Al observar la ciudad de Granada, los principales nudos a nivel general, la conexión de las calles, y observamos los puntos de la plaza de La Caleta y el parque del Triunfo, vemos que son los extremos de Av. Constitución, que no es más que una calle nexo, que une Gran Vía y Camino de Ronda, formando parte de la red de calles que circundan la parte central de la granada.

Los nudos con Gran Vía y Camino de Ronda suponen punto de gran tránsito de tráfico rodado. Además la calle conecta con otros puntos de recogida de tráfico, como la plaza San Isidro, y la estación de ferrocarril. Contiene un importante flujo de líneas de autobús, ya que forma parte del recorrido central de casi todas. Pero Av. Constitución no es sólo una calle de tráfico rodado, sino también peatonal, debido a la actividad que se genera en ella, además de por su función de nexo. La plaza de La Caleta y Triunfo son dos puntos importantes de afluencia de ciudadanos, ya que sirven de intercambiadores de líneas de autobús. Pero además encontramos que en las intersecciones con la calle que va desde RENFE hasta Plaza de Toros y Severo Ochoa también se producen una importante concurrencia de gente. En este plano vemos también la relación de zonas verdes con el paso de peatones.

Estos dos espacios públicos están pensados principalmente como espacios habilitados para la conexión entre calles, dando lugar a encrucijadas de relevante importancia debido al flujo que provocan. Están alimentados por actividades muy distintas, aunque ambos tienen en común que son intercambiadores de líneas de autobús. La Caleta está marcada por el Complejo Hospitalario, y alimentada por el nudo entre Constitución y el eje desde Renfe hasta la Plaza de Toros. Triunfo, por otro lado, está alimentada por el flujo de Gran Vía, el de Constitución, San Juan de Dios y Ancha de Capuchinos ( está aporta menos flujo que las otras, porque desarrolla una actividad más débil.

Pero estos dos espacios tienen maneras distintas de dialogar con el tránsito que se da en ellas. La Caleta está concebida como una encrucijada, pero sin intención de introducir al viandante que pasa dentro de ella, es decir, el viandante va de paso. Lo podemos ver incluso en el pavimento que invita a no parar, y la ausencia de zonas verdes, con sombra. En triunfo ocurre lo contrario, aunque también es una encrucijada de caminos, invita a parar, reflexionar y disfrutar del entorno. Esto da lugar a que haya actividades lúdicas y sociales mas importantes.