1 32 Centro de Espiritualidad Apostólica San Pablo Traducción y Adaptación de Vers le Dimanche editado por Christ Source de Vie, Toulouse HACIA EL DOMINGO 27 DEL TIEMPO ORDINARIO Para Orar Cada Día el Evangelio del Domingo Próximo Del Lunes 30 de septiembre al Domingo 6 de octubre de 2013  Hacia el Domingo 27 del Tiempo Ordinario  Orar en el Corazón del Mundo: Por quienes se sienten aplastados por el peso de la vida.  Una manera de seguir a Cristo 1/3  Orar en la Casa: Platillo a la Mostaza Hacia el 27 del Tiempo Ordinario Evangelio de Jesucristo según san Lucas Capítulo 17, versículos 5 al 10 “Los Apóstoles dijeron al Señor: «Auméntanos la fe». Él respondió: «Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", ella les obedecería. Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: "Ven pronto y siéntate a la mesa"? ¿No le dirá más bien: "Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después"? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: "Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber"».

M AR 1 M IÉ 2 L UN 30 J UE 3 La primera comparación que utiliza Jesús es rica en enseñanzas. Mientras podríamos tener una representación grandiosa de la fe (una realidad imponente, casi inmensa respecto a la capacidad de nuestra inteligencia y de nuestro corazón), Jesús nos habla de la fe “del tamaño de un grano de mostaza”. Entonces, el tamaño de la fe no tiene nada que ver con las medidas que utilizamos en el mundo. El día de hoy, oro con ayuda de granos o de semillas que puedo tomar en mi mano. Que mi fe se vuelva grande como ellas. Palabras de fe Deseo de fe Granos de fe Para Jesús, lo propio de la fe –incluso en pequeña cantidad de grano- es hacer hablar. Pero no se trata de cualquier tipo de palabras. Se trata de palabras con autoridad: palabras que dicen lo que hacen y producen lo que dicen. Como en los primeros días de la Creación: “Que exista la luz”, y la luz existió. Al igual que con los milagros realizados por Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti? -- Maestro, que yo pueda ver, y Bartimeo el ciego comenzó a ver (Mc 10,50). Me arraigo en estas palabras de fe. “Pidan y se les concederá”. ¿En verdad creo en este poder de mis palabras? Semana de la fe En este año de la fe, el evangelio del domingo próximo queda perfecto. De hecho, los apóstoles no necesariamente son los especialistas de la fe que podríamos imaginar. Los evangelios nos impiden idealizar a los apóstoles: no nos ocultan nada de sus incomprensiones, dudas y faltas de fe. Es un consuelo para cada uno de nosotros: pues nuestro camino para convertirnos en apóstoles no es necesariamente difícil de encontrar. Pasa por la sencillez de una palabra verdadera y confiada para decir al Señor el punto en el que nos encontramos en nuestra relación con él. ¿Y si empezara mi semana de la fe hablándole así, con la verdad, como un apóstol en proceso? La pregunta de los apóstoles habla de lo esencial de la fe que podríamos tender a olvidar. La fe no es algo que se posee de una vez por todas. La fe es un deseo, una fuerza que nos impulsa a crecer en humanidad, a avanzar en la vida sin importar los obstáculos, tomando a Jesús como maestro y compañero. El día de hoy, con mis palabras, expreso al Señor lo que espero: que venga a aumentar en mí la fe.

V IE 4 Orar en el Corazón del Mundo con el Papa Francisco Jesús sigue dando comparaciones para hacer que se comprenda cómo aumenta la fe en nosotros. Narra una historia de servidores para hacer que se comprenda una dimensión esencial de la fe, la de ponerse al servicio de un maestro y obedecer su palabra. La fe no nos hace amos del mundo. Nos hace, como Jesús, servidores. El día de hoy hablaré al Señor de mi manera de ponerme al servicio del Señor en mis gestos cotidianos, familiares o profesionales D OM 6 8 Servidores de la fe Apóstoles que crecen en la fe Respuesta de fe S ÁB 5 La historia de Jesús termina con una aplicación concreta dirigida a los Apóstoles y, por ende, a nosotros mismos: “Así también ustedes, cuando hayan hecho todo…, digan”. La expresión “simples servidores” puede sorprendernos o, por el contrario, provocarnos una visión poco evangélica de la manera en que debemos considerarnos ante Dios (como si Dios nos pidiera desvalorizarnos ante él, lo cual es una falsa humildad). Pido a Jesús que me introduzca con justicia en esta posición de simple servidor, él que vino precisamente a servir y no a ser servido. La vida cristiana es una manera dinámica de vivir el crecimiento humano que es inherente a todo ser humano. Aprender a hablar libremente y en la confianza a otro. Reconocer que vamos de principio en principio, siempre deseosos de ver crecer en nosotros, y en los demás, lo mejor que hay. Encontrar el lugar justo tomando la condición de servidor, poniendo nuestra energía y nuestros talentos al servicio de un mundo más justo y fraterno. La fe, como cualquier confianza, se cultiva y se mantiene. La misa dominical es un buen lugar de recursos: ahí el Señor nos repite la confianza que nos tiene, se da a nosotros para que su fuerza se vuelva cada vez más nuestra fuerza en el día a día. Oremos para que quienes se sienten aplastados por el peso de la vida, hasta el punto de desear su fin, puedan sentir la proximidad del amor de Dios.

ORAR EN LA CASA 12 O RAR EN LA CASA En este evangelio se nos habla del grano de mostaza negra (que es la mostaza de los campos). Entonces, vayamos a ver a qué se parece esta planta y el grano que produce. Podemos preguntarnos cómo este grano tan pequeño condimenta nuestra alimentación y nos transforma algunas veces el paladar en fuego. Esta semana, preguntémonos todas las noches lo que ha sido picante en el día transcurrido: lo que fue interesante, lo que amerita recordarse. Picante feliz o picante triste: lo que me “picó”. Este ejercicio puede compartirse con otros. Y el domingo, para comenzar la semana, preparemos un platillo con alguna salsa a la mostaza. “Somos simples servidores” San Lucas 17, 10 Una manera de seguir a Cristo (1/3) Nuestra imitación de Cristo no consiste en hacer lo que Cristo hace… Nuestra imitación de Cristo consiste en vivir la vida de Cristo, tener la actitud interior y exterior que se conforma en todo a la de Cristo, hacer lo que Cristo haría en mi lugar

________________________________ ________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ ¿Acaso no se nos pide que seamos siempre sencillos y, al hacernos servidores, que hagamos pasar nuestro servicio por encima de nosotros mismos, por encima de nuestra “gloria personal”? Parafraseando a San Agustín, podríamos decir: “ama y haz lo que tengas que hacer”, ni más ni menos, como simple servidor, y después serás saciado. Es lo que nos promete Jesús. Hermoso programa para esta semana, ¿no? Ejercitarnos en simplificar nuestra vida, quedándonos en nuestro lugar ni más ni menos. Simples servidores, aunque otros dirían “inútiles”. No es fácil de oír pues podemos pensar “perdidos en la multitud”, “sin importancia”. En breve, despreciados. Lo que es claro es que esta denominación nos envía a cien leguas de nuestro orgullo. Un verdadero golpe a… Nuestro único orgullo aquí será hacer, y hacer bien, lo que es nuestra labor cotidiana, sin sacar de ella ninguna ventaja.