aquellos santos nuestros pasados. Y es así. Mas siempre habíamos de mirar que son cimientos de los que están por venir… (n. 6)

13 ... Porque si ahora los que vivimos, no hubiésemos caído de lo que los pasados, y los que viniesen después de nosotros hiciesen otro tanto, siempre estaría firme el edificio. (n. 6)

14 si viere va cayendo en algo su Orden,
procure ser piedra tal con que se torne a levantar el edificio, que el Señor ayudará para ello. (n. 7)

15 Capítulo 5° De la sustancia de la perfecta oración
Exposición ondulante y salpicada de digresiones Como hay muchos caminos en este camino del espíritu, podrá ser acierte a decir de alguno de ellos algún punto…. (n. 1)

16 Esquema: Puntos más salientes:
- tema fundamental: en qué consiste la perfecta oración (nn. 2-3) - cómo compaginar la oración en soledad con el servicio a los otros (nn. 4-9) - el gran medio o remedio: la obediencia y el amor a los hermanos (nn ) - todo ello, salpicado de ejemplos, lemas bíblicos y exquisitos axiomas de vida espiritual.

17 tres líneas de fuerza desarrolladas en el capítulo 5
Oración Obediencia Amor

18 La oración perfecta o contemplativa no consiste
"en pensar mucho sino en amar mucho“ (n. 2) Y este amor se adquiere "determinándonos a obrar y padecer, y hacerlo cuando se ofreciere" la ocasión (nn. 2-3). De esa suerte la oración conduce a la perfección en sí misma, que consistirá en la plena conformidad de amor con la voluntad de Dios y en la unión a Él.

19 Junto con la oración, "la obediencia y el aprovechamiento (o servicio) de los prójimos
En el primer aspecto, la obediencia sirve de medianera para ajustarse a la voluntad de Dios, alegando el texto de Jesús: "quien a vosotros oye, a mí me oye". Pero insiste más en su necesidad para el desarrollo de la oración profunda, que necesita discernimiento, y para ello requiere un maestro asesor o un superior competente.

20 Para la Santa no existe el dilema "oración/acción".
El orante, aún el más sumergido en el regusto de la oración "a solas", debe estar dispuesto al servicio, cuando la ocasión o la obediencia o el simple amor a los hermanos lo requiera.

21 Y ello, aunque sienta disgusto en interrumpir la oración y la soledad para afrontar un servicio, por más humilde que sea, que “si es en la cocina, entre los pucheros anda el Señor, ayudándonos en lo interior y exterior.“ (n. 8)

22 “no todas las imaginaciones de su natural, para pensar,
son hábiles, de su natural, para pensar, mas todas las almas lo son (hábiles) para amar" (n. 2)

23 “Querría dar a entender que el alma no es el pensamiento,
ni la voluntad es mandada por él, que tendría harta malaventura“ (n. 2) la voluntad es autónoma y libre, capaz de mandar y decidir por sí misma.

24 ¡Oh caridad de los que verdaderamente aman este Señor
y conocen su condición! ¡Qué poco descanso podrán tener si ven que son un poquito de parte para que una alma sola se aproveche y ame más a Dios, o para darle algún consuelo, o para quitarla de algún peligro! ¡Qué mal descansará con este descanso particular suyo! (n. 5)

25 Y cuando no puede con obras, con oración, importunando
al Señor por las muchas almas que la lastima de ver que se pierden. Pierde ella su regalo, y lo tiene por bien perdido, porque no se acuerda de su contento, sino en cómo hacer más la voluntad del Señor. (n. 5)

26 ¡Donoso adelantamiento en el amor de Dios
¡Donoso adelantamiento en el amor de Dios! Es atarle las manos con parecer que no nos puede aprovechar sino por un camino. (n. 5)

27 ¡Oh Señor, cuán diferentes son vuestros caminos
de nuestras torpes imaginaciones! ¡Y cómo de un alma que está ya determinada a amaros y dejada en vuestras manos, no queréis otra cosa sino que obedezca y se informe bien de lo que es más servicio vuestro, y eso desee! (n. 6)

28 que ya su voluntad es vuestra. Vos, Señor mío,
No ha menester ella buscar los caminos ni escogerlos, que ya su voluntad es vuestra. Vos, Señor mío, tomáis ese cuidado de guiarla por donde más se aproveche. (n. 6)

29 En lo que está la suma perfección, claro está que no es en regalos interiores ni en grandes arrobamientos ni visiones ni en espíritu de profecía; sino en estar nuestra voluntad tan conforme con la de Dios, que ninguna cosa entendamos que quiere, que no la queramos con toda nuestra voluntad, y tan alegremente tomemos lo sabroso como lo amargo, entendiendo que lo quiere Su Majestad. (n. 10)

30 Esta fuerza tiene el amor, si es perfecto, que olvidamos nuestro contento por contentar a quien amamos (n. 10).

31 Siendo señores de nosotros mismos, nos podemos con perfección emplear en Dios, dándole la voluntad limpia para que la junte con la suya, pidiéndole que venga fuego del cielo de amor suyo que abrase este sacrificio, quitando todo lo que le puede descontentar (n. 12)

32 Aquí, hijas mías, se ha de ver el amor,
no en los rincones sino en mitad de las ocasiones (n. 15).

33 Por lo que digo que es ganancia, es porque
se nos da a entender quién somos y hasta dónde llega nuestra virtud. (n. 15)

34 Porque una persona siempre recogida, por santa que a su parecer sea,
no sabe si tiene paciencia ni humildad, ni tiene cómo lo saber. (n. 15)

35 Y tengo por mayor merced del Señor
un día de propio y humilde conocimiento, aunque nos haya costado muchas aflicciones y trabajos, que muchos de oración. (n.16)

36 ¡Cuánto más que el verdadero amante en toda parte ama
y siempre se acuerda del amado! (n.16)

37 ¡qué fuerza tiene con Vos un suspiro salido de las entrañas,
¡oh Señor mío!, ¡qué fuerza tiene con Vos un suspiro salido de las entrañas, de pena por ver que no basta que estamos en este destierro, sino que aun no nos den lugar para eso que podríamos estar a solas Gozando de Vos! (n. 16)

38 Y créanme que no es el largo tiempo el que aprovecha el alma en la oración; que cuando le emplean tan bien en obras, gran ayuda es para que en muy poco espacio tenga mejor disposición para encender el amor, que en muchas horas de consideración. (n. 17)

39 Ésta es la unión que yo deseo y querría en todas (n. 13).
Todo ha de venir de su mano. Sea bendito por siempre jamás (n. 17).

40 Centro de Iniciativas de Pastoral de Espiritualidad


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