“Adivinanza” Miguel-A.
Soy una cosa muy útil que mide generalmente unos 15 centímentros. Normalmente, estoy inerte, esperando actuar. En una de mis extremidades se encuentra un matojo de pelos que llevo con arrogancia.
Cuando me utilizan, lo hacen introduciéndome rápidamente y a menudo con vigor. Pero hay adeptos a una utilización rápida, y otros a una lenta: todo depende del temperamento y de la condición física de cada uno.
Sin embargo, el modo de empleo siempre es el mismo: Vaivenes repetidos en una cavidad cálida y húmeda, que crean una fuerte excitación en la zona afectada. Cuando he terminado mi tarea, dejo en la cavidad húmeda una sustancia blanca, espumosa, y pegajosa.
Esta secreción también queda sobre mí y en mis pelos. Hay que limpiarme para que esté limpio de nuevo en espera de mi siguiente utilización. Una vez recuperado el estado de reposo, espero quieto mi próxima actuación. Podrían utilizarme 2 a 3 veces al día, pero es un ritmo que pocas personas son capaces de llevar.
¡Soy el cepillo de dientes, ¡obseso/a!.
¡Me parece que tienes que lavar tu cerebro!.