Nació en Betsaida (Galilea), conocido como “el Mayor”. Era pescador cuando Jesús lo llamó y él decidió seguirlo. Después de la Ascensión del Señor, Santiago predicó el Evangelio hasta la Península Ibérica.
En Zaragoza la Virgen María le dijo que tenía que levantar un templo donde se elevó la basílica del Pilar. Es patrono de España y su fiesta se celebra el 25 de julio. Fue el primer apóstol mártir. Murió decapitado por Herodes Agripa I hacia el año 44 en el monte Calvario.
Santiago nos enseña a ser fieles a Jesús y su Iglesia, defendiendo la Fe y en la asistencia a la acción misionera que ha contribuido a extender el Evangelio por todo el mundo.
La perseverancia, ya que después de venir desde Jerusalén sólo consiguió evangelizar a los llamados “siete convertidos de Zaragoza”, nunca se dio por vencido y nos enseña a cumplir con nuestra misión cueste lo que cueste (ya que a él le costó el martirio).
A vivir nuestra Fe con autenticidad, a ser testigos del Evangelio con nuestra vida, aprendiendo a perdonar a nuestros enemigos, a amar a aquel que me ofendió.
Discípulo: aprendiz de un maestro, en nuestro caso Jesucristo, Hijo de Dios. Ascensión: glorificación de Jesús de Nazaret. Patrono: santo que tiene una afinidad especial con una comunidad de personas y a cuya intercesión nos acogemos los católicos.
Evangelio: cumplimiento de la promesa de Dios de la llegada, muerte y resurrección de su Hijo Jesús, escritos por los discípulos de Jesucristo. Mártir: persona muerta en la defensa de alguna causa, con lo que da testimonio de su fe en ella, fe es Jesús.