Un día, Jesús y el diablo estaban conversando y Jesús preguntó al Diablo lo que él estaba haciendo con las personas aquí en la tierra...
El respondió : Me divierto con ellas enseñándoles a hacer bombas a matarse mutuamente; a odiarse; a abusar de los niños; que sus jóvenes tomen drogas; que el alcohol les destruya y que hagan todo lo prohibido
¿Cuanto quieres por ellas? Jesús Pregunto: ¿Cuanto quieres por ellas?
El diablo le respondió: Para que vas a querer estas personas que son traicioneras, mentirosas, falsas y egoístas.
Ellas nunca te amaran de verdad, van a blasfemar contra ti, escupir en tu rostro y despreciarte.
¿Cuanto quieres por ellas? Quiero todas tus lágrimas y también tu sangre.
Y...Jesús pago el precio de nuestra libertad! ¡Trato hecho! Y...Jesús pago el precio de nuestra libertad!
Pero nosotros no hemos valorado tanto amor. Seguimos nuestras vidas sin apreciar nuestro rescate por su parte.
Aunque muchos dicen que creen en Dios... ...ni siquiera intentan conocerle de verdad, ni le dan las gracias por nada.
Pero cuando se trata de escharle a alguien la culpa... ... nadie duda en hacerlo sobre Él, responsabilizándole de los males de nuestra vida.
En esto, el Diablo tenia razón, cuando advertia de ello. Pero a Jesús no le importó. Su amor es mayor que todo ello, y no va a abandonarnos.
Pero nada podrá ocurrir en tu vida si no aceptas la situación. Si no haces de Cristo el objetivo de tu vida, su rescate no será eficaz para ti.
Si Cristo hizo por ti un enorme sacrificio... ¿Que te impide hacer lo más fácil? Dile que SI a SU AMOR.