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Dios ha creado seres para que le adoren eternamente. Esos seres son espirituales. No los vemos, no los tocamos, sin embargo, están en medio de nosotros. A cada uno ha puesto un ángel de la guarda. Su misión es cuidar de cada uno de nosotros. Tomamos conciencia en este momento de su presencia. Gracias, oh Dios, por los ángeles que has creado. Bendito seas.
Se oye un ruido a nuestro alrededor, los ángeles llegando para recibir nuestras oraciones y llevarlas al Dios.
Si tú el corazón abres y empiezas a alabar si sigues orando así vas a notar que los ángeles suben y te llevan a Dios.
Hay ángeles volando en este lugar, en medio del incienso encima del altar, subiendo y bajando en todas direcciones.
No sé, no sé, si la Iglesia subió o el Cielo bajó, solo sé que está lleno de ángeles de Dios, porque el propio Dios está aquí.
Gracias, Señor, por la presencia de esos ángeles. Queremos unirnos en adoración, queremos adorarte junto a ellos, porque Tú, Señor, eres el único digno de ser adorado. Bendecimos, alabamos y glorificamos tu presencia. Que hermoso, Señor, poder adorarte junto a los ángeles. Gracias, por esa presencia espiritual. Gracias, porque siempre nos acompañan en todo momento y en toda circunstancia. Gracias, Señor, por cuidarnos tan bien a través de ellos. Bendito seas, Jesús!
Cuando los ángeles bajan nuestra Iglesia se alegra, ella canta, ella llora, ella ríe y congrega, apaga el infierno, disipa el mal.
Siente el viento de las alas ahora, confía hermano que ha llegado la hora, esta bendición se derrama ya.
Hay ángeles volando en este lugar, en medio del incienso encima del altar, subiendo y bajando en todas direcciones.
No sé, no sé, si la Iglesia subió o el Cielo bajó, sólo sé que está lleno de ángeles de Dios, porque el propio Dios está aquí.
Hay ángeles…
Tema musical:Ángeles de Dios Dei Verbum y Padre Martín