Se junto un día tu piel con mi piel en un abrazo y tu dulce corazón quedó en mi pecho marcado. Mas tu aliento recorría como perfumes de nardo las dunas tristes calladas de mi cuerpo, palmo a palmo.
Dulce caricia dorada la del río en su meandro como arrullo de palomas fueron tus manos, tus manos. La tibieza de tu boca se tornó en mi boca bálsamo y se secaron mis lágrimas y florecieron mis labios.
Sueños que me transportaban a la cumbre, en lo mas alto donde bañaba la luna nuestros cuerpos, con sus rayos. Son recuerdos escondidos en el correr de los años y que llenan de nostalgia la soledad de mis manos.
Autora del poema: Josefa García Vives Autor presentación: Vte. Sánchez Pino Música: O Cisne Nelson Freire Imágenes: Internet Fecha: