La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

La poesía española a partir de 1940

Presentaciones similares


Presentación del tema: "La poesía española a partir de 1940"— Transcripción de la presentación:

1 La poesía española a partir de 1940

2 Contexto histórico: años 40
El fin de la II G. M. divide el mundo en dos bloques, el comunista y el capitalista, que desencadena una tensión denominada Guerra Fría. Europa está en ruinas y hay que reconstruirla. La literatura adquiere tintes existencialistas (Sartre, Camus) y deriva al absurdo (Beckett) o a una actitud crítica (Brecht). En España la situación económica es de penuria. Todos los intelectuales se han marchado al exilio tras la guerra, por lo que queda un páramo cultural. Hay un férreo control por parte de la censura, incluso en la poesía.

3 La poesía del exilio El final de la Guerra Civil lleva al exilio a gran parte de la intelectualidad española. Es el caso de muchos escritores, como muchos de los pertenecientes a la Generación del 27. En sus temas se aprecia la evocación de la España perdida, el recuerdo de la Guerra Civil, el deseo de recuperar el pasado, la nostalgia y la experiencia del destierro. Algunos poetas del exilio destacados: León Felipe, en sus poemas habla mucho de la España perdida y defiende sus ideales republicanos. Pedro Garfias, además de la nostalgia, muestra sentimientos de angustia y soledad. Juan Gil-Albert, volvió en 1947, formando parte del llamado exilio interior.

4 Años 40: poesía arraigada
Autores falangistas se exaltan los valores de los vencedores. Vinculada a dos revistas: Escorial y Garcilaso. Practican formas métricas clásicas y temas tradicionales, al modelo de la poesía de los Siglos de Oro. Los poemas suelen expresar una visión del mundo optimista y esperanzada. Muestran conformidad con el mundo que les ha tocado vivir. Destacan Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero, Luis Rosales (La casa encendida), Dionisio Ridruejo (Poesía en armas) y José García Nieto (fundador de Garcilaso).

5 Años 40: poesía desarraigada
En 1944 Vicente Aleixandre publica Sombras en el paraíso y Dámaso Alonso Hijos de la ira, y en León se funda Espadaña. Esta revista propone una poesía antiformalista alejada de la lírica garcilasista y promueve que el poeta exprese problemas y circunstancias vitales reales. Ello cambia el panorama poético. Estos autores muestran su disconformidad con el mundo circundante, su desasosiego existencial y los primeros indicios de protesta social y política. Estos poetas son decisivos para entender la orientación social de la poesía en los años cincuenta. Dámaso Alonso: Crítico y teórico antes de la guerra, amigo de la Generación del 27, se revela como poeta en la postguerra. Hijos de la ira manifiesta una visión angustiada de la realidad. Es una poesía más coloquial y antirretórica.

6 Dámaso Alonso “Insomnio” (Hijos de la ira, 1944)
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna. Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla. Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo. Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre? ¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?

7 Años 40: otras tendencias
El grupo Cántico, una revista cordobesa de poesía. Se caracterizan por una poesía intimista, de aliento romántico y riqueza expresiva. Destaca Pablo García Baena. El postimo. Fue un breve ismo que reivindicaba la libertad creadora y el espíritu crítico de las vanguardias. El poeta más destacado es Carlos Edmundo de Ory.

8 Contexto histórico: años 50
Estados Unidos crea el Plan Marshall, préstamos económicos a Europa para favorecer su recuperación y crear un mercado. Se produce la apertura de la dictadura al capitalismo, con su aceptación dentro de la comunidad internacional y su inclusión en dicho Plan. Surgen las protestas, con huelgas y luchas estudiantiles. En el exilio se organiza una resistencia, dirigida por el PCE, que promoverá, bajo instrucciones soviéticas, una literatura realista que sirva para generar conciencia social sobre la desigualdad e injusticia, y aliente la protesta y la rebelión.

9 Años 50: La poesía social Se caracteriza por un lenguaje sencillo y coloquial, una mayor preocupación por los contenidos que por la forma, cierto carácter narrativo e incluso una deliberada tendencia hacia el prosaísmo. Concebían la poesía como una herramienta que debe ayudar a la toma de conciencia social de los destinatarios, es decir, colaborar en la transformación de la realidad. Se escribe una poesía de lenguaje sencillo y poco retórica, destinada a un público de masas. Buscaban un carácter popular. Destacan Blas de Otero, Gabriel Celaya y José Hierro.

