12º Domingo Tiempo Ordinario –B- Salmo de junio de 2006
Los que surcaban el mar con sus navíos y comerciaban por las aguas caudalosas, contemplaron las obras del Señor, sus maravillas en medio del océano sus maravillas en medio del océano. Dad gracias al Señor, porque es eterno su amor.
Pues él ordenó que soplara un vendaval, e hizo que las olas se encresparan. Subían a los cielos, bajaban al abismo; desfallecidos por el mareo. Dad gracias al Señor, porque es eterno su amor.
Pero clamaron al Señor en su angustia y él los salvó de la aflicción; Redujo el vendaval a suave brisa, hizo que se calmara el oleaje. Dad gracias al Señor, porque es eterno su amor.
Se alegraron de ver la mar en calma Y el Señor los llevó hasta el puerto deseado. ¡Que den gracias al Señor por su amor, por las maravillas que hace con los seres humanos! Dad gracias al señor, porque es eterno su amor.
Un gran Profeta ha surgido entre nosotros; Dios ha visitado a su pueblo.