Entra un cura a una peluquería y se corta el pelo. Pregunta al peluquero cuanto le debe, y este le dice: - Tú eres un hombre tan cercano a Dios que no me debes nada, eres un hombre sagrado... El cura se va agradeciendo, sin pagar. A la mañana siguiente, el peluquero va a abrir el negocio y encuentra 12 monedas de oro en el umbral, y se pone loco de contento. Pregunta al peluquero cuanto le debe, y este le dice: - Tú eres un hombre tan cercano a Dios que no me debes nada, eres un hombre sagrado... El cura se va agradeciendo, sin pagar. A la mañana siguiente, el peluquero va a abrir el negocio y encuentra 12 monedas de oro en el umbral, y se pone loco de contento.
Ese día entra a la peluquería un gurú buda. Lo mismo: se peina la trenza, se corta el pelo y pregunta cuanto le debe al peluquero, quien contesta: - Eres un hombre tan sabio, tan pacifico, tan sagrado que no me debes nada... El gurú se retira sin pagar, agradecido. Y a la mañana siguiente, el peluquero encuentra en la puerta del negocio 12 piedras preciosas. El hombre estaba totalmente feliz. Ese día entra a la peluquería un gurú buda. Lo mismo: se peina la trenza, se corta el pelo y pregunta cuanto le debe al peluquero, quien contesta: - Eres un hombre tan sabio, tan pacifico, tan sagrado que no me debes nada... El gurú se retira sin pagar, agradecido. Y a la mañana siguiente, el peluquero encuentra en la puerta del negocio 12 piedras preciosas. El hombre estaba totalmente feliz.
Al rato entra un rabino. Se afeita la barba, se corta el pelo y le peina la peluca a la mujer. Pregunta al peluquero cuanto le debe, y el peluquero una vez mas le dice: - Tú tienes tanta sabiduría, tantos alumnos, estás tan cerca de Dios que no me debes nada..." A la mañana siguiente, el peluquero llega para abrir el negocio y se encuentra en la puerta… ¡a 12 rabinos!