Imagina que las cárceles tuvieran que ser cerradas por falta de clientela. Imagina que todas las armas del mundo criaran moho, y se inutilizasen porque no hubiera nadie que las usara. Imagina que las chimeneas de las industrias se transformaran en cañones de perfumes benefactores para la salud y para el medio ambiente.
Imagina que la humanidad tuviera como meta alcanzar el mayor grado de felicidad para todos, merced al arte, a la belleza, al respeto mutuo, a la solidaridad. Imagina que la política quedara obsoleta porque cada uno asumiera lo que tenía que hacer.
Imagina que los sueldos se pagaran según lo duros que pudieran ser los trabajos. Imagina que los trabajos se dieran a los capaces de desempeñarlos, sin más requisito que su mérito personal, fruto de su esfuerzo.
IMAGINA: ¿Qué es lo que puedes aportar para que las mejores utopías se hagan realidad?
Lo mejor de lo que hoy disfrutamos en nuestra vida social y cultural empezó por ser algún día un sueño que parecía imposible, hasta que alguien, tras imaginarlo, se entregó a la tarea de hacerlo realidad. “ Si no se espera, no se dará con lo inesperado”