Poema Audroc Voz: Audroc
Has dejado de ser lo que antes eras, para ser lo que eres y no fuiste. Miras, sin mirar, lo que no viste perseverando en una abstracta espera. Has vivido un vivir, que no fue vida, aguardando un morir, que no es la muerte. Quedará así en la tierra un cuerpo inerte, ascendiendo otro en gloria en su caída.
En un rapto de amor, el Dios Bendito, cumplirá de los siglos la promesa, y en una boda Gloriosa pondrá mesa haciendo realidad lo que está escrito. El mal llamado fin... Será comienzo. En el nuevo principio, no hay tinieblas. ¡La Santa Ciudad de Amor se puebla!.. ¡La oración de los santos, se hace incienso!.
El Anciano de Luz, desde Su Trono, proclamará del León la Gran Victoria, saltando Siete Sellos en Su Gloria redimiendo a la tierra de su encono.
En acto posesivo, el Rey Supremo, ha de posar sus plantas en la tierra. Nunca más, se escuchará de guerras, ni ha de vertir injurias el blasfemo. Emanuel, proclamará el renuevo, y perderá la muerte el señorío. El Amor y Paz, se extenderán cual río, naciendo así una tierra y cielo nuevos.
Tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo, cumplirá de Daniel la profecía, que diez años y medio, son un día, y en el Reino de Dios, todo es destiempo.
Habrá un rugir de León sobre el planeta y un shofar convocando a la batalla. Cristo trinfante, lucirá la gaya, sobre su frente de glorioso asceta.
¿Quién entrará en el rapto prometido...?, ¿Quién lucirá diadema en su cabeza?, cuando el Anciano de días, -con firmeza-, ciña de eternidad sus escogidos. Una palabra encierra los secretos que ha de ser llave cierta hacia el ascenso. Palabra de Justicia al indefenso con peso en dos mil años de decreto:
¡ARREPIÉNTETE...!!! Proclamaba el Bautista en el desierto. ¡ARREPIÉNTETE...!!! Es la segura llave del rescate. ¡ARREPIÉNTETE...!!! Enseñó el Gran Rabí para salvarte. ¡ARREPIÉNTETE...!!! -(Que si lo haces)-, El portal de lo eterno estará abierto. Audroc