Ejercicios navideños para un año mejor Prácticas sólo recomendables con la mente abierta y el espíritu inquieto
ABÁJESE Practique la sana costumbre de bajarse de su cotidianidad, de atarse la toalla de atarse la toalla y lavar tanto pie y lavar tanto pie necesitado necesitado Inclínese hacia lo bajo, lo profundo, donde encontramos lo que de verdad nos une.
SIMPLIFÍQUESE Ya sabemos que la vida es muy complicada pero también lo era cuando fue niño. Abra muy bien los ojos y dispóngase a disfrutar del mundo
Extienda bien las manos Se trata de llegar a todos, de invitar, de que todos sientan nuestra realidad como suya. Se trata de llegar a todos, de invitar, de que todos sientan nuestra realidad como suya. Evite toda forma de poder. Hoy para recibir. Mañana para darse
Huya de la instalación Repita muchas veces: Donde Dios quiera, como Dios quiera. No atesore, no conserve. Cada cierto tiempo salga hacia lo nuevo
AME. Sobre todo, AME Que su forma de actuar recuerde a su gente cuánto los quiere. Recupere gestos como abrazar, acoger, escuchar. Deje a un lado apariencias, comentarios, leyes y ocúpese sólo de regalar amor
Y recuerde que para todo ello, sólo hay una fuente de energía ENCONTRARÉIS A UN NIÑO, ENVUELTO EN PAÑALES Y RECOSTADO EN UN PESEBRE
Que vivamos unas navidades y un año aprendiendo del que pasó por uno de tantos. LES DESEAN DE CORAZON LA COMUNIDAD SALVATORIANA DE MADRID