Boletín Parroquial Febrero 2012 Año 1 No.11 Morenita Mía No Col. Roble San Nicolás San Nicolás de los Garza, N.L. C.P Tels y Es la fiesta de la presentación del Señor y purificación de la Virgen María, Llamada Hypapante por los Griegos. En el libro de Levítico Capítulo 12, el autor nos narra cómo Dios le habla a Moisés sobre la Ley referente a la mujer que acaba de dar a luz, y en cumplimiento de esa Ley, es que la Sagrada Familia, acude al Templo por obediencia y humildad, ya que ni Jesús ni María estaban obligados a este rito legal; este acontecimiento fue mas bien su encuentro con el Pueblo creyente y gozoso. Ahí se encontraban dos ancianos temerosos de Dios: Simeón que por obra del Espíritu Santo, profetizó de Jesús, luz para iluminar las naciones y Gloria de Israel, y Ana, que reconoce al niño Jesús como el Salvador, comenzó a alabar a Dios y hablar del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. De las palabras de Simeón nace la tradición de la Bendición de los cirios y velas hechas de parafina pura, que al bendecirlas simbolizan a nuestro Señor Jesucristo como luz de los hombres. Es por eso que al día 2 de febrero se le nombra día de la Candelaria o Candela. Participemos en ésta Misa Especial para vivir en nuestros corazones la Luz de Cristo que quiere iluminar nuestras vidas. Pastoral Catequética AVISOS Tu Familia…. En la Iglesia E XPOSICIÓN DEL S ANTÍSIMO Y CONFESIONES Jueves 2 De Febrero 8:30 pm Jesús te espera ¡Jesús te espera! Viernes 3 de Febrero a las 9:00 am. MISA 2 DE FEBRERO Bendición de niños, velas y futuras mamás 7:30 P.M. MISA DEL AMOR Y LA AMISTAD 14 de Febrero 7:30 Ejercicios Espirituales Adolescentes: 3 de Marzo Salida del Camión 8:00 a.m. Regreso 7:00 p.m. 2 DE FEBRERO MIERCOLES DE CENIZA AYUNO Y ABSTINENCIA Febrero 22 MISAS: 8:00 A.M. 7:30 P.M. Imposición de ceniza cada hora

CUARESMA14 DE FEBRERO Volvemos a emprender, como todos los años, el camino cuaresmal, animados por un espíritu más intenso de oración, de reflexión, de penitencia y de ayuno. Entramos en un tiempo litúrgico intenso. Nos preparamos para la celebración de la Pascua, corazón del año litúrgico y de toda nuestra existencia. Nos invita a imprimir un impulso más decidido a nuestra existencia cristiana. Entramos en el clima cuaresmal, que nos ayuda a redescubrir el don de la Fe recibida con el bautismo y nos lleva a acercarnos al sacramento de la reconciliación, poniendo nuestro compromiso de conversión bajo el signo de la misericordia divina. Al imponer sobre la cabeza las cenizas, el celebrante dice: “Polvo eres y en polvo te convertirás” (Génesis 3,19) o “conviértete y cree en el evangelio” (San Marcos 1,15). Ambas fórmulas recuerdan la verdad de la existencia humana: somos creaturas limitadas, pecadores, que siempre necesitamos penitencia y conversión. La invitación a la conversión es, por tanto, un impulso a volver a los brazos de Dios, Padre tierno y misericordioso, aferrarse a ÉL, a encomendarse a ÉL como hijos adoptivos regenerados por su amor. La conversión es ante todo una gracia, un don que abre el corazón a la infinita bondad de Dios. Convertirse quiere decir, dejarse conquistar por Jesús (Filipenses 3, 12). La conversión implica por tanto seguir humildemente las enseñanzas de Jesús y caminar siguiendo dócilmente sus huellas. El camino cuaresmal de conversión que emprendemos con toda la Iglesia, se convierte en el momento favorable, para renovar nuestro abandono filial en las manos de Dios y para aplicar lo que Jesús sigue repitiéndonos: “Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (San Marcos 8,34). De este modo emprendemos el camino del amor y de la autentica felicidad. Pastoral Bíblica Dios es amor, esto nos dice San Juan (1 Juan 4,8) pero, ¿Qué es el amor? En la actualidad se nos presentan tantas ideas sobre el amor y muchas de ellas giran en torno a la sensualidad, el engaño, la hipocresía y tantas definiciones que pretenden deformar el verdadero concepto del amor y la amistad. Amar es servir. Jesús nos enseña cómo hacernos servidores de los demás, ésta es una excelente manera de demostrar nuestro amor y amistad en la familia, los amigos y en nuestros lugares de trabajo. Amar y servir con una actitud sincera y humilde buscando siempre el bien común, cada uno dentro de nuestras propias posibilidades. El amar y servir tiene como único fin la unidad: Unión de Dios con los hombres y de los hombres entre sí. Por este ideal entregó su vida Cristo. Él murió “para lograr la unidad de los dispersos hijos de Dios” (San Juan 11,52). Así lo entendieron los primeros cristianos que, perseverantes en la oración (Hechos 1,14), llegaron a tener “un solo corazón y un solo espíritu” (Hechos 4,32). Que este mes del amor y la amistad sea algo diferente, vivamos cristianamente nuestra amistad, nuestro noviazgo, nuestro matrimonio, demostrando siempre que queremos llegar a la plenitud de lo que Jesús deseaba para nosotros: “Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, Sean también ellos uno en nosotros...” (San Juan 17, 20) Feliz Día del Amor y la Amistad Pastoral Familiar