10 Años 50: La poesía social Blas de Otero.
Etapas: a) poesía arraigada; b) poesía desarraigada; c) afiliación comunista y poesía social. Al principio su poesía muestra al yo poético clamando a un Dios que responde a sus súplicas con silencio, tras lo que se percibe la agónica soledad del ser humano. Con Pido la paz y la palabra (1955), su poesía gira hacia lo social. Refleja la España del momento. Se caracteriza por la sobriedad expresiva, el verso libre y los metros cortos. A veces usa procedimientos vanguardistas y recurre a la intertextualidad (incluir citas de otros autores), lo que permite un diálogo con textos ajenos.

11 Blas de Otero “En el principio” (Pido la paz y la palabra, 1955)
Si he perdido la vida, el tiempo, todo lo que tiré, como un anillo, al agua, si he perdido la voz en la maleza, me queda la palabra. Si he sufrido la sed, el hambre, todo lo que era mío y resultó ser nada, si he segado las sombras en silencio, me queda la palabra. Si abrí los labios para ver el rostro puro y terrible de mi patria, si abrí los labios hasta desgarrármelos, me queda la palabra.

12 Años 50: La poesía social Gabriel Celaya. José Hierro.
Su libro más significativo es Cantos íberos (1955). Prefiere un lenguaje coloquial y cierta exposición narrativa. También escribió poesía narrativa: Las residencias del diamante. José Hierro. En su poesía alternan dos modos poéticos: a) el realista y narrativo de sus reportajes (los llamaba así) y el irracional, visionario y contemplativo de sus alucinaciones. Destaca su libro Quinta del 42.

13 Contexto histórico: años sesenta
Hay un rápido crecimiento económico mundial. Se promueve el Estado de Bienestar y se crea un consumo de masas, con el abaratamiento de muchos productos de uso cotidiano. Se realizan revueltas estudiantiles que promueven cambios en el mundo En España el rápido crecimiento económico conlleva un éxodo de población a las ciudades. La oposición al régimen se acentúa y el poder responde con represión.

14 La poesía en los años sesenta
Se pasa de una poesía de comunicación (años cincuenta) a una poesía de experiencia o poesía de conocimiento. Sin desdeñar la realidad ni continuar con referencias críticas al injusto orden sociopolítico, estos autores van dando paso a la subjetividad, a la expresión de experiencias personales. Poetizan la experiencia personal. La realidad es vista con distanciamiento irónico, para eliminar la pasión crítica de la poesía social. El estilo se aleja del prosaísmo y del tono áspero de la poesía social, y se opta por un aire conversacional, confesional y antirretórico. Se cuida otra vez el lenguaje y predomina el verso libre. Las influencias son novedosas: Eliot, Pound y Cavafis, así como Luis Cernuda.

15 La poesía en los años sesenta
Francisco Brines. Destaca el tono elegíaco de sus versos, así como el estilo cuidado y el rigor en sus composiciones. Antonio Gamoneda. Destaca Sublevación inmóvil. Jaime Gil de Biedma. El más influyente en sus compañeros y en el futuro. Su poesía tiene un tono más confesional. Reunió su obra en Las personas del verbo. Ángel González. Mantiene el compromiso social, pero matizado por medio de la ironía y el humor ácido. José Agustín Goytisolo. Muestra una permanencia de la poesía social.

