Las voces femeninas de la Pasión de Bach quieren evocar la mujer cananea del evangelio 20 AÑO c A Regina
Cuarta parte del evangelio de Mateo: cita de reflexión: ”Este pueblo me honra con los labios, pero su CORAZÓN está lejos de Mi” Sidón, Líbano, antigua Fenicia Si nos acercamos al CORAZÓN de Jesús, como la mujer cananea, entraremos en el Reino
Restos de la ciudad de Tiro La FE tiene los límites que nosotros le ponemos
Mt 15,21-28 En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Sidón
Jesús va a una región que el pueblo tiene por impura Para Él toda persona es sagrada
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: "Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo."
Una mujer oprimida se le acercó En las opresiones, hay que hacer el salto para abrir espacios de libertad
Él no le respondió nada.
¿Por qué sólo vamos a Él para pedir? Jesús no le respondió nada, quería que le mirase a Él, y no a sus dones
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: "Atiéndela, que viene detrás gritando."
Hay personas que estorban... Preferimos vivir tranquilos, sin verlas
Él les contestó: "Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel." Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: "Señor, socórreme.“ Él le contestó: "No está bien echar a los perros el pan de los hijos."
Como los judíos de su tiempo, Jesús pensaba que sólo había sido enviado a su pueblo ¿Sabemos cambiar nuestros planes, cuando notamos que Dios nos lo pide?
Pero ella repuso: "Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos." Jesús le respondió: "Mujer, qué grande es tu fe:
Ella intuyó que no se puede negar a nadie “el Pan de cada día” La Fe la sentó en la MESA de los Hijos
que se cumpla lo que deseas." Y en aquel momento quedó curada su hija.
Entró en su casa el Dios de la VIDA Todo es posible para quien CREE
Ayuda nuestra FE, Señor, para que nos abramos a la VIDA que constantemente nos quieres dar
Monjas de St. Benet de Montserrat