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Y su relación con la libertad

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Presentación del tema: "Y su relación con la libertad"— Transcripción de la presentación:

1 Y su relación con la libertad
Los hábitos morales Y su relación con la libertad

2 Los hábitos: virtudes y vicios
Son una importante expresión de la libertad de la persona, porque mediante ellos la persona no sólo se abre o se repliega sobre sí misma, sino que modifica en un sentido o en otro la propia constitución operativa esencial, es decir, sus inclinaciones y tendencias, su capacidad de sentir, de juzgar, de decidir, y de realizar.

3 Aristóteles define la virtud como una perfección habitual y estable de las facultades operativas humanas, tanto de las facultades intelectuales como de las apetitivas. La virtud moral es un criterio racional de regulación de bienes, y de los deseos, sentimientos y acciones que a esos bienes se refieren, poseídos no solo bajo la forma de convicción racional, sino también como disposición estable de la afectividad y de la voluntad.

4 Virtudes morales y virtudes intelectuales
Intelectuales: son las que perfeccionan a la razón especulativa o práctica Virtudes de la razón especulativa: Hábitos de los primeros principios especulativos (intelecto) Hábitos de los primeros principios morales (sindéresis) Hábito de considerar las cosas desde las causas últimas de toda la realidad (sabiduría) Hábito de estudiar las causas últimas de cada género de cosas descendiendo desde ellas a las conclusiones (ciencias) Hábitos de la razón práctica: Prudencia: determina lo que hay que hacer en cada caso para vivir moralmente bien. Artes o técnicas: por las que sabemos qué se ha de hacer para producir bien determinados objetos

5 Morales: son las que perfeccionan la voluntad y los apetitos sensibles
Morales: son las que perfeccionan la voluntad y los apetitos sensibles. Por ejemplo: templanza, fortaleza, justicia, generosidad. Las virtudes intelectuales dan la capacidad de obrar bien pero no asegurar el querer usar de esa capacidad y menos aún el querer usarla para el bien. Por esta razón las virtudes intelectuales no cumplen plenamente la razón de virtud, que consiste no sólo en hacer buena la obra sino en hacer bueno al que obra. Una excepción es la virtud de la prudencia.

6 La prudencia: es un hábito intelectual en cuanto que inhire en la razón práctica, pero es moral por su objeto. La misión de la virtud de la prudencia no es conocer lo que sería necesario hacer si se desease obrar bien, sino dirigir e imperar el recto obrar. Su acto principal no es el juicio sino el imperio, por el que guía a las demás potencias según las exigencias de las virtudes morales La prudencia presupone que la persona quiera ser virtuosa.

7 Las virtudes morales La realización concreta de una vida moralmente buena no puede garantizarse mediante una lista prefabricada de las acciones que hay que hacer y de las que se deben evitar. Esto requiere que la persona adquiera la capacidad de deliberar y juzgar con acierto sobre las circunstancias, las personas, las cosas, los sentimientos, etc., de modo que en cada caso pueda darse cuenta lo que conviene hacer y consiga hacerlo: una perfección estable de la capacidad de elegir; es decir, requiere virtudes morales.

8 Definición La virtud moral, por tanto, es un hábito electivo que consiste en el término medio relativo a nosotros, y que está regulado por la recta razón en la forma que lo regularía el hombre verdaderamente prudente.

9 Elementos de la definición 1. Hábito electivo
Elección: es el acto de la voluntad con el que se decide lo que se va a hacer aquí y ahora en vista de un determinado fin. Hábito electivo: es la disposición estable de elegir; la virtud es el hábito de elegir bien; el vicio es el hábito de tomar malas decisiones. La virtud no es automatismo, la virtud perfecciona la capacidad de elegir, nos permite elegir bien en las más variadas circunstancias.

10 Para que se pueda hablar de una elección virtuosa, no basta con se ajuste a la norma ética, requiere un determinado modo de elegir y de obrar: Saber lo que se hace Elegir interiormente la obra buena en cuanto tal Obrar con firmeza y con constancia por encima de los obstáculos.

11 La virtud y el vicio se manifiestan más en la voluntariedad y en la elección interior que en la obra exterior considerada en sí misma; aunque comprenda tanto una como otra. Ejemplo: Pagar impuestos puede proceder de la virtud (se pagan porque se considera que es un acto de justicia), pero también pueden proceder del miedo (la posible multa que me pueden poner si no pago), de la ignorancia, de la casualidad o de la intención torcida (pago todo por un error de cálculo).

12 La virtud no limita la elección, forzándola o restringiendo su campo, sino que hace elegible y amable aquello a lo que inclina: el hábito crea una connaturalidad entre sus actos propios y la persona que los elige. Cuando la virtud está consolidada la acción excelente es normalmente fácil y rápida, pero no automática; agradable, pero no instintiva.

13 2. Elección del justo medio según la recta razón
Se dice que las virtudes morales consisten en un término medio, porque las obras virtuosas se adecuan al dictamen de la recta razón. La medida impuesta por la razón puede ser sobrepasada o no alcanzada por el movimiento espontáneo de la potencia carente de virtud. El término medio es relativo a cada uno, y está regulado por la recta razón en la forma que lo regularía el hombre verdaderamente prudente.

14 Las virtudes morales tienen una importante dimensión cognoscitiva, están lejos de ser meros principios ejecutivos. Es posible tener un conocimiento teórico de aquellas acciones que nunca se deben hacer, pero eso no garantiza que en determinadas circunstancias no se hagan. Sólo las virtudes morales garantizan que ese conocimiento teórico sea también una convicción personal firme y práctica a la cual se adecue siempre el propio comportamiento.

15 Las dimensiones de las virtudes morales
El perfeccionamiento habitual de las elecciones requiere: La intención habitual de un fin recto y la remoción de los obstáculos que dificultan tal intención. Esto implica que las tendencias y la voluntad estén rectamente ordenados de modo estable. La capacidad habitual de determinar la acción o las acciones mediante las cuales el fin virtuoso puede realizarse aquí y ahora y la neutralización de los elementos que obstaculizan determinar la justa elección. Estos obstáculos suelen ser las pasiones antecedentes que influyen sobre el juicio práctico de la razón La realización de la acción indicada por el juicio prudencial.

16 Distinción de las virtudes
Tomás de Aquino distingue las virtudes según la relación entre las facultades el alma, las pasiones, los bienes hacia los que ellas tienden y la razón que debe regularlas: Razón práctica Prudencia Voluntad Justicia Apetito irascible— Fortaleza Apetito concupiscible----Templanza

17 En torno a estas 4 virtudes que se denominan cardinales se organizan todas las otras virtudes morales como: partes subjetivas: responden a la distinción de ámbitos parciales dentro de la misma virtud Partes integrales: son los hábitos necesarios para la plena realización de la virtud Partes potenciales: son virtudes afines a una virtud cardinal en la que no se realiza plenamente la ratio de esa virtud.

18 La conexión de las virtudes
No se puede llegar a la perfección sin el desarrollo de todas las virtudes. La razón de la conexión entre las virtudes se encuentra en la vinculación de las virtudes morales con la prudencia.

19 Crecimiento y disminución de los hábitos
Se adquieren por repetición de actos. Disminuyen o desaparecen por la realización de actos contrarios a la virtud. La prolongada cesación de actos virtuosos puede ocasionar la debilitación e, incluso, la pérdida de una virtud. No existen hábitos operativos innatos.


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