ANGUSTIA Hasta ahora nada habéis pedido en mi Nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. Jn.16,24
Oh Señor, parece que en algún lugar una luz se ha apagado, y aquel sabor a miel, de mis labios se ha borrado y un sabor amargo ha quedado en su lugar. Oh Señor ¡Mi alma está desgarrada y a tus pies derramada.! Tiempos de prueba han llegado: es hora de recurrir a lo que tu me has enseñado. Hoy mi clamor a ti no es un ruego susurrado, es un grito desesperado que brota de mi interior. Pero sé, que estarás conmigo hasta el fin.
Que glorioso es saber que mi oración estas escuchando; que pones a mi favor tu poder para darme lo que estoy necesitando. En este momento vengo a ti en clamor desesperado, tengo el pecho partido y mi corazón esta sangrando. Es tan grande mi dolor que me invade un azorado letargo, y mis ojos casi no ven, pues los ha nublado el llanto.
Mis entrañas deshechas por mi gran calamidad, y junto a la angustia conviviendo el gozo que tu me das; habitando en un mismo ser el gozo y la ansiedad, incomprensible realidad de tu irrefutable verdad. A quien iré sino a ti con tan hondo quebranto. ¡Quien entenderá mi dolor si no tú, que lo has experimentado tanto! Déjame soltar a tus pies esta carga tan pesada. Mi frágil humanidad esta cansada, se esfuma mi vigor; vengo a ti mi adorado Señor, ha rozar con mis dedos la orilla de tu manto.
Me refugiaré en ti, eres fiel y verdadero y en tu Palabra aprendí que tu yugo es ligero; que tu calmas la tormenta, que con tu amor me alientas. Eres todo para mí. El enemigo me ha pedido para zarandearme, y los vientos me han hecho zozobrar, mas en agonía ante ti vengo, se que tú me sostendrás.
Arrúllame. Ovejita herida y compungida acurrucada entre tus brazos me refugio en tu abrazo y me dejo consolar por ti
Yo sé que estas ahí, como el sol detrás de las nubes. Yo sé que estas ahí como el aire que respiro y no lo veo. Como las estrellas en el día y el rocío que caía en cada noche de dolor.
Arrúllame. Sé que volverá el día. Y las tinieblas que dolían el viento las llevará. Que nuevamente la alegría a mi alma retornará. Y en tu dulce compañía, mi vida que es tuya, pasada la prueba, continuará. fin