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Lectio divina del Salmo dominical

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Presentación del tema: "Lectio divina del Salmo dominical"— Transcripción de la presentación:

1 Lectio divina del Salmo dominical
Domingo XII del Tiempo Ordinario Año B: El Señor salva a su pueblo Jb 38,1.8-11: Aquí se romperá la arrogancia de tus olas. Sal 106, : Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia. 2Co 5,14-17: Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. Mc 4,35-40: ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!

2 Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

3 Entraron en naves por el mar, comerciando por las aguas inmensas
Entraron en naves por el mar, comerciando por las aguas inmensas. Contemplaron las obras de Dios, sus maravillas en el océano.

4 Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

5 Él habló y levantó un viento tormentoso, que alzaba las olas a lo alto; subían al cielo, bajaban al abismo, el estómago revuelto por el marco.

6 Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

7 Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación
Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. Apaciguó la tormenta en suave brisa, y enmudecieron las olas del mar.

8 Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

9 Se alegraron de aquella bonanza, y él los condujo al ansiado puerto
Se alegraron de aquella bonanza, y él los condujo al ansiado puerto. Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres.

10 Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

11 Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio…
1Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. 2Que lo confiesen los redimidos por el Señor, los que él rescató de la mano del enemigo, 3los que reunió de todos los países: norte y sur, oriente y occidente. 4Erraban por un desierto solitario, no encontraban el camino de ciudad habitada; 5pasaban hambre y sed, se les iba agotando la vida; 6pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. 7Los guió por un camino derecho, para que llegaran a una ciudad habitada. 8Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. 9Calmó el ansia de los sedientos, y a los hambrientos los colmó de bienes. 10Yacían en oscuridad y tinieblas, cautivos de hierros y miserias; 11por haberse rebelado contra los mandamientos, despreciando el plan del Altísimo. 12El humilló su corazón con trabajos, sucumbían y nadie los socorría. 13Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. 14Los sacó de las sombrías tinieblas, arrancó sus cadenas. 15Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. 16Destrozó las puertas de bronce, quebró los cerrojos de hierro. 17Estaban enfermos por sus maldades, por sus culpas eran afligidos; 18aborrecían todos los manjares, y ya tocaban las puertas de la muerte. 19Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. 20Envió su palabra para curarlos, para salvarlos de la perdición. 21Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. 22Ofrézcanle sacrificios de alabanza, y cuenten con entusiasmo sus acciones.

12 Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio…
23Entraron en naves por el mar, comerciando por las aguas inmensas. 24Contemplaron las obras de Dios, sus maravillas en el océano. 25El habló y levantó un viento tormentoso, que alzaba las olas a lo alto: 26subían al cielo, bajaban al abismo, el estómago revuelto por el mareo, 27rodaban, se tambaleaban como borrachos, y no les valía su pericia. 28Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. 29Apaciguó la tormenta en suave brisa, y enmudecieron las olas del mar. 30Se alegraron de aquella bonanza, y él los condujo al ansiado puerto. 31Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. 32Aclámenlo en la asamblea del pueblo, alábenlo en el consejo de los ancianos. 33El transforma los ríos en desierto, los manantiales de agua en aridez; 34la tierra fértil en marismas, por la depravación de sus habitantes.  35Transforma el desierto en estanques, el erial en manantiales de agua. 36Coloca allí a los hambrientos, y fundan una ciudad para habitar. 37Siembran campos, plantan huertos, recogen cosechas. 38Los bendice, y se multiplican, y no les escatima el ganado. 39Si menguan, abatidos por el peso de infortunios y desgracias, 40el mismo que arroja desprecio sobre los príncipes y los descarría por una soledad sin caminos 41levanta a los pobres de la miseria y multiplica sus familias como rebaños. 42Los rectos lo ven y se alegran, a la maldad se le tapa la boca. 43El que sea sabio, que recoja estos hechos y comprenda la misericordia del Señor. Si quieres escuchar este salmo en hebreo, su lengua original, pincha aquí.

