JOHN MAIN Y SUS ENSEÑANZAS LA MEDITACIÓN SEGÚN LA TRADICIÓN CRISTIANA ENCUENTRO DE ENSEÑANZAS ESENCIALES Presentación preparada por Marina Müller Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana

John Main nació en Londres en 1926 de padres irlandeses John Main nació en Londres en 1926 de padres irlandeses. Se llamaba Douglas Main, nombre que cambió cuando se hizo monje. Después de sus años de escuela, sirvió como periodista cadete en las etapas finales de la II Guerra Mundial. Luego se unió a una orden religiosa por un breve tiempo, de donde salió para estudiar derecho en el Trinity College de Dublin.

Después entró al Servicio Exterior británico y fue designado a Malasia, donde se unió al equipo del Gobernador. En una ocasión fue enviado a visitar a un monje hindú local que dirigía un orfanato y un ashram en las afueras de Kuala Lumpur.

John Main quedó muy impresionado por su calmada y pacífica sabiduría. Este monje le enseñó una forma simple de meditación: el fiel recitado de un mantra durante dos períodos: antes y después del trabajo del día. El monje animó a John Main a meditar como cristiano. El usó la palabra sagrada cristiana maranatha como su mantra o palabra sagrada.

Cada semana volvía a su maestro, a la disciplina de silencio, quietud y simplicidad. Su vida espiritual se abrió a nuevas profundidades. Retornó a Europa para enseñar derecho internacional por algunos años. Asistía diariamente a misa y continuó su práctica de meditación.

Luego se hizo monje benedictino en Londres. Su maestro de novicios le dijo que dejara la meditación y se enfocara en formas de oración más intelectuales, lo cual obedeció aunque le costó mucho. Varios años después, un encuentro con un estudiante le condujo a buscar en las escrituras y escritos cristianos y a recuperar la práctica de la meditación como forma de oración cristiana.

Descubrió la oración del corazón, enfocada en una frase corta o palabra sagrada. Esto había sido parte de la tradición cristiana a través de los tiempos. Encontró esta práctica en Juan Casiano y las madres y padres del desierto del siglo IV quienes a su vez influyeron en las enseñanzas de San Benito sobre la oración. Su fe y su experiencia de oración profundizaron su comprensión de las enseñanzas de Jesús sobre dejar atrás el yo – descubriendo el tesoro divino en nuestro interior – y en las enseñanzas de San Pablo: el Espíritu Santo ora dentro de nosotros.

De: John Main - A Biography, de Paul Harris John Main formó grupos de meditación en Londres y luego una pequeña comunidad monástica en Montreal, Canadá. Desde aquellos inicios, la Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana se ha extendido por todo el mundo. Es ecuménica y está siendo acogida como una oración válida y muy necesaria para las personas de hoy. De: John Main - A Biography, de Paul Harris Jesús es el Maestro interior

John Main se mostró abierto a otra tradición religiosa, en una forma poco común. Esto fue resultado de la fuerte impresión que le causó su maestro, como hombre de Dios que vivía su enseñanza espiritual con compasión activa y compromiso social. Esta primera experiencia con un maestro espiritual destaca la importancia posterior atribuida por John Main a tener un maestro en el camino de la meditación.

Meditar con el mantra VEN SEÑOR Aprender a meditar no es dominar una técnica. Es responder directamente a nuestra propia naturaleza profunda... Sería ideal encontrar un maestro que ayude en orientar esta peregrinación. John Main habló sobre la recomendación esencial que había recibido para la meditación: podía resumirse en tres palabras: diga su mantra.

Cómo John Main descubrió la riqueza de la M.C. Lo nuevo para John Main fue la simplicidad y precisión del maestro sobre el mantra. Los pensamientos y sentimientos son abandonados en esta práctica, que se ocupa abrir los tesoros del corazón. Leyendo a Augustine Baker, monje benedictino del siglo XVII, retornó a su práctica de meditación. Baker enfatizaba la vida contemplativa como camino abierto tanto a laicos como a monjes.

Los comienzos de la M.C. Baker lo condujo a Juan Casiano, en cuyas Conferencias Nueve y Diez sobre la oración, encontró la tradición cristiana del mantra descripta con claridad. Casiano buscaba “la oración continua” y luchar con el problema de las distracciones mentales. Recomendó una repetición “incesante” de una fórmula por la cual llegar a la “oración pura” y a una unión más profunda con Cristo Resucitado. La clave de Casiano para esta oración del corazón era la primera de las Bienaventuranzas: la pobreza de espíritu.

Enseñanzas de John Main John Main encontró la misma enseñanza en la tradición de la Iglesia Oriental de la Oración de Jesús y en La Nube del No Saber del siglo XIV. Al principio pensó cómo esta tradición podía enriquecer la iglesia en la vida monástica. Luego notó que “este método muy simple” atendía a la necesidad imperiosa de una experiencia profundizada de oración, de tantas personas de toda edad y tipo de vida.

El legado de John Main Su modo de enseñanza siempre fue oral y personal. El mantra, decía, es captado, no enseñado. Cuando hablaba de él, siempre meditaba con sus oyentes. Tu maestro tiene solo una instrucción para dar: decir el mantra. Lo que va más allá de esto, es un apoyo hasta que el mantra esté arraigado en tu conciencia.