De reencarnaciones Miguel-A. Dedicado a Claudia P. (de México). 190 seg. (Lolita Flores)
Un matrimonio de campesinos mexicanos, Jacinto y María, diariamente acudían a la huerta a realizar sus tareas cotidianas de cultivo de frutas y verduras. Utilizaban una burra como cabalgadura: al ir, iba ella montada, y él delante... y a la vuelta intercambiaban sus respectivas posiciones. Un día, al regreso, comenzaron la siguiente conversación:
- Oye, Jacinto, ¿tú sabes cómo es eso, que dicen algunos, de la reencarnación?. - Pues, mira, María, es fácil. ¿Ves aquella vaca? Pues esa vaca ahora puede ser tu difunta tía Gertrudis en esta su nueva vida.
Y a continuación, tras una pausa, Jacinto le dice: - Mira, ¿ves esa gallina, por ejemplo? Esa gallina puede ser la nueva vida de tu difunta tía Filomena.
Y María va enfrascada en sus pensamientos, y enfadándose, porque Jacinto sólo le hace referencia a sus familiares. - Mira, María -añade de nuevo Jacinto-, ¿ves aquel cerdo? Ese cerdo puede ser tu difunto primo Cipriano en su nueva vida. ¡Está casi tan gordo como él!.
De repente, María comienza a hacer que solloza, y Jacinto, sorprendido, le pregunta por qué llora. Ella detiene la burra, se da la vuelta, y le contesta: - ¡Ay, Jacinto, me siento muy triste!. - Pero, ¿por qué, María? ¿Qué te pasa? ¿Por qué te pones triste?. - ¡¡Porque a lo mejor vienes montado en tu puta madre!!.