Evangelio según San Lucas

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 4, 21 - 30 Gloria a ti, Señor.

Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario Día del Señor Señor, tú eres mi esperanza Ven, Señor, en ayuda de tu siervo

Aleluya, aleluya. El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva y proclamar la liberación a los cautivos. Aleluya.

«Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.» 21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.» 22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

«Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. 23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.» 24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»

y hubo gran hambre en todo el país; 25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; 26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón.

28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.» 28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;

29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. 30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Meditando en el Santo Evangelio que acabamos de leer, oremos parte del salmo: 70 Frase de Padre Jaimito

Mi boca contará tu salvación, Señor A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame.

Mi boca contará tu salvación, Señor Sé tu mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío, líbrame de la mano perversa.

Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas.

“Mi Señor, que yo no te siga únicamente por los milagros, Oración: “Mi Señor, que yo no te siga únicamente por los milagros, sino que te siga por tu Amor y por tu Paz, que sepa aceptarte como mi Rey de Reyes, que sepa amarte como Tú quieres que te ame, que yo no te saque de mi corazón al escuchar tus susurros de Amor, que tu seas el profeta de mi corazón, profeta que viene a mi corazón y se queda allí por siempre, hasta la eternidad.” Amén. Frase de Padre Jaimito

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