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Publicada porVirginia Gutiérrez García Modificado hace 9 años
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¿Qué es el Carlismo? Ideario político del tradicionalismo español
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¿Qué es el Carlismo? Lección 4 El Carlismo como doctrina tradicionalista
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El carlismo no fue nunca una ideología (esto es de una visión deformadora de la realidad), ni una pura doctrina. Pues fue primariamente un pueblo que vivía una tradición, esto es, un orden heredero. La vivencia, es cierto, con el paso del tiempo se fue tornando teorización.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista La teorización de Juan Vázquez de Mella (1861- 1928) marca un punto intermedio entre el tradicionalismo muy pegado al terreno del inicio y el tradicionalismo casi exclusivamente doctrinal de nuestros días, altamente refinado, de Francisco Elías de Tejada, de Rafael Gambra, de Álvaro d’Ors.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista Francisco Elías de Tejada y Spínola (1917 – 1978) - Las Españas. Formación histórica, tradiciones regionales (1948); - La monarquía tradicional (1954); - Tratado de filosofía del derecho (I–II, 1974–77); - Poder y libertad. Una visión desde el tradicionalismo hispánico (2008); - Elías de Tejada, digital. Obras completas (2008).
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El Carlismo como doctrina tradicionalista Rafael Gambra Ciudad (1920 – 2004) - La monarquía social y representativa en el pensamiento tradicional (1953); -Eso que llaman Estado (1958); - Historia sencilla de la filosofía (1961); - Tradición y mimetismo (1976); - El silencio de Dios (1981).
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El Carlismo como doctrina tradicionalista Álvaro d’Ors y Pérez-Peix (1915 – 2004) - Papeles del oficio universitario (1961); - Ensayos de teoría política (1979); - La violencia y el orden (1987); - Bien común y enemigo público (Madrid, 2002). En polaco: Dobro wspólne i wróg publiczny, „Dialogi Polityczne” (Toruń), 13/2010.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista El carlismo encarna un ideario por lo que se ha podido convertir en un cuerpo de teorías políticas, en una doctrina constitutiva de un modo peculiar de entender la cuestiones políticas. Dos aspectos de este ideario: a)su contenido, b)su vigencia.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista A) Contenido del ideario tradicionalista 1. Una cuestión de principios La configuración del Carlismo como doctrina es un lento proceso de maduración que alcanzó su manifestación primera en la ocasión del destronamiento de Juan III (conde de Montizón), hijo de Carlos V, hermano de Carlos VI y padre de Carlos VII. Su formulación oficial la constituyó la Carta, que a Juan III dirigió su madre, la Princesa de Beira, doña María Teresa de Braganza, en 15 de septiembre de 1861.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista „En la monarquía española (…) el rey no puede lo que quiere, debiéndose atener a lo que de él exijan, antes de entrar en la posesión del trono, la leyes fundamentales de la monarquía. (…) Y, sin embargo, la observancia fiel de todo aquello fue siempre una condición sine qua non para tomar posesión de la corona. Porque el monarca, en España, no tiene derecho a mandar sino según Religión, Ley y Fuero”.Princesa de Beira
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El Carlismo como doctrina tradicionalista 2. Comunión, no partido En el Carlismo, la doctrina prevalece sobre la persona, porque el rey no es más que el servidor de la doctrina. A los partidos la idea del triunfo político de unas personas, las quales sacrifican cualesquiera ideas. En cambio, en una comunión las personas que gobiernan, incluso el rey como persona física, se subordina al ideario.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista 3. El lema del ideario tradicionalista: DIOS – PATRIA – FUEROS – REY El Carlismo: a) invoca a Dios para afirmar su concepción teocéntrica del mundo y de la vida, b) invoca a la Patria para significar que sustenta un federalismo tradicional, fundamentado en la idea tridentina del hombre concreto y desfalleciente, c) invoca los Fueros para manifestar que con ellos defiende libertades jurídico-políticas acuñadas por la historia, d) invoca al Rey para significar que postula una monarquía servidora de aquellos principios, y por eso mismo llave de la unidad de las Españas.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista 3a. Los fundamentos de la legitimidad española según D. Alfonso Carlos I 1° Su religión católica, apostólica, romana, con la unidad y consecuencias jurídicas con que fue amada y servida tradicionalmente en nuestros reinos. 2° La constitución natural y orgánica de los Estados y Cuerpos de la sociedad tradicional. 3° La federación histórica de las regiones y sus fueros y libertades, integrante de la unidad de la patria española. 4° La auténtica monarquía tradicional, legítima de origen y de ejercicio. 5° Los principios y espíritu y –en cuanto sea prácticamente posible– el mismo estado de derecho y legislativo anterior al mal llamado derecho nuevo. (Real Decreto de 23 de enero de 1936)
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El Carlismo como doctrina tradicionalista 4. Jerarquía de valores Los puntos del lema tradicionalista no tienes valor igual, por el contrario, se hallan jerarquizados. -el rey como persona física es subordinado al bien mayor que es la realeza, -los fueros son subordinados al bien común que es la Patria, -la patria, máximo bien humano, ha de sujetarse a Dios.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista Por eso, se han de dinstinguir en el tablero carlista cinco escalones: 1) el bien personal del rey, 2) el bien institucional de la realeza, 3) los intereses de la familias y pueblos españoles, 4) el bien común de las Españas, 5) y el bien supremo de la Cristiandad. Los príncipes son para sus pueblos, los individuos ceden ante la patria, las Españas son servidoras de Dios.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista 4a. El criterio herméneutico El orden de valores es claro: de más a menos, sigue el orden de Dios, Patria, Fueros, Realeza y Rey. Los príncipes son para sus pueblos, los individuos ceden ante la patria, las Españas son servidoras de Dios.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista B) Vigencia del ideario tradicionalista 1. El Carlismo y los problemas de la hora El Carlismo sabe que los males de la sociedad de hoy –los totalitarismos (socialistas, democráticos o contestatarios) del siglo XX– son simplemente la herencia natural de los grandes errores: el absolutismo del siglo XVIII y el liberalismo del siglo XIX.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista - la ruptura de la unidad católica y el descreimiento de las masas; -la transformación de los puros sentimientos regionales en separatismos de color nacionalista; -la entrada de las masas en la escena social, a causa de la exploatación del hombre por el hombre, secuela del triunfo de la egoísta burguesía; -los abusos del capitalismo despiadado y anticristiano; -la destrucción de los cuerpos sociales básicos o intermedios; -la bufa comedia de las repúblicas coronadas que son las monarquías democráticas o liberales.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista 2. El diálogo y la intransigencia El Carlismo propugna, aprueba y practica el diálogo. Pero, claro es, que no entienda el diálogo como entrega al enemigo. Los carlistas se muestran radicalmente intransigentes, cuando se trata de poner en tela de juicio la divinidad de Cristo y la esencia política de las Españas.
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El Carlismo como doctrina tradicionalista Los carlistos son: - contrarrevolucionarios militantes, - católicos a machamartillo, - españoles hasta la médula, - defensores acérrimos de las libertades populares, - enemigos de las sucesivas fórmulas extranjeras que han sido el absolutismo, el liberalismo, el democratismo, el socialismo y fascismo.
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