EL MENSAJERO

¿QUIÉN ES? Persona escogida por Dios, enviado a anunciar la BUENA NOTICIA, a anunciar la PAZ, a anunciar la SALVACIÓN, es el contacto entre la parroquia y las familias.

¿QUÉ DEBO HACER? Visitar las familias y entablar una amistad con ellas. Promover relaciones de amistad entre las familias. Ser puente entre las familias y el Centro Pastoral. Informar al párroco de las necesidades de las familias. Entregar personalmente a las familias las comunicaciones de la parroquia o de la diócesis y ayudarlas a comprender y aceptar el mensaje de las mismas.

ME PREPARARÉ ASÍ : Nos reuniremos con nuestro coordinador para hacer la oración y prepararnos juntos, recibir nuestras “cartas” para luego salir a llevar el mensaje a las familias que nos tocan.

AL REPARTIR LAS CARTAS: Visitaré una vez al mes las diez familias. Leeré, reflexionaré y oraré lo que Dios me dice en la carta. Le daré gracias porque me escogió para ser su mensajero, le pediré su ayuda. Tomaré las hojitas para llevarlas a las diez familias que me tocaron. Llegaré con simpatía a cada casa para entregar la carta. Estaré dispuesto a escuchar algún mensaje que me quiera comunicar las personas.

EL MENSAJE A LAS FAMILIAS Es breve y central. Es un regalo que ofrece se a cada familia: Sin que pidas algo a cambio, Sin esperar nada.

El mensaje debe ser vivido por ti: Cuida tu presencia, porque todo en ti es un mensaje: palabras, acciones, comportamientos. Si tu mensaje es de amor, eso tienes que compartir. Preocúpate por los enfermos, escucha a las personas. Ve preparado para que des, lo mejor de tu persona, de tu sonrisa, de tu silencio y tu amistad.

¿QUÉ ES LA RED DE MENSAJEROS? Es el grupo de colaboradores que lleva el mensaje a todas las familias y mantiene la comunicación entre ellas y la parroquia. Cada mensajero lleva la carta a diez familias. Todo mensajero realiza su labor dentro del Centro Pastoral en que reside. Es muy importante revisar continuamente la red de mensajeros y suplir las bajas.

CRITERIOS PARA SELECCIONAR LOS MENSAJEROS: Que sean jóvenes y adultos, no niños ni adolescentes. Cualquier persona que cumpla, aunque no sea católico practicante. Personas que tengan tiempo disponible y voluntad de servir. Que residan dentro del Centro Pastoral en el cual colaboran.

ORACIÓN DEL MENSAJERO ENSÉÑAME, SEÑOR, a escuchar a los más cercanos: mi familia, mis amigos, mis vecinos, otros mensajeros, mis compañeros de labores. Ayúdame a comprender que no importan las palabras que oiga, porque el mensaje siempre es tuyo: acepta la persona que yo soy, escúchame. ENSÉÑAME, SEÑOR, a escuchar a los que están lejos, el murmullo de quien no tiene esperanza, el ruego del que ha sido olvidado, el llanto del que sufre.

ENSÉÑAME, SEÑOR, a escucharme a mí mismo, mis temores, a confiar en mi voz interna, en lo más profundo de mi ser, porque eres Tú en mí. ENSÉÑAME, SEÑOR, a escuchar tu voz en los ajetreos y aburrimientos, cuando estoy seguro y cuando no lo estoy, en el alboroto y en el silencio. ENSÉÑAME, SEÑOR, a escuchar, te lo pido por tu HIJO JESUCRISTO, tu Palabra enviada al mundo, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén

“Este es el mensaje que hemos recibido de él y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay tinieblas.” 1 Jn. 1, 5