Un milenio que inicia contemplando la Eucaristía

El tercer milenio  Al iniciar el tercer milenio, la acción del Espíritu Santo ha llevado a la Iglesia a contemplar la Eucaristía como fundamento de vida y de gracia.

El tercer milenio  Así desde la preparación y realización del Jubileo del año 2000, la Eucaristía acompañó e iluminó la celebración jubilar, siendo la fuente y la cumbre.

Documentos  A partir de los documentos emanados en los últimos años podemos vislumbrar una marcada insistencia del Santo Padre para poder descubrir la riqueza de la Eucaristía:Así desde la preparación y realización del Jubileo del año 2000, la Eucaristía acompañó e iluminó la celebración jubilar, siendo la fuente y la cumbre.

Documentos  Novo millennio ineunte (6 de enero, Solemnidad de la Epifanía del Señor, del año 2001),  Misal Romano e Instrucción General para el uso del Misal Romano (Decreto 2000, Publicación 2002),  Ecclesia de Eucharistia ( 17 de abril, Jueves Santo, del año 2003 ),

Documentos  Spiritus et sponsa (4 de diciembre del año 2003),  Redemptionis sacramentum (25 de marzo de 2004).  Mane Nobiscum Domine! (Quédate con nosotros Señor: 7 de octubre del 2004,  Año de la Eucaristía. Sugerencias y propuestas (15 de octubre 2004).

Actividades Un tiempo fuertemente eucarístico

Actividades XLVIII Congreso Eucarístico Internacional. El año Eucarístico promulgado por el Papa después del Congreso. El Sínodo de Obispos del Todas ellas son acciones que nos permitirán descubrir la vitalidad de la Iglesia que se nutre de la Eucaristía.

Retos

 Podemos descubrir el intenso trabajo que se ha venido desarrollando para marcar una pauta claramente Eucarística, pero ahora ¿qué nos toca hacer?

Retos  El Santo Padre ha dado algunas indicaciones concretas al conmemorar los cuarenta años de la Constitución Litúrgica Sacrosanctum Concilium, y entre las más importantes destacan las siguientes:

Indicaciones  Para educar en la oración, y especialmente para promover la vida litúrgica, es indispensable el compromiso de los pastores. Implica un deber de discernimiento y guía.

Indicaciones  Esto no se ha de ver como un principio de rigidez, en contraste con la necesidad del espíritu cristiano de abandonarse a la acción del Espíritu de Dios, que intercede en nosotros y “por nosotros, con gemidos inenarrables” (Rm 8, 26).

Indicaciones  A través de la guía de los pastores se realiza más bien un principio de “garantía”, previsto en el plan de Dios sobre la Iglesia y gobernado por la asistencia del Espíritu Santo.

Indicaciones  La renovación litúrgica llevada a cabo en estas décadas ha demostrado que es posible conjugar unas normas que aseguren a la liturgia su identidad y su decoro, con espacios de creatividad y adaptación, que la hagan cercana a las exigencias expresivas de las diversas regiones, situaciones y culturas.

Indicaciones  Si no se respetan las normas litúrgicas, a veces se cae en abusos incluso graves, que oscurecen la verdad del misterio y crean desconcierto y tensiones en el pueblo de Dios (cf. Ecclesia de Eucharistia, 52; Vicesimus quintus, 13).

Indicaciones  Esos abusos no tienen nada que ver con el auténtico espíritu del Concilio y deben ser corregidos por los pastores con una actitud de prudente firmeza (Spiritus et sponsa 15).

Conclusión

 Las indicaciones que nos ofrecen los diferente documentos, ponen de manifiesto el deseo de la Iglesia de profundizar y amar cada vez más el augusto sacramento en el que actualizamos el Misterio de nuestra Salvación.

Conclusión  Sólo guiados por el Espíritu Santo, podemos alcanzar esta meta y la contemplación plena del Cristo realmente presente en la Eucaristía.