“Las medias rojas” cuento corto Emilia Pardo Bazán

Galicia, España

Murallas romanas

Emilia Pardo Bazán Novelista, cuentista (escribió más de 500 cuentos), ensayista, crítica literaria y profesora, escribía sobre las ideas más innovadoras de su época.  Emilia fue también una mujer independiente--tanto económica como intelectualmente--, excepcional en la España de su época (el siglo XIX). Hoy se reconoce como precursora del feminismo actual.

Emilia Pardo Bazán nació el 16 de septiembre, 1851 en La Coruña. Hija de Doña Amalia de la Rúa, de quien heredó el carácter abierto e independiente y de Don José Pardo Bazán, político liberal que le legó su gran afición por la lectura y los estudios. Poco después del nacimiento de Emilia la familia se mudó a una casa en un barrio aristocrático y tranquilo.

A los nueve años Emilia Pardo Bazán comenzó a demostrar interés en la literatura y la escritura. Durante su adolescencia escribía versos y leía novelas románticas francesas.  Se casó a los diecisiete años con Don José Quiroga. Cuando su padre fue nombrado Diputado de Cortes toda la familia se trasladó a Madrid. Allí tuvo contacto con la vida cultural de la capital. Durante la guerra carlista, toda la familia se marchó a Francia. Viajaron por Europa donde Emilia aprendió inglés, italiano y alemán (ya conocía el frances) y le permitió descubrir la literatura Europea que le haría un gran impacto.

En 1873 regresó a España Entró en contacto con el krausismo, una filosofía alemana muy de la época que insistía en el perfeccionamiento del individuo y de la sociedad a través de la educación. Nació su primer hijo en 1876 y en el mismo año doña Emilia ganó una competencia lit. en Orense por sus versos y prosa. Nació su hija, Blanca, en 1878. Pardo Bazán comenzó a interesarse por las obras de sus contemporáneos como Valera, Galdós y Pereda y empezó a leer a Zola. 

Publicó su primera novela Pascual López Publicó su primera novela Pascual López. Autobiografía de un estudiante de medicina en 1879. Su interés por los autores franceses continuó y durante en tiempo en Francia, escribió su segunda novela Un viaje de novios (1880). Antes de volver a España, Pardo Bazán pasó por París, donde conoció a Víctor Hugo, el gran maestro de la novela histórica. Influenciada por la lectura de Emile Zola (considerado como el padre del naturalismo) y su interés por el naturalismo, Pardo Bazán escribió una serie de artículos sobre el naturalismo. Fueron recopilados bajo el título La cuestión palpitante y publicados como libro en 1883.

En estos artículos la autora adoptó una postura crítica ante el fondo filosófico del naturalismo. Para Pardo Bazán el libre albedrío y la libertad del individuo eran inalienables. Sin embargo, la autora utilizó algunas de las técnicas literarias naturalistas como la objetividad narrativa y el uso del discurso indirecto libre. También le interesaba la posibilidad simbólica de la novela naturalista.

La cuestión palpitante ocasionó muchas críticas y el marido de Pardo Bazán intentó que su mujer abandonara la literatura, lo cual produjo la separación del matrimonio. Doña Emilia se fue a Madrid para dedicarse de lleno a su vocación literaria. De Madrid viajó a París donde permaneció un año. Allí escribió El cisne de Vilamorta (1885). Siguen Los pazos de Ulloa (1886) y La madre naturaleza (1887). Sufrió de la envidia de los novelistas y críticos más destacados de la época. Cuando apareció su novela Insolación (1888) se creó una nueva polémica por la obvia sexualidad de la heroína. En esta novela se defiende la igualdad de hombres y mujeres en cuestiones de moral sexual.

Pardo Bazán siguió su interés en diferentes corrientes literarios de la época, tal como el Realismo en España. El realismo comparte con el naturalismo la supuesta objetividad del narrador; pero no hace tanto hincapié en el determinismo. Doña Emilia sostenía que el espíritu del individuo podía vencer cualquier obstáculo material. Pardo Bazán el realismo por ser "una teoría más ancha, completa y perfecta que el naturalismo." A los cuarenta años, ya una escritora famosa en España como fuera del país, prestó más atención a su obra crítica que a su producción novelística

En el siglo veinte se seguró la fama literaria de Pardo Bazán En el siglo veinte se seguró la fama literaria de Pardo Bazán. En 1906 fue nombrada presidenta de la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid, la primera mujer en ocupar este cargo. En 1910, fue nombrada consejera de Instrucción Pública. En 1916 recibió el puesto de catedrático de Lenguas Neolatinas de la Universidad de Madrid. Pero nunca sintió el respaldo de los otros profesores ni de sus alumnos. Se murió en Madrid en 1921 a los setenta años, de una gripe que se complicó con su diabetes crónica. La casa de Pardo Bazán en La Coruña hoy es la sede de la Real Academia Gallega y la Casa Museo de la escritora.

Algunas de sus obras…

Monumento de Pardo Bazán

El traje típico de las mujeres gallegas del siglo 19.

Campesinos gallegos trabajando los campos de trigo.

Ildara

el tío Clodio