Hoja de Coca, Cocaína y Narcotráfico en el Perú Dr. Juan Rabasa Lavarello, Presidente de CISEGUR Lima, 29 de Agosto del 2006

1. Introducción El mercado del narcotráfico en el mundo asciende a 322 mil millones de dólares y sigue siendo una cifra mayor al PBI individual de casi un 90% de los países del mundo. La Comunidad Internacional ha resuelto ganar la batalla contra las drogas ilícitas y apostar por la vida saludable de millones de seres humanos. La Región Andina no es ajena a los daños derivados del narcotráfico y se une a la cruzada mundial contra el narcotráfico en un espíritu de responsabilidad compartida que debe basarse en una información muy clara del fenómeno para abordarlo de manera adecuada.

2. El narcotráfico en la Región Andina Razones históricas, culturales y económicas han hecho de la Región Andina la zona de mayor impacto del cultivo y transformación de la coca. Perú, Colombia y Bolivia son los mayores productores de hoja de coca y cocaína en el mundo con los daños colaterales que esto ocasiona ya que los fondos que maneja el narcotráfico son utilizados para corromper, intimidar, manipular todo un sistema político así como para poner en jaque a las actividades económicas lícitas poniendo en peligro la economía de estos países. Esta influencia negativa se está extendiendo peligrosamente hacia Brasil, Chile, Ecuador, Argentina y Venezuela amenazando el destino de los habitantes de dichos países. Como ejemplo diremos que Brasil se ha transformado en el segundo país consumidor de cocaína del Mundo y Venezuela fue el 2003 y 2004 el cuarto país de incautación de cocaína en el Mundo.

3. El cultivo de coca y el narcotráfico en el Perú El Perú y Bolivia son los países más ligados al cultivo y consumo tradicional de hoja de coca en la región. El simbolismo cultural y religioso de la hoja de coca, la pobreza, la falta de atención del estado a ciertas regiones del país y lo propicio de los terrenos ubicados en la margen oriental de los Andes han hecho que en el Perú se desarrolle un cultivo de hoja de coca que asciende a 48,200 hectáreas según ONUDD y el Observatorio de las Drogas de Devida y una producción de Cocaína de 180 toneladas de cocaína por año en el 2005. El Mercado de la droga en el Perú compromete a 70,000 familias campesinas, a 10,000 personas comprometidas con la transformación, transporte, tráfico y comercialización de droga, a 1’184,000 de personas habiendo consumido y a 201,332 personas dependientes del consumo de cocaína.

4. Las consecuencias para el Perú El cultivo de hoja de coca no crea riqueza en el Perú, ni propicia el desarrollo de las provincias y distritos comprometidos en el cultivo y transformación de la hoja de coca. El informe anual de PNUD sobre desarrollo nos muestra como las provincias que tienen cultivo y transformación de coca tienen ingresos familiares promedios que van desde los 115 soles mensuales hasta los 216 soles mensuales y tienen un nivel de desarrollo global que va desde el puesto 91 hasta el 194 de 195 provincias del Perú. Esto quiere decir que después de 20 o 30 años de actividad el narcotráfico no ha mejorado las condiciones de vida de los campesinos de las zonas de influencia. La economía de la coca los ha perjudicado colocándolos al margen de la ley haciéndolos dependientes de la economía ilícita del narcotráfico.

5. Los daños ecológicos y ambientales Las consecuencias ambientales para nuestro país son dramáticas, solo el año 2004, 18,300 hectáreas de bosques han sido deforestadas con la consecuente tala y quemado de dichas áreas preparadas para el cultivo de coca. El desplazamiento de cultivos luego de las acciones de erradicación ponen en jaque cualquier política ecológica en el país. La contaminación de los suelos y ríos de la región andina oriental y de la amazonía es consecuencia del uso de 10 millones 800 mil litros de insumos químicos usados por año para la transformación de la coca en PBC y Cocaína. De continuar dicha situación la salud de los habitantes de la región oriental de los Andes y de la Selva peruana se verá seriamente comprometida pudiendo generarse un desastre ecológico irreversible.

