Cambio de diapositivas automático. Solamente enciende tus bocinas.
MI SACERDOCIO
Que vida tan hermosa la que me has dado, Señor En el Sacerdocio encontré mi vocación, mi felicidad.
Mi vida es plena, pues he encontrado tu paz, tu Amor que me envolvió, me enamoró y me cautivó.
Ya no tengo dudas, pues encontré la Verdad. Te ofrezco mi vida, Señor, libre para amar.
Que sea un apóstol fiel, para predicar y dar testimonio de fe y hermandad.
Señor, hazme digno de esta Misión y que en tu nombre, Señor, lleve Caridad.
“Juró el Señor y no ha de retractarse: Tú eres para siempre sacerdote a la manera de Melquisedec” (Salmo 110, 4)
Que vida tan hermosa la que me has dado, Señor Quiero despojarme de mí y ser tu siervo, mi Dios.
Te ofrezco mis manos dispuestas a trabajar. Mis pasos firmes, Señor, para caminar sin descansar.
Que sea un apóstol fiel, para predicar y dar testimonio de fe y hermandad.
Señor, hazme digno de esta Misión y que en tu nombre, Señor, lleve Caridad.
En el Sacerdocio encontré mi felicidad
En el sacerdocio encontré mi felicidad. Fotografías: Francesco Lay Martínez Cortesía de: Peregrino Zapopano Música de Fondo: Mi Sacerdocio. Desconozco su autor e intérpretes.