DÍA DEL LIBRO 2013 L’ELIANA PARC DE LA PINADA LECTURA DE MICRORELATOS EN RADIO TURIA IES L’ELIANA –DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA-

ALGO MÁS QUE UN CHUTE Llegó el momento, estoy nervioso. Todo mi entrenamiento y preparación se desvanecen en mi cabeza, como si no hubiera nada. No tengo prisa, no tengo calma. Miro a mi alrededor, está ahí, siempre lo ha estado. Le sonrío mientras me dice que puedo hacerlo, me siento bien, de repente pienso en mis compañeros, ellos lo merecen, si no lo hago por mí, pues por ellos. De repente reaparezco de mi coma mental, estoy ahí, en cientos de metros de césped, 22 jugadores, 2 porterias, pero en mi cabeza estamos él, el balón y yo. Respiro hondo, me concentro, mi cabeza me dice: tira raso, a la izquierda, y ahí va el penalti final, el que decide si ganar el campeonato; es gol, sonrío y pienso. Este gol no es mío, es nuestro. David Gorris Puerta 1 BAC C

UNA FLOR EN UNA PRISIÓN Me siento en una prisión, por lo que tengo dentro, por lo que quiero decir y no digo, lo que quiero pedir y no pido, tengo que callar, esperando algo que no llega y no llegará. A veces pienso que por qué no me atrevo a ser yo, la persona que está dentro de mí, que no sale y nunca saldrá, la que tiene tanto que decir, muchas explicaciones que pedir, enfermedad en el corazón que tengo que curar, la tristeza en mis ojos que tiene que desaparecer, soledad en ser yo y en mis deseos de cumplir, los sueños que flotan en mi mente y los esfuerzos recompensados por los que voy a luchar. Así soy yo, una pequeña flor sentada en la ventana de mi habitación. Rosana Denisa Andor.

TANTO QUE DECIR. Fue un día triste. Llegué a casa y no me creí lo sucedido. Pasaron los días y no me hacía a la idea de que ya no le iba a volver a ver más, no volvería a tocar sus manos, no volvería a correr hacia él a darle un abrazo y un beso, no iba a oír más su voz, esa que tanto me calmaba cuando estaba cerca. Dentro de mí noté un vacío que difícilmente se llenará. Pero sobre todo me arrepiento de no haberle dicho por última vez: “Te quiero abuelo”. María Mateu

COMPRAR UN VIERNES Huevos. Listo. Carne. Queso. Olivas. Listo. Chocolate. Comida para perros. Listo. Alberto Calafat Selma.

VIAJE DE FUEGO. Caminaba por la calle, era de noche. No había nadie, me resultó extraño. Llegué a una plaza. Vi un elefante inmóvil, la gente alrededor observándolo. Detrás del elefante había una persona de características grandes, también inmóvil. No sabía que pasaba y me sentía extraño e inseguro. No quería meterme en problemas y marché. Escuché una serie de estallidos, me giré rápidamente y vi al elefante y al hombre en llamas. Toda la gente aplaudiendo. Cuando vi aquel panorama recordé que en Valencia estaban en fallas. Ahora, aquí, en Madrid, todo vuelve a ser normal. Pau de Miguel Rubio

DE UN PEQUEÑO AVENTURERO. Ahí iba él, siempre feliz, con su gorro de pirata y en busca de un tesoro, cada día tenía una “X” diferente marcada en su camino, corría por la calle, saltaba, escalaba, y hacía lo posible para que fuera una aventura mejor que la anterior, sólo tenía un objetivo, cruzar el mapa en busca de la “marca roja”, aunque no siempre era lo que esperaba. Aquel pequeño aventurero, no sabía que algún día, con esa fantasía, llegaría a descubrir algo muy grande: las Américas. Cristóbal Colón. Sandra Martínez Torregrosa.

EL NIÑO CON PECAS Yo y esas pequeñas características que me diferencian de los demás. Puede que para muchos sean simples manchitas en la cara, pero para mí cada una de ellas es un pequeño recuerdo. Recuerdo aquel primer puntito, era minúsculo, prácticamente ni se notaba, pero yo sabía que era el primero de los muchos momentos que estaban por llegar. Siempre me he sentido diferente, especial, nadie me entendía … Hasta que apareció ELLA. Pelirroja, piel blanca, preciosos ojos verdes … Me llevó un momento darme cuenta de que era ciega. Me acerqué a ella sin pensarlo. Todo lo veía diferente. Ya no estaba solo. Lydia Gálvez y Carmen Morell

UNIVERSO PARALELO ¿Cómo he llegado hasta aquí? Es un mundo completamente distinto, lleno de focos y gente preparada para criticarte. Yo no soy parte de esto, no quiero serlo. Mi vida es escribir en mi habitación evadiéndome del mundo, escuchando mi música favorita. No es estar aquí, rodeada de personas a las que les encanta saber lo preciosas que son. De esas que se preocupan por si un grano de arroz engorda mucho. Y aquí estoy yo, completamente diferente a los demás. Aquí estoy yo, preparada para desfilar. Lydia Alarcón Llamas

NO ES UN SIMPLE DÍA Hoy ha sido el mejor día de mi vida. Hoy ha sido el peor día de mi vida. Así, así son las cosas. Laura Mayor Sanjaime.

INSOMNIO Me levanté de golpe, sobresaltada, estresada, inquieta, me notaba extraña. Hacía mucho calor, era un día de julio. Salí de la cama poniéndome las zapatillas y bajé las escaleras muy despacio. Entonces oí el teléfono que sonaba desde el oscuro comedor. ¡Qué miedo me daba bajar las escaleras! ¿Quién sería? Pocos segundos después llegué al teléfono y lo descolgué con la mano temblando. Para mi sorpresa, era una voz conocida. Se aclaró la voz durante unos segundos que me parecieron minutos y consiguió decir: “Hola bonita, no podía dormir, ¿podemos hablar? Te quiero. Mar Barranco

FUERZA Que no te dé miedo equivocarte, son tus fallos y tus dudas las que te desvían continuamente del camino y te llevan a sendas oscuras. No son las sendas oscuras las que te deben dar miedo; sólo avanza, respira. Eli Cabrera

REFLEJO DE UNA JUVENTUD Me miro al espejo, me río, me siento bien, todo es bonito. Me miro después, lloro, soy horrible, que asco de día. No tengo carácter, soy frágil, tengo miedo. ¿De qué? Ah!, eso. Ya no lo sé, en realidad no sé nada, todo es un lío. Pero voy aprendiendo poquito a poco. Hay una cosa que si sé: querer, y cuando lo hago, lo hago bien, con toda mi alma. Le amo a él, a ella y a ellos, pero siempre de manera diferente. Sueño, sueño siempre, río, río a todas horas; lloro, de vez en cuando. Soy un cúmulo de sentimiento que tiene que crecer, madura, pero poquito a poco, no hay prisa. Carpe diem. Victoria Oliete Gálvez.

CARRERA Tomamos la última curva y entramos en la recta final. Cien metros nos separan de la meta y aunque, a priori, su coche era mejor que el mío, le llevo una pequeña ventaja. El público nos observa con emoción, la carrera está muy reñida. Treinta metros van a decidir el ganador. Al ver que empieza a adelantarme doy un volantazo y choco contra él, una, dos, tres veces, al tercer choque lo saco de la carrera. Ya sé que no es muy legal, pero no pienso quedarme sin aparcamiento. Diego Vizcaíno