Todos los años en este 4º domingo de Pascua se presenta: la alegoría del Buen Pastor.
Alegoría es una especie de parábola, donde cada frase tiene una correspon- dencia con la vida y los mensajes de Jesucristo.
En el tiempo de Jesús, donde había muchas ovejas se llamaba “Pastor” al mismo Dios. cf. Salmo 22
También se llamaban pastores a los reyes y profetas porque conducían al pueblo de Dios.
Muchas veces hubo malos “pastores” en el pueblo de Dios. Se preocupaban más por su bien propio que por el bien del pueblo. Jesús nos dice que él es el BUEN PASTOR.
En el evangelio del 4º domingo de Pascua se nos presentan las palabras de Jesucristo sobre el Buen Pastor. Este año, al ser el ciclo B, se expone la parte central.
Pertenece al evangelio de san Juan. Jn 10,11-18 Dice así:
En aquel tiempo, dijo Jesús:
El asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye;
y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Tengo además otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz.
Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla.
Palabra del Señor
Esta alegoría gustó mucho desde la primitiva cristiandad; de modo que las primeras imágenes que encontramos sobre Jesucristo en las catacumbas son de: el Buen Pastor.
Nos guía y sostiene sobre todo en medio de las dificultades de la vida;
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Nada me falta.
AMEN