Resistiré a la lluvia que me azota, resistiré a los vientos que me doblan, resistiré a los golpes de las palabras hirientes, a la falta de ilusión y de esperanza. Renaceré en tus brazos cada día, aunque tu ausencia sea necesaria. Renaceré en la sonrisa que iluminas con tu gesto y tu mirada. Renaceré en tu cocina limpia, en tu cama desarmada, en tus inglés, en tus muslos, en tu boca silenciosa, en tu frase de amor diaria.
Renaceré al alba con el encuentro destinado a los amantes sin ayer y sin mañana. Viviré las inclemencias de los sueños, porque sé bien que sin estar presente estás, amante, a mi lado. Autora: Elisabet Cincotta