13 Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio?
Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.

14 Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio?
Nuestro salmo se encuentra en la segunda parte del salterio, dedicado a las alabanzas a Dios, formada por los libros: 4º: salmos y 5º: salmos Salmo 106: Acción de gracias. El quinto y último libro del salterio se abre con el salmo 106 que es una acción de gracias al Señor que salva a su pueblo de las crisis por las que pasa a través de la historia.

15 Lectio: ¿Qué dice el texto?
El salmo 106 es una oración de acción de gracias del pueblo que ha adquirido la libertad gracias a la intervención salvadora de Dios. Quizá, por este motivo, se pueda datar en torno a la vuelta del destierro de Babilonia (535 a. C). Con todo, las situaciones que describe son bastante genéricas de modo que desbordan las posibles alusiones históricas. La primera parte (vv. 4-32) se divide en cuatro estrofas, dedicada cada una a un grupo de personas: los perdidos en el desierto (vv. 4-9) los liberados de la cárcel (vv ) los enfermos sanados (vv ) y los que hallaron la bonanza tras la tempestad en el mar (vv ) La segunda parte (vv ) es un fragmento de estilo hímnico, que celebra el maravilloso poder del Señor que es capaz de cambiar los elementos: tierra y agua, de este modo libera y salva. La conclusión (vv ) es de estilo sapiencial.

16 Apaciguó la tormenta en suave brisa.
Mecditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Apaciguó la tormenta en suave brisa. El Señor se nos muestra este domingo como soberano del universo. Sólo él puede dominar los elementos y poner un límite al mar. Pero, sobre todo es Él quien puede apaciguar nuestros corazones y ayudarnos en la tribulación. Como los hijos de Israel y los asustados discípulos clamemos al Señor y Él nos salvará.

17 Entraron en naves por el mar
Navegar es siempre una aventura como lo es la vivencia de la fe en la barca de la Iglesia. Desde ella contemplamos las maravillas del Señor y vivimos tempestades pero, ¡no temamos! El Señor está con nosotros. Él es Señor del mar y del viento.

18 Jesús se puso en pie, increpó al viento y éste cesó
Jesús se puso en pie, increpó al viento y éste cesó. ¿Aún no tenemos fe, confianza, en el Señor? Meditemos el salmo 106, aprendamos a descubrir las maravillas que Dios obra a favor nuestro en todas las circunstancias de nuestra vida, ya que todos estamos alguna ver perdidos y desorientados, enfermos y agobiados. Él habló y levantó un viento tormentoso

19 Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros…
“Has oído una afrenta, he ahí el viento. Te airaste, he ahí el oleaje. Si sopla el viento y se encrespa el oleaje, se halla en peligro la nave; tu corazón entra en peligroso vaivén. Oída la afrenta, se alza el deseo de venganza; si te vengas, si te dejas llevar del agravio, tu naufragio es un hecho. ¿Por qué naufragaste? Por ir Cristo dormido en ti. ¿Qué significa eso de ir Cristo dormido en ti? Que te has olvidado de Cristo. Despiértale, pues; tráele a la memoria; despertar a Cristo es pensar en Él…  No os venza el oleaje cuando se perturbe vuestro corazón. Pero, puesto que somos hombres, si el viento nos empuja, si nos mueve el afecto de nuestra alma, no perdamos la esperanza; despertemos a Cristo para navegar en la bonanza y llegar a la patria. Vueltos al Señor...” (San Agustín, Sermón 63, 2-3)

20 Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo?
Gracias, Señor, porque en Ti hallamos sosiego, porque Tú transformas en bonanza nuestras tempestades, nos acompañas en el agitado mar de la vida y nos conduces al ansiado puerto. Haz que en la angustia siempre acudamos a Ti, y te demos gracias por tu bondad, por las maravillas que haces en nosotros. Amén.

21 Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra?
Es el momento de la “obediencia de la Fe”… ¡Sálvame, Señor, que confío en Ti!


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