16 Jaime Gil de Biedma “Contra Jaime Gil de Biedma” (Poemas póstumos)
De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso, dejar atrás un sótano más negro que mi reputación —y ya es decir—, poner visillos blancos y tomar criada, renunciar a la vida de bohemio, si vienes luego tú, pelmazo, embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes, zángano de colmena, inútil, cacaseno, con tus manos lavadas, a comer en mi plato y a ensuciar la casa? Te acompañan las barras de los bares últimos de la noche, los chulos, las floristas, las calles muertas de la madrugada y los ascensores de luz amarilla cuando llegas, borracho, y te paras a verte en el espejo la cara destruida, con ojos todavía violentos que no quieres cerrar. Y si te increpo,  te ríes, me recuerdas el pasado  y dices que envejezco. Podría recordarte que ya no tienes gracia.  Que tu estilo casual y que tu desenfado  resultan truculentos  cuando se tienen más de treinta años,  y que tu encantadora  sonrisa de muchacho soñoliento  —seguro de gustar— es un resto penoso,  un intento patético.  Mientras que tú me miras con tus ojos  de verdadero huérfano, y me lloras  y me prometes ya no hacerlo. Si no fueses tan puta!  Y si yo supiese, hace ya tiempo,  que tú eres fuerte cuando yo soy débil  y que eres débil cuando me enfurezco... 

17 Jaime Gil de Biedma “Contra Jaime Gil de Biedma”
De tus regresos guardo una impresión confusa  de pánico, de pena y descontento,  y la desesperanza  y la impaciencia y el resentimiento  de volver a sufrir, otra vez más,  la humillación imperdonable  de la excesiva intimidad. A duras penas te llevaré a la cama,  como quien va al infierno  para dormir contigo.  Muriendo a cada paso de impotencia,  tropezando con muebles  a tientas, cruzaremos el piso  torpemente abrazados, vacilando  de alcohol y de sollozos reprimidos.  Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,  y la más innoble  que es amarse a sí mismo.

18 La poesía en los años sesenta
Claudio Rodríguez. Poeta extraordinariamente precoz. Destaca su obra El don de la ebriedad (1953). En ella lo fundamental es el fervor lírico ante la vivencia inmediata y el contacto del poeta con la tierra y el mundo campesino. José Ángel Valente. Principal defensor de la poesía del conocimiento. Integrante de la poesía del silencio, que implica la idea de que en el poema siempre hay algo no dicho, algo inefable, que no se puede decir. Lo no dicho se convierte en la esencial del poema. Rasgos: concentración extrema, expresión sobria y cuidada selección léxica.

19 José Ángel Valente “XXV” (Fulgor)
La aparición del pájaro que vuela y vuelve y que se posa sobre tu pecho y te reduce a grano, a grumo, a gota cereal, el pájaro que vuela dentro de ti, mientras te vas haciendo de sola transparencia, de sola luz, de tu sola materia, cuerpo bebido por el pájaro.

20 Claudio Rodríguez “I” (Don de la ebriedad)
Siempre la claridad viene del cielo; es un don: no se halla entre las cosas sino muy por encima, y las ocupa haciendo de ello vida y labor propias. Así amanece el día; así la noche cierra el gran aposento de sus sombras. Y esto es un don. ¿Quién hace menos Creados cada vez a los seres? ¿Qué alta bóveda los contiene en su amor? ¡Si ya nos llega y es pronto aún, ya llega a la redonda a la manera de los vuelos tuyos y se cierne, y se aleja y, aún remota, nada hay tan claro como sus impulsos! Oh, claridad sedienta de una forma, de una materia para deslumbrarla quemándose a sí misma al cumplir su obra. Como yo, como todo lo que espera. Si tú la luz te la has llevado toda, ¿cómo voy a esperar nada del alba? Y, sin embargo —esto es un don—, mi boca espera, y mi alma espera, y tú me esperas, ebria persecución, claridad sola mortal como el abrazo de las hoces, pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.

21 Contexto histórico: años setenta
Época marcada a nivel mundial por la crisis del petróleo, que da paso al fin de las políticas socialdemócratas y la implantación de políticas neoliberales. En España se vive el final del franquismo, con la muerte del dictador en 1975, y un proceso de transición hacia la democracia y de apertura de nuevas libertades.

22 Años setenta: Los novísimos
Grupo de jóvenes poetas que a finales de los setenta recupera el talante provocador de las vanguardias de entreguerras. Se dan a conocer gracias a una antología de José María Castellet: Nueve novísimos poetas españoles. Muestran un sesgo culturalista en sus poemas, donde exhiben su rica formación literaria y hacen gala de su conocimiento de escritores foráneos. Son frecuentes en sus versos los motivos de la sociedad de consumo. Muchas veces incluyen reflexiones metapoéticas. Reelaboran con cierta ironía clichés de los medios de comunicación de masas. Recuperan procedimientos de vanguardia: escritura automática, collage y verso libre. Destacan Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Leopoldo María Panero y Manuel Vázquez Montalbán.

