REDISEÑACIÓN DE LAS PRESENCIAS Misión Continental América Oración del día 20 mayo 2010
Veamos las cosas con los ojos de Dios, con el ojo benigno; recordémonos que somos “Hijas de San Pablo”, el Apóstol de la caridad, que no sólo la ha descrito en todos sus caracteres con aquellas frases que nosotras las sabemos de memoria, y que las ha predicado bien y las ha practicado bien. Si queremos ser Hijas de San Pablo debemos imitar a nuestro Padre, especialmente en la práctica de la caridad. (Conferenze I, p. 145). La palabra de Maestra Tecla
“Dios es testigo de que a todos ustedes los quiero entrañablemente en Cristo Jesús. Y le pido que el amor de ustedes crezca más y más en conocimiento y sensibilidad para todo. Así sabrán discernir lo que más convenga, y el día en que Cristo se manifieste los encontrará limpios y sin culpa, colmados del fruto de la salvación, para gloria y alabanza de Dios” (Flp 1,8-11). La palabra de Dios
“De nuestra fe en Cristo, brota también la solidaridad como actitud permanente de encuentro, Hermandad y servicio, que ha de manifestarse en opciones y gestos visibles, principalmente en la defensa de la vida y de los derechos de los más vulnerables y excluidos, y en el permanente acompañamiento en sus esfuerzos por ser sujetos de cambio y transformación de su situación. El servicio de caridad de la Iglesia entre los pobres “es un ámbito que caracteriza de manera decisiva la vida cristiana, el estilo eclesial y la programación pastoral”. (Doc. Aparecida 394). La palabra de la Iglesia
Preghiera Divino Corazón de Jesús, inflama mi alma de tu santo amor. Este es tu don; y yo no busco otra cosa. Tú eres mi único bien. Tú eres mi paz y mi confianza, mi refugio seguro. Oración