CRECIENDO ESPIRITUALMENTE A TRAVÉS DE LAS PRUEBAS. Mensaje Hno. Isaías Rodríguez

Introducción La Biblia maneja dos grandes temas en sus sesenta y seis libros. El primer tema es “cómo encontrar a Dios”. El segundo tema es “cómo andar con Dios”. Éste es simplemente un libro muy práctico cuyo propósito es enfatizar la importancia de vivir lo que creemos.

Y cuando se trata de comportarnos conforme a lo que creemos, uno de los aspectos más importantes es cómo respondemos a las pruebas cuando estas aparecen en nuestra vida. ¿Cómo podemos aprovechar las pruebas que vienen a nuestra vida a fin de crecer espiritualmente?

Texto Santiago 1:19

Texto “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.”

Idea Exegética El texto señala tres conductas que un cristiano debe mostrar en su vida, particularmente cuando vienen a nuestra vida esas complicadas pruebas que extraen de nosotros conductas que en nada honrar a nuestro Padre Celestial.

Proposición Cuando las pruebas aparezcan en nuestra vida, sirvámonos de ellas para crecer espiritualmente.

Pregunta ¿Cómo podemos aprovechar las diversas pruebas que aparecen en nuestra vida para crecer espiritualmente?

… Siendo Prontos para Oír A.- Seamos prontos para oír… 1. Es necesario que aprendamos a escuchar a quienes tienen un interés positivo en nosotros. ¿Quiénes tienen un interés positivo en nosotros y nosotros lo sabemos? a) Si todavía somos hijos de familia… b) Si ya estamos casados y somos padres de familia… c) ¿Qué tan bueno eres para escuchar?

2. Pero Santiago nos hace ver que cuando él dice que necesitamos ser “… prontos para oír…”, se está refiriendo específicamente a escuchar la voz de Dios. Y luego procede a explicar lo que significa escuchar la voz de Dios.

B.- Escuchar la voz de Dios no quiere decir “oír y no hacer nada”. “Oír la voz de Dios es igual a obedecer la voz de Dios”. Oír la voz de Dios significa: 1 Que somos prontos para ayudar a los necesitados. 1:26-27. ILUSTRACIÓN: 2 Que no hacemos menos al pobre para atender al rico, 2:1-13. 3 Y luego, en el párrafo 2:14-26, el apóstol dice claramente que demostramos nuestra fe a través de nuestras buenas obras.

… Siendo tardos para hablar II. … Siendo tardos para hablar La lengua es un pequeño pero poderoso músculo del cuerpo humano. El apóstol Santiago dedica todo el capítulo 3 a hablar acerca de la lengua. Hay tres cosas principales que podríamos decir acerca de la lengua. La primera es que …

A. Es pequeña pero muy poderosa. Santiago enfatiza el poder de la lengua a través de tres ilustraciones. 1. La compara al freno que se pone a los caballos, diciendo cómo con ese pequeño aditamento se puede controlar un brioso corcel. 2. La compara con el timón de una nave. A lo largo de los siglos las naves se han ido construyendo cada vez más grandes. Aun así, son controladas por medio del timón. 3. “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”

B. Es necesaria pero muy peligrosa, 1. En el verso 6 dice que “… la lengua es un fuego, un mundo de maldad.” 2. En los versos 7-8ª nos da una gran verdad cuando dice que todo tipo de animales pueden ser domados, “… pero ningún hombre puede domar la lengua…”. 3. Y termina diciendo en el verso 8b, que la lengua “… es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.” C. Es útil pero inconsistente. ILUSTRACIÓN:

D. Luego, en los versos 13-18 Santiago declara que si decimos tener sabiduría de lo alto, ésta debe ser mostrada primeramente en nuestra conducta. 3:13-18. APLICACIÓN: Esta aportación de Santiago es aplicable en todo momento; es decir, es muy recomendable saber escuchar, primero, y ser lentos para responder, en segundo lugar; y esto por muchas razones. ILUSTRACIÓN:

… Siendo tardos para airarnos III. … Siendo tardos para airarnos El apóstol discute este tema en detalle en 4:1-5:12. En esta sección el apóstol comienza por establecer las causas de nuestros problemas. Primero, la causa interna: nuestros problemas se deben a nuestras pasiones que combaten en nuestros miembros” (4:1)

Luego, en 4:4 menciona la causa externa: nuestra amistad con el mundo. Esas dos razones se confabulan para producir en nosotros una mala actitud ¿Y cuáles son las consecuencias de tener una mala actitud? La frase de 4:2 lo resume todo al decir, “… no tenéis lo que deseáis porque no pedís.”

El resto del pasaje analiza diversas consecuencias de una mala disposición de nuestra parte. A. En primer lugar, Santiago dice que una mala actitud es una invitación para que hayan guerras y pleitos entre nosotros. ILUSTRACIÓN: B. En 4:11-12 el apóstol dice que una mala actitud produce un espíritu de juicio en nosotros, y reprueba la murmuración.

C. En 4:13-17 nos advierte de no creernos los omnipotentes, haciendo planes y tomando decisiones sin tomar a Dios en cuenta. D. En 5:1-6, Santiago hace un serio llamado a “los ricos”, y tiene frases muy condenatorias para ellos. 1. Primero tendríamos a los que son “pobres-pobres”. 2. Un segundo grupo estaría integrado por los “ricos-ricos”. 3. Luego vendrían los “pobres-ricos”. 4. Finalmente tendríamos los “ricos-pobres” Éste es el grupo al que Santiago se dirige en este pasaje.

E. En la sección del 5:7-12 el mensaje es que nosotros tenemos que seguir actuando bien, sin airarnos, aunque se nos esté tratando mal. F. La sección de Santiago 5:13-18 habla de la eficacia de la oración. G. Los últimos dos versículos hablan de cómo manejar a los hermanos que andan por ahí “desbalagados”.

H. Le quiero preguntar algo, “¿Es usted enojón/a? ¿Qué tan seguido se enoja? ¿Su enojo es apenas discernible o todo mundo puede notarlo? Y cuando vienen pruebas – quizás por no haber sido sabio para manejar una situación, ¿se enoja usted consigo mismo, o se enoja con los demás?”

Cada uno de nosotros tiene la palabra. Conclusión “¿Cómo podemos aprovechar las pruebas que aparecen en nuestra vida para crecer espiritualmente?” Santiago nos ha respondido diciendo que podemos servirnos de las pruebas para crecer espiritualmente, si somos 1. Prontos para oír. 2. Tardos para hablar. 3. Tardos para airarnos. Cada uno de nosotros tiene la palabra.

Oración Final