23 Pere Gimferrer (La muerte en Beverly Hills)
En las cabinas telefónicas hay misteriosas inscripciones dibujadas con lápiz de labios. Son las últimas palabras de las dulces muchachas rubias que con el escote ensangrentado se refugian allí para morir. Última noche bajo el pálido neón, último día bajo el sol alucinante, calles recién regadas con magnolias, faros amarillentos de los coches patrulla en el amanecer. Te esperaré a la una y media, cuando salgas del cine -y a esta hora está muerta en el Depósito aquélla cuyo cuerpo era un ramo de orquídeas. Herida en los tiroteos nocturnos, acorralada en las esquinas por los reflectores, abofeteada en los night-clubs, mi verdadero y dulce amor llora en mis brazos.

24 Una última claridad, la más delgada y nítida,
parece deslizarse de los locales cerrados: esta luz que detiene a los transeúntes y les habla suavemente de su infancia. Músicas de otro tiempo, canción al compás de cuyas viejas notas conocimos una noche a Ava Gardner, muchacha envuelta en un impermeable claro que besamos una vez en el ascensor, a oscuras entre dos pisos, y tenía los ojos muy azules, y hablaba siempre en voz muy baja- se llamaba Nelly. Cierra los ojos y escucha el canto de las sirenas en la noche plateada de anuncios luminosos. La noche tiene cálidas avenidas azules. Sombras abrazan sombras en piscinas y bares. En el oscuro cielo combatían los astros cuando murió de amor, y era como si oliera muy despacio un perfume.

25 La poesía a partir de 1975 Se caracteriza por la variedad y heterogeneidad de tendencias y temas. Entre dichas tendencias, encontramos: poesía esteticista; poesía minimalista o del silencio; poesía neosurrealista; poesía intimista o de la experiencia. Esta última es la que se impone avanzada la década. Los novísimos atenúan sus actitudes provocadoras, polémicas y su culturalismo. En los ochenta aparecen los poetas de la experiencia, que recuperan el gusto por una poesía más comunicativa e intimista, al gusto de los poetas de los años sesenta. Rasgos: vuelta a la métrica tradicional, temática urbana expresada en un lenguaje coloquial, reivindicación de la intimidad.

26 La poesía a partir de 1975 Estos reflejan una nueva sensibilidad lírica: reivindican la obra de Gil de Biedma, la métrica tradicional, la reintroducción del humor, el pastiche y la parodia. Además, usan referencias y un lenguaje propios de la cultura de masas. Destacan poetas como Julio Llamazares, Felipe Benítez Reyes o Carlos Marzal, y poetisas como Almudena Guzmán o Blanca Andreu. Los más conocidos de estos poetas so Luis Alberto de Cuenca y Luis García Montero.

27 Luis García Montero Sacados de contexto,
tendrás piedad o miedo de ti misma, vergüenza o dignidad, incertidumbre y acaso el lujurioso malestar, el golpe que nos dejan las historias contadas una noche de insomnio. Pero también sabemos que sería peor y más costoso llevárselas a casa, no esconder su cadáver en el humo de un bar. Yo vengo sin idiomas desde mi soledad, y sin idiomas voy hacia la tuya. No hay nada que decir,                                               pero supongo que hablaremos desnudos sobre esto, algo después, quitándole importancia, avivando los ritmos del pasado, las cosas que están lejos y que ya no nos duelen. Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi, cruzo la desmedida realidad de febrero por verte, el mundo transitorio que me ofrece un asiento de atrás, su refugiada bóveda de sueños, luces intermitentes como conversaciones, letreros encendidos en la brisa, que no son el destino, pero que están escritos encima de nosotros. Ya sé que tus palabras no tendrán ese tono lujoso, que los aires inquietos de tu pelo guardarán la nostalgia artificial del sótano sin luz donde me esperas, y que, por fin, mañana al despertarte, entre olvidos a medias y detalles


Descargar ppt "La poesía española a partir de 1940"

Presentaciones similares


Anuncios Google