Parábola del Lápiz Al principio, cuando el Creador del Lápiz terminó su trabajo, le dijo: “Antes de mandarte al mundo, voy a darte cinco consejos. Si los tienes presentes, el trabajo que hagas será perfecto. Nadie sabrá hacerlo mejor que tú”.
grandes cosas, pero sólo cuando dejes que Alguien Primero: Serás capaz de hacer grandes cosas, pero sólo cuando dejes que Alguien te coja en sus manos y te guíe.
Segundo: No rehuyas el dolor que puedas sentir cuando te saquen punta, algunas veces. Después, tu trabajo quedará mejor.
Sé consciente de que podrás corregir ¡No quieras mantenerlos! Tercero: Sé consciente de que podrás corregir todos los errores que cometas. ¡No quieras mantenerlos!
Nunca olvides que tu parte Cuarto: Nunca olvides que tu parte más noble, la tienes en tu interior. Protégela con todas tus fuerzas.
Quinto: No tengas miedo de pintar cuando te lo indiquen, ya que tendrás que dejar tu huella allí donde vayas.
El lápiz entendió la lección perfectamente, y se comprometió a recordar siempre los cinco consejos de actuación.
Así realizarás tu misión en el mundo de manera satisfactoria. Ahora, ponte tú en su lugar y haz tuyos estos cinco consejos de actuación del Lápiz; Así realizarás tu misión en el mundo de manera satisfactoria.
Primero: Serás capaz de hacer grandes cosas, pero sólo si te dejas guiar por la mano de Dios. Deja, también, que otras personas recurran a tí cuando te necesiten.
Segundo: Déjate pulir por el dolor de las dificultades, y así podrás realizar mejor tu trabajo.
Procura corregir tus errores No lo dejes para más tarde. Tercero: Procura corregir tus errores en cuanto te des cuenta. No lo dejes para más tarde.
Recuerda siempre que la riqueza Cuarto: Recuerda siempre que la riqueza más grande, está dentro de tí. ¡No la busques fuera!
Y Quinto: Vayas donde vayas, procura dejar un buen recuerdo tuyo. Lo conseguirás si eres siempre un instrumento dócil en manos de Dios.
¡Hemos sido creados para un gran trabajo! Tú eres como un Lápiz… ...creado por Dios con un único fin. Haz todo lo que puedas para conocer la voluntad del Creador en tu vida, y acéptala agradecido. Así serás un instrumento eficaz en Sus Manos. ¡Hemos sido creados para un gran trabajo!