Marcos 16,15-20 La Ascensión del Señor –B- 28 de mayo de 2006 “La Ascensión de Jesús es ya nuestra victoria” (oración) “Fue elevado al cielo para hacernos compartir su divinidad” (prefacio) “En Cristo nuestra naturaleza humana ha sido tan extraordinariamente enaltecida que participa de Tu misma Gloria” (postcomunión)

15 Y les dijo: –Id por todo el mundo y proclamad la buena noticia a toda criatura. 16 El que crea y se bautice, se salvará, pero el que no crea, se condenará La misión de Jesús, recibida del Padre, es ahora la misión de los discípulos y discípulas, recibida de Jesús. El mensaje de Jesús es universalista y mira a la humanidad entera. Ya no hay un pueblo elegido, sino que es toda la humanidad la elegida y destinada a experimentar la salvación de Dios.

17 A los que crean, les acompañarán estas señales: expulsarán demonios en mi nombre, hablarán en lenguas nuevas, 18 agarrarán serpientes con sus manos y, aunque beban veneno, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos se curarán. Si amamos nos elevamos. Lo que nos eleva está en nuestro interior. Jesús nos enseña y comunica las fuerzas ascendentes: la fe, el perdón, la austeridad, la esperanza, la generosidad, el esfuerzo, la alegría, la misericordia, la solidaridad...para ayudar a expulsar los demonios de esclavitud, marginación,opresión...que tantos hermanos y hermanas injustamente padecen y no les deja vivir felices.

19 Después de hablarles, el Señor Jesús fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios La profundidad del misterio de Cristo no se puede abarcar. Pero tenemos en la Pascua, completada por la Ascensión y por la venida del Espíritu, motivos abundantes de alegría y fiesta, y también para dar sentido y motivación a nuestra vida de seguimiento de Jesús que ha triunfado y nos comunica su mismo destino a nosotros.

20 Ellos salieron a predicar por todas partes y el Señor cooperaba con ellos, confirmando la palabra con las señales que la acompañaban. La Ascensión es para Jesús el punto de llegada triunfal. Para su comunidad, el punto de partida, el comienzo de su camino misionero. Nos envía y nos acompaña siempre en la tarea de ser Buena Noticia, personas ilusionadas dedicadas a construir un mundo mejor: hacer de la humanidad el Reino que el Padre quiere.

Romper cadenas de injusticia y muerte. Derribar toda tapia y todo muro. Rescatar al cautivo de su infierno inmerecido. Ir de samaritanos por la vida. Mostrar los caminos ascendentes. Encender y poner al alma en vilo. Ofrecer razones de esperanza. Despertar el instinto creativo. Interpretar los signos de los tiempos. Poner el corazón en las estrellas. Batir record de altura cada día conscientes de que el Padre/Madre nos espera.