Redoblar de tambores y toques de cornetas, llevan por los rincones que es Primavera
Viene el Cachorro a Sevilla, a lavar nuestros pecados con la miel de sus heridas.
“Cachorro” Y “Gran Poder” una joya en cada orilla y en el centro la Giralda, luciendo peina y mantilla
Es Viernes Santo y en silencio, la noche enjuga su llanto
De luto viste el Cielo y es la mantilla que esa noche sublime lleva Sevilla.
Triana se desborda por el puente, cuando pasa el Cachorro entre su gente
El Cristo de la Salud, recorriendo doloroso, el camino pedregoso de la Cruz.
Tu eres la otra Sevilla, la que el Río convierte en la otra orilla La de la otra Esperanza, marinera, a la que todos llaman “la Trianera”.
Hay saetas en cada esquina y suspiros y plegarias, hay peticiones y ruegos, piropos y acción de gracias.
Debajo del antifaz, distinta se ve la vida, exento de vanidad llevas el alma escondida
Estás solo en un desierto
en medio de la ciudad
La procesión va por dentroTu vas con tu soledad
Del barrio legendario de los toreros, Cristo crucificado marca el sendero
Los Geranios sollozan tras de las rejas y es la brisa suave como una queja.
La artesana alfarera prodigiosa, La que huele a clavel, jazmín y rosa. ¡Qué sería de Sevilla sin Triana!, Su otro yo, su espíritu, su hermana.
Y cuando todo ha pasado, al volver a la rutina, nos ha quedado en el pecho clavada como una espina, la mirada de Esperanza de los ojos de María. TEXTO : Lorenzo. F. Mohedano