Los ecologistas piensan que la ciencia tecnológica es preocupante para la Tierra ya que contamina y cada vez el ser humano se despreocupa más de la naturaleza. Durante largos años los estudiosos preocupados por el constante aumento del nivel de contaminación como consecuencia del desarrollo industrial, sólo encontraban comprensión entre los grupos más sensibles al equilibrio armonioso de la naturaleza. Esta filosofía se plasmó de modo evidente al iniciarse la década de 1960, con la proclamación por parte de la ONU del llamado "decenio del desarrollo "
Las catástrofes fueron una manera de hacer caso a los científicos. La primera fue el superpetrolero Torrey Canyon, al chocar contra Seven Stones, en el Scilly, en Cornualles, en Se llegaron a verter toneladas de petróleo y otras toneladas de detergente con peores efectos sobre el ecosistema Las catástrofes que revolucionaron la opinión mundial
Otras noticias de contaminación industrial alertaron nuevamente a la población mundial. La historia de la llamada "enfermedad de Minamata", considerada como una epidemia en 1953, entre los pescadores japoneses. Para el equipo médico responsable del hospital del que depende Minamata, pronto diagnostico la causa de la enfermedad como un envenenamiento por mercurio orgánico, debido a los reíduos de una fábrica La dirección de la Chisso negó esto; las autoridades dificultaron las investigaciones. Sólo a finales de 1965 se toman medidas concretas, siendo necesarios otros tres para que la empresa reconozca utilizar mercurio orgánico en secreto. Para la población europea, la contaminación del Rhin por endosulfán, en 1969, que provocó el envenenamiento de millones de peces y el cese del suministro de agua potable en muchas ciudades ribereñas, fue otra catástrofe En 1969, otra marea negra amenazó las costas californianas. Nuevamente se conmocionó la opinión mundial, y de modo muy especial, la americana, el `pozo entraba nuevamente en servicio en junio del mismo año. Desgraciadamente, las mareas negras se fueron repitiendo, provocando una sensación de impotencia en la opinión pública.