6. El aumento del consumo de coca La prevalencia anual del consumo de cocaína en el mundo es de 13’726,000 consumidores. América del Sur cuenta con 2’382,000 personas que han consumido cocaína al menos una vez durante el año 2003 sin contar PBC y otros derivados. Cedro en un estudio publicado en Junio del 2006 ha estimado en el 2005 que más de un million de personas ha consumido Cocaína, PBC y otros derivados en el 2005, siendo la cifra de dependientes de 201,332 personas. Paralelamente, según la encuesta nacional de hogares sobre consumo tradicional de hoja de coca de DEVIDA del año 2003, el 20% de los peruanos consumen tradicionalmente o mastican la hoja de coca en el Perú.

7. La erradicación de cultivos de coca El programa nacional de erradicación de cultivos de hoja de coca tiene por finalidad reducir el área de cultivo de hojas de coca así como eliminar los cultivos de amapola y de marihuana. En el año 2005 se han erradicado 12,232 hectáreas de cultivo de hoja de coca en el Perú. Lamentablemente un programa de erradicación que no actúe en paralelo conduciendo al campesino cocalero a reemplazar sus cultivos bajo un programa de desarrollo alternativo va a producir simplemente el desplazamiento de los cultivos de coca con la consecuente desforestación. Deberían ampliarse los recursos del tesoro público y de la cooperación internacional destinados a los programas de desarrollo alternativo en zonas cocaleras. En 2005 dichos recursos ascendieron a US $ 62 millones.

8. La política de interdicción Dicha política tiene como finalidad principal evitar la producción, comercialización y tráfico de drogas así como los delitos conexos. En la política de interdicción participa la Policía Nacional con sus divisiones especializadas así como el sistema de control penal en su conjunto incluyendo al Ministerio Público, Poder Judicial, Ministerio de Justicia, Aduanas, Sunat y el INPE. El 2005 se destruyeron 1,126 pozas y laboratorios en el Perú, en el mismo año se decomisaron 584 toneladas de insumos químicos destinados a la transformación de la hoja en PBC y Cocaína. En el 2005 se decomisaron 11,763 kgs de cocaína y 4,583 kgs de PBC.

9. Las consecuencias sobre el sistema de justicia penal En el año 2005 la PNP intervino a 11,636 personas por tráfico ilícito de drogas en las modalidades de Tráfico, Microcomercialización y Posesión. Las cárceles peruanas albergan a 7,890 internos procesados y sentenciados por TID. El narcotráfico pone con estas cifras en jaque al sistema de justicia penal por su acción corruptora e intimidatoria sobre los Agentes de Policía, Oficiales de Policía, Magistrados del Podr Judicial y del ministerio Público así como sobre los funcionarios del INPE. Podemos afirmar que el narcotráfico es uno de las principales promotores del proceso de corrupción del Estado peruano entre 1976 y el 2006.

10. El Balance La estrategia nacional de lucha contra las drogas ha conseguido importantes logros en la lucha contra el narcotráfico, el consumo de drogas, la erradicación de cultivos y contra la degradación del ecosistema en el Perú. Sin embargo las cifras nos muestran claramente que en materia de prevención de consumo y tratamiento los resultados son poco alentadores, así como son negativos a nivel de los daños ocasionados a nuestro ecosistema ligado al insuficiente recurso consagrado por el estado y la cooperación internacional para programas eficaces de desarrollo alternativo. Los programas de erradicación solo serán eficaces a condición de evitar el desplazamiento de los cultivos. Por último la política de interdicción se confonta al aumento incesante de la corrupción que impide la sanción penal de los delitos ligados al narcotráfico por la falta de un adecuado sistema anticorrupción y de protección integral de magistrados y testigos.

11. Recomendaciones - Se debe afrontar con energía y decisión el problema del narcotráfico en la Regíon de América del Sur. - Los Presidentes de los países andinos deben liderar personalmente la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad ciudadana. - Es urgente el rediseño de la estrategia de lucha contra las drogas en el Perú. - Se deben acordar los recursos adecuados del tesoro y de la cooperación internacional para la lucha contra las drogas. - La lógica de la oferta y la demanda no basta como estrategia de lucha contra el cultivo ilegal y tráfico de cocaína en un contexto de pluralismo cultural y de tradición del consumo de la hoja de coca con matices culturales y religiosos. Es necesario enfrentar el problema del pluralismo cultural y el tema de la exclusión para diseñar una política que haga uso de la estrategia de reducir la oferta y la demanda de drogas en un contexto de lucha idiológica y cultural contra el flagelo del trafíco de drogas ilícitas en la región andina.